Muere un futbolista tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza durante un partido

El futbolista chino Guo Jiaxuan, de 18 años, ha fallecido este miércoles en Pekín tras no poder recuperarse de las graves lesiones sufridas el pasado 6 de febrero durante un partido en Alcobendas (Madrid). El joven, que militaba en el equipo sub-21 del Beijing Guoan, se encontraba en estado crítico desde que sufriera un fuerte golpe en la cabeza tras colisionar con otro jugador durante un encuentro disputado en la ciudad deportiva Valdelasfuentes.

Los hechos ocurrieron sobre las 11:00 horas cuando el RC Alcobendas se enfrentaba a un conjunto chino que había viajado a España para realizar una concentración de pretemporada. Durante una acción del juego, Jiaxuan impactó violentamente contra un rival, golpeándose la cabeza y desplomándose inconsciente sobre el césped. La rápida intervención de los servicios de emergencia del Summa-112 fue crucial, ya que encontraron al deportista en parada cardiorrespiratoria. Tras estabilizarle, fue trasladado en helicóptero sanitario al Hospital 12 de Octubre con pronóstico muy grave.

En el centro hospitalario madrileño, los médicos indujeron el coma al paciente, pero posteriormente se declaró su muerte cerebral debido a una hemorragia intracraneal. El 13 de febrero, apenas una semana después del incidente, Guo fue repatriado mediante un vuelo médico especial a un hospital de Pekín, donde su condición no mostró mejoría alguna. Finalmente, tras sufrir una crisis de estabilidad multifuncional, el joven deportista falleció ayer por la tarde.

Prometedora carrera truncada

Guo Jiaxuan destacaba como una de las jóvenes promesas del fútbol chino. Había forjado parte de su formación en las categorías inferiores del Bayern de Múnich y contaba con experiencia en competiciones juveniles y en la Superliga china sub-19. Su proyección le había permitido incluso ser convocado por las selecciones nacionales de categorías inferiores de su país, donde era un jugador reconocido pese a su juventud.

El trágico accidente ha conmocionado tanto a la comunidad deportiva española como a la china, poniendo de manifiesto los riesgos inherentes a la práctica deportiva de alto nivel, incluso en situaciones aparentemente rutinarias de juego.