Más llegador que referencia

Raul Rusescu aterrizará en Sevilla en el mejor momento de su incipiente carrera, que comenzó en el Unirea Urziceni y continuó desde hace dos años en el Steaua de Bucarest, donde acaba de proclamarse campeón con su mejor registro goleador: 26 tantos en 47 partidos entre Liga y Liga Europa. Los 21 que logró en el campeonato rumano le han valido para ser señalado mejor futbolista del pasado curso en su país, pero los números no deben esconder su verdadero rol en el campo. El ya jugador sevillista es más un llegador, un mediapunta con olfato para posicionarse y buena técnica rematadora, que un ariete de referencia que fije a los centrales y pivote de espaldas para dar fluidez al juego.

Su fichaje responde mucho más a la necesidad del Sevilla de repartir mejor las tareas goleadoras que a ofrecer un posible relevo a Negredo. Monchi se apresuró a dejar claro este aspecto, entre otras cosas porque, de momento, cuenta con el goleador vallecano, aunque es posible que termine siendo protagonista de un jugoso traspaso a poco que el Atlético de Madrid haga efectivo con una buena oferta el acuerdo que tiene con el jugador. Pero también lo rechazó porque las características de Rusescu son distintas a las de Negredo.

El internacional rumano, que cumplirá el 9 de julio 25 años, ha jugado en varias posiciones durante la pasada temporada con el Steaua, tanto en la Liga I rumana como en la Liga Europa, donde acumula una buena experiencia e incluso estaba en la plantilla del Unirea que se enfrentó al Sevilla en la Champions en la temporada 09-10, aunque no jugó.

En muchas ocasiones ha estado acompañado por otro delantero que hacía de nueve, el brasileño Adi Rocha (12 goles en 26 partidos) o el montenegrino Nikolic (6 en 33), aunque en otras era el nuevo futbolista del Sevilla el que actuaba en punta. En algunos partidos de la pasada Liga Europa incluso actuó no ya de mediapunta en un 4-2-3-1, sino de interior derecho, en un 4-1-4-1. La capacidad para moverse en varios puestos del frente de ataque es una de sus características, e incluso llegó a jugar en la banda derecha en sus inicios en el Unirea, aunque su fuerte no es el desborde, sino llegar desde posiciones algo más retrasadas para sorprender al pisar el área.

Ahí es donde saca Rusescu su buena orientación para posicionarse ante el remate y su buena técnica de golpeo a la primera, a media e incluso larga distancia, con la derecha, su pierna buena, y también con la izquierda. Además, tiene frialdad para mirar en el área al compañero mejor situado para el remate, de ahí sus siete asistencias de gol. El rumano está llamado a acarrear más gol desde una segunda línea del ataque en la que el Sevilla siempre ha echado en falta más ayuda aparte de la de Rakitic (8 goles el pasado curso).