La lógica asoma un minutito tarde

Real Sociedad - Betis · Informe técnico

Mel, impelido por la fatiga, apostó de salida por un once raro que no resultó. Cuando iba a entrar Beñat, marcó Carlos Vela.

Foto: Javi Colmenero
Foto: Javi Colmenero
Javier Mérida

11 de abril 2012 - 05:02

Mel apostó en Anoeta por un once inicial en el que, a buen seguro, ni él mismo creería lo suficiente. Obligado por alguna baja como la de Nelson y por la fatiga que acumulaban hombres como Beñat o Jonathan Pereira, compuso una alineación en la que, además, quiso premiar el buen partido de Amaya en La Rosaleda sentando a Dorado, relevo que tampoco ofreció el resultado deseado en el juego aéreo.

Corolario: dos cambios en defensa, uno en cada costado; una pareja de medios centro, la que forman Cañas e Iriney, que no agrada ni al propio entrenador; y el regreso estelar de Salva Sevilla para que el virgitano devolviese una vez más una camiseta que quizá, por el trabajo del último mes, merecía más Matilla.

Defensa

Si la entrada de Amaya era por algún miedo a los balones colgados al área, el experimento salió rana, pues el Betis casi nunca ganó esas pugnas y debió dar gracias a Fabricio en más de una ocasión. Por delante, el supuesto tapón que debían formar Cañas e Iriney tampoco funcionó. A la vez se sitúan uno al lado del otro y a ambos les gusta un compañero para no repartir tan equitativamente la línea y poder situarse más centrado. Es como si el Betis perdiese un futbolista.

Y lo notó. Porque, además, en la banda derecha se generó un peligroso agujero. Chica acusó la inactividad y vendió su espalda con peligro en el gol y en otro par de ocasiones, con el eximente de que vivió un partido de nervios por la escasa ayuda que le prestó Salva Sevilla, quien jugó más cerca de la banda que nunca para que el 4-4-2 fuese menos asimétrico que nunca y se asemejase más al victorioso de las últimas semanas. Pero el virgitano, ahí, no defiende y le cuesta más generar algo de juego.

Ataque

Salvo un error de Ansotegi que aprovechó Jefferson Montero, nada hizo el Betis hasta que ingresó Beñat. Mel preparaba ya la entrada del vasco y justo llegó el gol de Carlos Vela. Con éste y Jonathan Pereira, el Betis sí aprovechó, además, que la Real cedió metros. El ecuatoriano, muy activo, comenzó a hacer daño hasta que le dio el gol a Rubén Castro, ya disfrutando con un Betis más ortodoxo y combinativo en ataque.

Virtudes

La media hora de Beñat, que revolucionó el equipo.

Talón de Aquiles

Mel debe ser capaz de armar un buen Betis también sin el vasco.

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