La lógica del descarte

La final de la Copa del Rey entre el Sevilla y el Barcelona se celebrará el domingo 22 de mayo en el estadio Vicente Calderón, con la hora aún por concretar. Así lo comunicaron ayer las partes implicadas, la propia Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y los dos clubes en sus respectivas webs oficiales. José Castro estuvo presente en la reunión de la junta directiva de la RFEF y posteriormente valoró la designación y el traslado de la fecha un día, pues en principio estaba fijada para el sábado 21 de mayo. Para el Sevilla concurren dos circunstancias novedosas, pues nunca ha jugado una final de la Copa de España frente al Barcelona y tampoco ha disputado ninguna final en el estadio del Atlético. "El Calderón tiene 55.000 plazas y es un magnífico escenario para la final", dijo el presidente blanco.

Se impuso la lógica del descarte, ya que ambos clubes habían solicitado el escenario con mayor capacidad y que ofreciera el desplazamiento más cómodo para ambas aficiones. Tanto Sevilla como Barcelona le dieron prioridad al Santiago Bernabéu por capacidad, pero el Madrid, absolutamente contrario a ofrecer su estadio al Barça, ya había buscado la excusa perfecta para evitar el sonrojo de tener que negarse de nuevo a tal solicitud, un concierto de Bruce Springsteen. Precisamente el hecho de que se esperen unos 80.000 espectadores en el concierto fijado para el 21 de mayo ha influido como uno de los factores para que se retrase al domingo 22.

Pero el otro factor determinante es la opción de que el Sevilla vaya avanzando en la Liga Europa, cuya final está fijada para el miércoles 18 de mayo en Basilea. "La capital de España es el sitio idóneo para la final, es lo que queríamos y por eso hablamos en los días previos con el presidente del Barcelona, para qué íbamos a retrasar más la decisión. Me marcho satisfecho, teníamos que hacer valer que fuera el día 22 por lo que pueda ocurrir. Somos conscientes de que el 21 habría sido mejor día porque es sábado, pero es una final y seguro que la afición del Sevilla va a estar ahí apoyando en el mayor número posible". El Barcelona, que también oposita a la final de la Liga de Campeones, no puso pega, ya que se disputa una semana después, el 28 en Milán.

También influye que la Casa Real quiere saber con la máxima antelación posible una fecha fija y sin peligro de ser movida para ir perfilando la agenda del rey Felipe, que debe presidir la final y entregar el trofeo.

En la web del Barcelona recordaron que "el Vicente Calderón da buenos recuerdos al barcelonismo". El equipo azulgrana ganó allí el último título de la era Guardiola (3-0 al Athletic de Bilbao). Fue en 2012 y los clubes se repartieron 40.000 entradas de las 54.907 localidades que tiene el Calderón, y el resto fue para la Federación. Ahora podrían corresponder igualmente 20.000 entradas para cada club, que ya decidirán cómo harán el reparto entre sus socios y sus compromisos. El Athletic, por ejemplo, se quedó con 3.000 para compromisos del club y repartió entre sus socios 17.000 localidades.

En ese margen se podría mover el Sevilla. Ahora habrá una serie de reuniones para ir fijando el reparto de entradas, el horario de acuerdo con las necesidades del contrato televisivo de la Federación y otros aspectos logísticos. "Para una final como ésta necesitaríamos tres estadios para las dos aficiones, no ha sido posible el Bernabéu, era una buena opción el Manzanares y ya los días previos, conociendo que había un concierto el 21 en el Bernabéu, meditamos que fuera el Calderón -explicó en SFC Radio Castro-. El Altético de Madrid, por boca su presidente, nos ofreció su estadio y eso es lo que hemos aprobado en la reunión de la Federación. Eso, y dejar fijado que fuera el 22 de mayo, ya que estamos en la Europa League y hemos llegado a las dos finales anteriores".