90 minutos con el corazón partido
En las localidades fronterizas de Ayamonte y Villarreal de San Antonio se vivió el encuentro con enorme pasión · "¡Illa, illa, illa, Villa maravilla!", cantaron los jóvenes hispanos tras el gol del 'Guaje'
La Península Ibérica estuvo con el corazón partido durante 90 minutos. El encuentro de anoche entre España y Portugal fue seguido por millones de personas de ambos países, pendientes de lo que sucedía en estadio Green Point de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
En Villarreal de San Antonio, población lusa fronteriza con Ayamonte (Huelva), comenzó el choque a las 19:30 (hora portuguesa). La plaza del Marqués de Pombal es uno de los puntos neurálgicos del municipio. Allí se ubica la peña del Sporting Clube, donde una veintena de aficionados vermelhos seguía con expectación el encuentro. A menos de veinte metros, en el snack bar Monumental y en el Manjar Do Marqués, había instaladas cuatro pantallas gigantes donde podían verse seguidores con camisetas verdes y rojas. El propietario de ambos establecimientos, Rui Calero, confiaba en que su equipo repitiera la victoria de hace poco más de seis años, cuando Portugal organizó la Eurocopa en 2004 y derrotó por 1-0 a la selección española en el estadio José Alvalade. A la pregunta de qué jugador rival consideraba más peligroso respondió con un premonitorio "David Villa". En cambio Manuel Carvalho, uno de los directivos de la peña del club lisboeta, tenía la esperanza "de una gran actuación de Cristiano Ronaldo", algo que no sucedió.
En las terrazas también había algunas familias españolas siguiendo tranquilamente el desarrollo del partido. Como la de Javier Castro, un palentino que pasa unos días de vacaciones en Isla Cristina acompañado por su esposa y tres hijos, y que no dudó en cruzar la frontera en la desembocadura del río Guadiana para vivir el ambiente en otro país. "Tengo esperanzas de pasar. En la primera parte, que ha sido bastante igualada, hemos jugado algo mejor", decía.
La Raya, como popularmente se conoce la frontera que separa ambas naciones, ocupa una extensión de unos 1.292 kilómetros que ocupan diversas comunidades autónomas: Galicia (con las provincias de Pontevedra y Orense), Castilla y León (Zamora y Salamanca), Extremadura (Cáceres y Badajoz) y Andalucía (Huelva).
En el descanso el arriba firmante y el redactor gráfico regresamos a España para vivir en Ayamonte la segunda parte. En la calle Médico Rey García, conocida en el municipio como la calle de la moda, cientos de jóvenes presencian el partido. A diferencia de otras zonas de España (especialmente en Cataluña y el País Vasco) donde es extraño ver en la calle a gente con una bandera rojigualda o luciendo una camiseta de la selección, allí hay muchísimos chavales animando sin descanso a su equipo.
Juan Ismael Barroso, responsable del café bar Tentempié, tiene mucho trabajo. No para de servir consumiciones, bocadillos y montaditos. Curiosamente allí trabaja Valeria Guerrero, una joven lisboeta enfundada en una elástica portuguesa. "Lo llevo un poco mal", confiesa segundos después del gol de Villa, en el minuto 63.
El tanto del Guaje alimenta las esperanzas hispanas. Se suceden los cánticos de "España, España, España", y lógicamente también el "¡Illa, illa, illa, Villa maravilla!".
Tony Blundell es un inglés natural de Liverpool que llegó el pasado domingo a tierras onubenses y que también siguió la contienda animando a La Roja. "Los jugadores de Inglaterra ganan demasiado dinero y no lo han hecho bien en el Mundial, aunque ante Alemania nos robaron un gol legal de Lampard que pudo ser el 2-2 antes del descanso-recuerda-. No hay camaradería en el equipo, algo muy diferente a lo que sucede con España, que es una de mis favoritas para llegar a la final", concluye.
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