La montaña rusa de Sampaoli
sevilla | espanyol
La excelsa calidad de los numerosos hombres de ataque justifica con una goleada de época tanto riesgo. Exitoso dibujo casi prehistórico de 2-3-5.
¿Es revolucionario el fútbol ofensivo de Sampaoli o es una nostálgica vuelta al pasado? Mientras se ajustan bien las piezas de este Sevilla embrionario no se puede calificar sino de kamikaze su puesta en escena en Nervión. El argentino combatió las dudas generadas por las Supercopas con una vuelta de tuerca más a su apuesta innegociable. El resultado fue un 6-4 de otra época, de los tiempos de la línea del miedo en los años 20 o la más conocida delantera Stuka en los 30 y 40.
Los jugadores del Sevilla abrirían los ojos como platos ante la pizarra que expondría el míster: Pareja y Mercado de defensas; N'Zonzi flanqueado por Mariano y Vitolo como presuntos carrileros, ni siquiera laterales largos; una línea de tres interiores, Sarabia, Franco Vázquez y Kiyotake; y dos puntas, Vietto y Ben Yedder.
El éxito final llegó por la excelsa calidad de los numerosos hombres de ataque y un mejor ajuste en los repliegues, en una montaña rusa de emociones.
DEFENSA
Pareja y Mercado, ayudados unas veces por N'Zonzi y otras por uno de los dos carrileros, casi nunca por una línea replegada en bloque, sufrieron ante las escasas oleadas espanyolistas. Cualquier desacierto en la salida lo pagó muy caro el Sevilla en la primera mitad. Luego, Sampaoli ordenó un mejor ajuste, más orden en el repliegue y más ayudas. Pero lo que de verdad contribuyó a que el equipo le diera la vuelta al marcador fue que empezó a defender como el técnico argentino quiere, con el dominio del balón.
ATAQUE
Mariano y Vitolo iniciando por fuera los ataques y N'Zonzi por dentro. La calidad de Sarabia, Franco Vázquez y Kiyotake por dentro propició que el Sevilla marcara media docena de goles, que incluso pudieron ser más, porque tuvo mucha pegada.
VIRTUDES
Calidad, verticalidad y gol.
TALÓN DE AQUILES
Cualquier pérdida es un susto.
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