"Le lloré a mi padre para salir de Cabo Verde"

El Mundial lo esperaba a la vuelta de la esquina, justo en su madurez. Pero el descenso del Betis ha perjudicado sobremanera a Nelson Augusto Tomar Marcos (Ilha do Sal, Cabo Verde, 10-06-83), quien prefiere pensar en ascender con el Betis y dejar la selección de Portugal para un futuro próximo. El lateral verdiblanco, en su mejor momento del curso, reclama además protagonismo para el África negra.

-Me gustaría que me hablase del Mundial. En nada empieza y a usted lo cogerá en Salamanca.

-Pero antes de ése tenemos un partido importante con el Numancia en el que nos lo jugamos todo. Y ahora sólo estoy pensando en jugar ese partido el sábado.

-¿Entonces no le ha afectado que quizá por culpa del descenso se haya quedado fuera de la lista de Carlos Queiroz?

-Sí, pero lo que más triste me dejó esta temporada es no haber podido demostrar mi valor dentro del campo. Fue un año muy difícil para mí por las lesiones y perdí mucha fuerza psicológica, pero gracias a Dios ya estamos a final de temporada y anímicamente estoy a tope otra vez porque superé lo malo. Pero claro que fue frustrante no poder dar lo mejor al equipo y no demostrar que podía ir a la selección. Me quedé triste, pero nunca perdí toda la fuerza y ahora vuelvo a estar contento y sólo pienso en el ascenso, que apagaría todos los males.

-Además, es joven y con 31 años le llegará otro Mundial…

-Claro. Tengo mi ilusión y sé que puedo volver a la selección si hago bien mi trabajo en el Betis. Es un objetivo que tengo muy claro en mi cabeza porque tengo capacidad y sé que puedo conseguirlo, pero primero hay que ascender y luego comenzar fuerte el próximo curso.

-¡Vaya grupo que le ha tocado a Portugal: Brasil, Costa de Marfil y Corea del Sur!

-Es muy competitivo, pero Portugal tiene una selección muy fuerte y creo en ella. Debe empezar bien, ganar el primer partido y a partir de ahí todo le irá bien.

-Pero empató (0-0) la semana pasada con la selección de su país, Cabo Verde, en Covilha...

-Es verdad. Pude asistir y quedé contento por el empate y por cómo ha evolucionado el fútbol en Cabo Verde desde que yo salí.

-¿Con qué edad abandonó su casa en Ilha do Sal?

-Con 17 años. Y suelo volver cada año, aunque llevo tres sin ir porque mi padre estuvo enfermo en Portugal. Pero este verano me acercaré a limpiar la mente y el cuerpo también, porque volver a casa siempre es bueno, me gusta sentir el calor humano de la familia y de mis amigos y, además, Cabo Verde es un país que me encanta, sinceramente lo echo de menos.

-Además este año habrá llovido más y su isla estará preciosa, más verde…

-Sí. No verde, porque allí llueve poco de todos modos. Allí hay sol y viento, pero hablo con mis padres y hermanos todas las semanas y me dicen que todos están muy contentos porque este año consiguieron cultivar. Por eso yo estoy feliz y quiero verlos a ellos así, felices.

-Imagino que saldría de allí para jugar al fútbol…

-Ya con 15 años tuve la oportunidad de ir a jugar a Portugal, pero mi padre no me dejó porque era muy joven. Aunque siempre fue mi sueño jugar en un club grande de Europa y disfrutar del fútbol y, por suerte, lo conseguí. Mi padre, cuando me llamó el Villanovense dos años después, tampoco me quería dejar salir porque era menor de edad, pero hablé con él, lloré y, gracias a Dios, conseguí salir de mi país, porque allí no hay condiciones para ser un profesional. Me aventuré y no me arrepiento porque conseguí estar entre los mejores del mundo y disputar competiciones muy grandes.

-África cada día compite más y ahora incluso organizará un Mundial, pero ¿cuándo estará alguna selección en condiciones de llegar a una final o ganarlo?

-El fútbol se está igualando y en África hay mucha calidad; sólo hacen faltan condiciones para trabajar y educación futbolística. Cuando ello se dé, África será una potencia del fútbol mundial.

-¿Le falta al futbolista africano cultura táctica sobre todo?

-Sí. Todos los países son pobres y hace falta dinero para invertir en escuelas de fútbol, en la educación infantil en general. Porque allí la preocupación principal sigue siendo buscar la comida. Aunque creo que de aquí a diez años se invertirá más y se trabajará mejor la base.

-Pero últimamente la evolución está en el Magreb y en Egipto, sobre todo, y han bajado potencias del África negra como Nigeria, Camerún o Costa de Marfil.

-Egipto ha ganado las dos últimas Copas de África y ha demostrado su crecimiento, aunque es porque esos países tienen más condiciones económicas para formar jugadores. Pero el África negra también ha progresado desde que yo salí y lo noto, porque antes se jugaba sólo en la calle. Con la calidad que tenemos y avanzando en el terreno táctico, seremos competitivos.

-Algo desde luego hay, es evidente. ¡Cómo explicar de otro modo el referido empate de Cabo Verde en Portugal!

-Allí hay muchos jugadores buenos. Vas por las calles de Cabo Verde y se asombra uno de ver cómo los niños tratan la pelota, aunque seguramente no sabrían qué hacer en un partido. Pero eso se educa. Si eres muy inteligente pero no vas a la escuela, serás un inculto; pues el fútbol es igual. Por eso creo en el futuro del fútbol en África.

-¿Y del Betis qué cuenta?

-Hoy veo las cosas mejor. El año fue muy complicado por asimilar el descenso y por la presión por ascender, pero ahora tenemos confianza y fe en el equipo. Y espero, sinceramente, un final de temporada culminado con el ascenso.

-No juega bien el equipo, pero al menos es sólido atrás y gana. Suficiente.

-Claro. El ambiente es muy bueno y cuando todos buscamos lo mismo y remamos hacia el mismo lado es más fácil. Estoy contento porque todos estamos con mucha confianza por más que no consigamos encontrar un buen fútbol. En la Segunda División es muy difícil jugar por más que la gente no lo crea; personalmente, yo juego mucho mejor en Primera. Y hoy lo importante es ganar partidos y ascender, no vamos ahora, a falta de tres partidos, a intentar jugar bien. Lo que interesa son los tres puntos.

-El equipo no encaja goles desde que usted regresó a la zaga. Y en parte será por ello, porque se le ve más concentrado que antaño en las labores defensivas…

-Regresé en un momento en que el equipo no estaba muy bien en el plano anímico ni en ninguno. Pero yo sólo tuve la suerte de volver en el momento exacto, en el que el equipo estaba más unido y yo, con mis ganas de ayudar, pues he colaborado. Y hoy estoy con confianza y muchas ganas, más maduro y físicamente mucho mejor tras superar dos lesiones de tres meses, una de ellas, además, en pretemporada. Sufrí mucho, pero en la cabeza encontré la fuerza para curar mi cuerpo y conseguir dejarlo todo atrás.

-Su contrato finaliza en 2013. ¿Plantearía una salida si el Betis no ascendiese?

-Sinceramente, el año que viene no quiero jugar en Segunda. Y no voy a jugar, pero porque el equipo va a ascender. Voy a seguir aquí y ayudaré a que el club recupere su sitio en la élite de la Primera División española, porque con la afición que tiene el Betis no cabe otra cosa. Ése es mi único pensamiento, no tengo ahora ninguno negativo.