Una luz entre las sombras
Jesús Navas, que completó el entrenamiento físico y táctico, es la gran esperanza de un Sevilla tocado en lo anímico y con los efectivos justos · El regreso de Duscher palía el enorme vacío de la medular
La peor racha que se recuerda en Nervión en mucho tiempo ha llenado de dudas la respuesta que pueda dar el Sevilla mañana ante el Barcelona. Ni siquiera el 1-2 de la ida parece aclarar el camino de sombras que atraviesa en este momento el equipo de Manuel Jiménez, cuya imagen en el Sánchez-Pizjuán está deteriorando la figura de su entrenador, quien además cuenta con una lista de bajas de la que ya se pierde la cuenta entre unos factores y otros. Por eso, la sonrisa que lucía ayer Jesús Navas en el entrenamiento del equipo alumbró ese túnel oscuro que ha aparecido en el paso de 2009 a 2010. Es la gran esperanza de un Sevilla cogido con alfileres y que necesita aunar energías para una cita de primerísimo nivel con el mejor equipo del mundo.
El palaciego, lesionado en el Camp Nou en la cadera, completó la sesión física y táctica de ayer. Y eso ya es una buena notica en una plantilla en la que un día sí y otro también se vienen produciendo malas nuevas, como la de Squillaci. Con Perotti y Konko entre algodones en espera de que hoy se decida su concurso, a Jiménez le crecen los problemas alrededor como hongos en la humedad invernal del bosque, aunque ayer recuperó también a Fernando Navarro.
Ayer, apenas 15 profesionales estuvieron a sus órdenes en la ciudad deportiva. Ni para completar una convocatoria de diecieseisavos de final de la Copa. Ya estamos en octavos y la Federación Española habilita para citar a 18 jugadores, pero si Perotti y Konko no llegan a la cita, Jiménez tendrá que llamar al servicio nuevamente a tres futbolistas del filial, uno menos que el día del Racing.
Entre esos 15 futbolistas de la primera plantilla estaban Duscher, que fue baja por sanción el sábado, y Stankevicius, que podría ser una opción para la defensa si el técnico sevillista opta por adelantar a Adriano, quien tampoco está para muchos trotes tras precipitar su enésimo regreso, para reforzar la medular ante la incertidumbre de esa zona y la duda de Perotti.
El argentino sí puede paliar en cierta forma el gran problema que está evidenciando el Sevilla en los últimos partidos: la ausencia de un jugador que cierre por delante de la defensa. Lolo, otro como Adriano que se vio obligado a anticipar su vuelta al once por la merma de efectivos, no supo sostener al equipo ante el Racing, por lo que Jiménez podría decantarse por Duscher como medio de cierre, por detrás de Romaric y Renato. Que el brasileño actúe como interior junto al marfileño y no como mediapunta puede ser una de las soluciones de la medular sevillista, aunque también está cargado de partidos y el equipo necesita frescura ante el centro del campo azulgrana.
La rápida cirulación del balón y la transición defensa-ataque, los constantes movimientos y la petición de dinamismo a hombres como Kone y Negredo fueron las cosignas que dio Jiménez en la sesión táctica de ayer. Obviamente, el compromiso en la presión será clave para que el Barcelona, motivado por la necesidad de remontar, no meta en la cueva al Sevilla.
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