En dos mundos distintos (4-0)
El derbi de filiales · la crónica
El Sevilla Atlético, superior, vuelve a mirar hacia la zona noble tras golear a un Betis B que mostró sus enormes carencias y sufrió un riguroso arbitraje. El meta Pedro evitó un resultado aún más abultado.
El derbi chico fue un reflejo de la diferencia en la clasificación que existe a día de hoy entre el Sevilla Atlético y el Betis B, dos filiales que viven en mundos diferentes y que mostraron sensaciones bien distintas.
Fue un derbi igualado en los primeros veinte minutos, pero siempre con la sensación de más peligro por parte de los franjirrojos, muy concienciados de la superioridad sobre un rival que volvió a evidenciar las enormes carencias que tiene y que pide con urgencia materia prima en todas las líneas salvo en la portería, pues si no llega a ser por la buena actuación del meta Pedro, los de Heliópolis hubiesen encajado un resultado aún más abultado.
Desde el minuto uno, se vio un partido clásico de derbi, con mucha intensidad en dos equipos que salieron con papeles muy distintos. El cuadro nervionense intentó llevar la manija y tuvo más tiempo la posesión de la pelota, pero se encontró con un equipo verdiblanco bien plantado en el campo e intentando crear peligro al contraataque. Así, apenas hubo ocasiones de peligro en ninguna de las dos áreas en los primeros compases, hasta que con el paso de los minutos salió a relucir la mayor calidad de los franjirrojos, plasmada en la figura de Alberto Moreno, que tras una sensacional jugada individual cedió a Juanfran y éste enganchó un duro disparo que obligó al cancerbero Pedro a realizar una extraordinaria parada y mandar el balón a córner.
A renglón seguido, Atienza se encontró con un balón suelto, dentro del área, y enganchó un zapatazo al que Pedro respondió con otra soberbia intervención. El gol del Sevilla Atlético se veía venir, y llegó de la manera menos esperada, cometiendo Caro penalti, en el minuto 36, sobre Israel Puerto que acabó con la expulsión del defensa bético, por doble amarilla. Pero de nuevo, Pedro salvó al Betis B desviando el disparo, desde los once metros, de Jozabed. Pese a quedarse en inferioridad numérica, el conjunto de Puma aguantó el tipo y vio cómo el colegiado no expulsó a Israel Puerto en un claro derribo sobre Querol siendo el central el último hombre y encarando portería el atacante bético. Esa falta, a cinco minutos para el descanso, la botó Nono, que obligó a Julián a realizar una gran estirada para desviar el lanzamiento directo.
Tras el paso por la caseta, el Sevilla Atlético apabulló al filial bético con una marcha más para aprovechar su superioridad numérica. Salva, Jozabed y Rabello, que estuvieron a un altísimo nivel, engrasaron la maquinaria nervionense de tal manera que, en el minuto 49, los franjirrojos estuvieron cerca de inaugurar el marcador, pero Juanfran desaprovechó una clarísima ocasión en boca de gol. Y, al igual que en el primer tiempo, el gol sevillista llegó en una pena máxima por mano de Súper dentro del área en una pugna con Alberto Moreno, que se marchaba una y otra vez de Manu Palancar demostrando una gran potencia y habilidad. El propio interior zurdo lanzó el penalti, Pedro lo desvió y cazó el rechazo para hacer el 1-0, en el 52.
Minutos después, Rabello botó una falta rigurosa de Manu Palancar sobre Alberto Moreno, y Jozabed, libre de marca en el segundo palo, hizo el 2-0. Supuso casi la sentencia definitiva para un cuadro verdiblanco desquiciado, cuatro minutos después, por la actuación de Perdigones Pacheco, que señaló otra pena máxima más que dudosa por derribo de Manu Palancar sobre Rabello.
Álex Rubio, en esta ocasión, sí acertó a engañar al guardameta bético para hacer el tercero en el 64. La impotencia del Betis B quedó reflejada en la expulsión de Carlos García, que golpeó a un rival sin intención de jugar la pelota. Ahí murió el derbi, aunque el Sevilla Atlético aún tuvo tiempo de hacer el cuarto en un contragolpe, con el tiempo casi cumplido. Punto final a un duelo que dejó a los dos filiales en situaciones muy diferentes.
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