Nadal y sus recuerdos del Porvenir

Rafael Nadal cuelga la raqueta y el mundo entero se pone en pie para ovacionar a uno de los mejores deportistas de la historia. El mejor tenista español de siempre deja su pasión de 22 Grand Slam y un historial para el recuerdo. En su vídeo de despedida, el balear evocó entre sus momentos gloriosos la final de la Copa Davis que ganó en 2004 en el Estadio de la Cartuja ante Estados Unidos. Siete años después volvió a adjudicarse la Ensaladera con España en el mismo recinto, esta vez frente a Argentina.

Pero el jugador de Manacor dejó también un grato recuerdo unos años antes, en septiembre de 2001, en el Porvenir cuando vino a jugar poco después de cumplir la quincena la trigésima novena edición del challenger Copa de Sevilla. Llegaba con un acreditado palmarés como campeón mundial de su categoría y se había impuesto en el Open de Palma. El 18 de septiembre atendió a Diario de Sevilla antes de derrotar a Israel Martos por un 6-4.

A continuación publicamos el texto íntegro del reportaje.

Tras la estela de Moyà

Rafael Nadal, un balear que fue campeón mundial y que apunta para figura con 15 años, juega el challenger que se disputa en el Tenis Betis

No está entre los candidatos a llevarse el título. Ni mucho menos. "Me conformo con pasar la primera ronda", dice con modestia y sinceridad. Rafael Nadal va para figura. En junio hizo 15 años y desde hace unos pocos, ahora obviamente más,va cargando con las raquetas y el macuto por toda España y parte del extranjero. 

El challenger que se disputa en el Tenis Betis cuenta con algunas grandes promesas del tenis patrio. Si el año pasado fue Robredo,que ha deslumbrado en la última edición del Open USA,y otras temporadas pasaron por El Porvenir tenistas como Patrick Rafter, Álex Corretja, Albert Costa o Alberto Berasategui,ahora le toca el turno a Marc López, un joven catalán que no alcanza la veintena y que está situado en el número 137 en el ranking mundial. 

A Nadal todavía le queda para llegar a estar entre los 100 primeros del mundo, pero ya despunta y quiere estar lo antes posible cerca de su gran ídolo y, además, paisano, Carlos Moyà, con quien entrena de cuando en vez cuando coinciden en Palma.

Toni Nadal, tío del joven tenista, es uno de los entrenadores que guía los pasos del chaval y el que lo acompaña en el Tenis Betis. El técnico es cauto y, pese a la tremenda proyección que tiene, prefiere ir paso a paso: "Mi hermano Miguel Ángel –futbolista internacional del Mallorca– no supo hasta los 18 años si se podría dedicar al fútbol. Por cierto, Caldas estuvo a punto de ficharlo para el Sevilla. Rafael no es un profesional del tenis; está jugando con los niños de su edad, pero ha tenido la suerte de ganar". Y tanto. En febrero del año pasado se adjudicó en Francia el Campeonato del Mundo infantil oficioso. Un trofeo que tienen en sus vitrinas Juan Carlos Ferrero, Martina Hingis, Anna Kournikova –se confirma que ganó algo en individuales– y Anke Huber. Cinco meses después obtuvo eltítulo por equipos con la selección española. 

Pero estuvo combinando las bolas y las raquetas durante un tiempo con el fútbol. "Empecé con el tenis con cuatro años". A los 12 dejó a un lado los puntapiés al cuero por los trallazos con su derecha: "Seguí con el tenis porque me iba mejor y también porque compaginarlo todo y lo estudios era muy complicado. Ahora estoy en cuarto de ESO, aunque lo llevo mejor porque el Gobierno balear ha creado un colegio especial para deportistas y nos dan más facilidades", dice Rafael. 

Sus preferencias por Moyà ya han sido comentadas, aunque habla maravillas de todos los tenistas españoles: “El nivel aquí es altísimo. Yo prefiero jugar en pista rápida –entrena en green set tres días a la semana y otros tantos en tierra batida– porque mis mejores resultados han sido sobre esta superficie”. Dice que de sus golpes no destaca ninguno por encima del resto, aunque en principio tiene sus dudas: "Soy mejor desde el fondo; bueno,y tengo un buen drive, y un buen revés...". 

También piensa Rafael que los logros obtenidos por los tenistas españoles han venido muy bien para que los chavales se aficionen: "En la Escuela de Tecnificación de Palma –donde lleva cinco años– hay gente muy buena", afirma este mozarrón de 1,81 metros, 70 kilos y una zurda que es un cañón. 

Toni Nadal prefiere dar más relevancia a su carácter ganador dentro de la pista: "Es agresivo jugando y muy completo. Le pega muy bien". Y lo demostró ayer con un doble 6-4 ante un rival mucho mayor que él.