La necesidad de un central, aún más necesaria

La baja de Amaya se prolongará hasta finales de febrero y Ricardo Costa continúa siendo inviable.

Ricardo Costa se entrena con máscara tras su lesión.
Ricardo Costa se entrena con máscara tras su lesión.
J. Mérida / Sevilla

13 de enero 2012 - 05:02

El asunto del centro de la defensa en el Betis está tornando a castaño oscuro. A las dificultades para hallar a un zaguero de garantías que apuntale el equipo para la segunda vuelta se le ha unido la mala noticia que el Betis se vio obligado a publicar ayer en su página web tras las últimas pruebas realizadas a Antonio Amaya, quien cayó lesionado el pasado 4 de enero en el transcurso de un entrenamiento.

Lo que en principio era un esguince que le afectaba al tobillo y rodilla izquierdos se ha agravado sensiblemente en lo que respecta a la articulación superior, toda vez que el parte médico facilitado tras la nuevas pruebas realizadas confirma que en realidad el central madrileño sufre una rotura parcial del ligamento lateral interno. Ello significa unas cinco semanas más de baja. Es decir, que no reaparecerá hasta finales de febrero, casi el doble de lo presupuestado antes.

Ello provocará, sin duda, que el club agilice la búsqueda de un central, pero la salida de Ricardo Costa, el deseado, sigue siendo hoy inviable. El Valencia, que sigue adelante en la Copa del Rey, sigue frenando su salida y, en último caso, exigiría siempre 1,2 millones de euros por su cesión hasta el final de Liga (13 de mayo), cifra inviable para el Betis. A Ciani fueron a verlo entrenarse, pero los técnicos no lo tienen claro. Mientras, los ofrecimientos no cesan, pero Mel siempre apostó por alguien de la Liga española, misión hoy imposible.

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