Bajo la llama de Nervión

El Sevilla y el sevillismo, en perfecta comunión, se aprestan a seguir defendiendo con uñas y dientes el honor de su fortín. La heroica remontada hasta igualar el 0-2 ante un Barcelona de otra galaxia ha revitalizado esa energía que mantiene el Ramón Sánchez-Pizjuán como único estadio invicto en el presente campeonato. Es el plus valiosísimo de jugar en Nervión. Los jugadores creen en este estímulo. La afición los empuja a ello y el equipo, en una perfecta correspondencia, responde arrebatado a la menor señal de orgullo. Ahora llega el Zenit de San Petersburgo, otro líder, otro superequipo, y el coliseo de Eduardo Dato vuelve a ponerse a prueba.

La fortaleza del Pizjuán no es un asunto anecdótico ni casual. Los análisis pospartido de especialistas y jugadores incidieron en la importancia que tuvo la fe tanto de los jugadores del Sevilla como de sus aficionados para que la disertación que estaba realizando el Barcelona quedara en casi nada. El punto no es pírrico, porque insufla nueva energía al Sevilla y su afición ante los nuevos retos que se les presentan en esta apasionante primavera. La prueba de ese importante factor está en los comentarios de la prensa barcelonesa. "Unai Emery envió a su equipo a por el Barça tras el descanso. Lo volcó literalmente, encendido, sobre su enemigo en busca de un gol que el Sánchez-Pizjuán reclamaba con una animación impresionante (...) El estado anímico del sevillismo era de victoria, se respiraba esa convicción en las gradas", destacaba el Mundo Deportivo en su crónica del partido. Otro diario filoazulgrana, el Sport, también destacaba el aspecto ambiental y esa indestructible creencia de equipo y afición en que nadie puede deshonrar su feudo. "El empuje del Pizjuán, y un gol de Banega en el 37', hicieron perder la brújula a los de Luis Enrique".

Esa atmósfera épica es fruto de la perseverancia del equipo de Unai Emery ante una afición que se entrega cuando ve que los que están el césped dan el do de pecho, aunque les estén dando un baño de fútbol, como pasó durante 35 minutos el sábado. Y la consecuencia es que entre equipo y afición han creado un mito, sobre la base de una realidad que viene repitiéndose desde hace más de un año. El Sevilla acumula 32 partidos sin perder en Nervión entre todas las competiciones desde aquel 13 de marzo de 2014 en el que el Betis se impuso en la ida de los octavos de final de la Liga Europa: 22 de Liga, siete europeos y tres de Copa, con un cómputo de 26 triunfos y seis empates (todos en Liga, Valencia, Levante, Eibar, Atlético y Barcelona este curso y Villarreal el pasado).

Si se toman sólo los partidos ligueros, la racha es aún más antigua, pues comienza tras la derrota ante el Barcelona el 9 de febrero de 2014. Desde entonces, el equipo de Emery acumula 24 partidos de Liga sin caer en casa, otra marca del técnico guipuzcoano, que supera incluso los 23 partidos sin perder que lucía hasta ahora el Sevilla, una racha que logró entre las temporadas 72-73 y 73-74... en Segunda División.

Si con el empate ante el Barcelona el Sevilla superó los 14 meses sin perder en Liga, hoy se cumplen precisamente 13 meses desde la última derrota en un partido oficial. Y este dato es la mejor antesala para recibir al poderoso Zenit de San Petersburgo, un equipo que va a ganar sobrado la liga rusa. La ida de los cuartos de final de la Europa League se presenta apasionante entre un equipo rocoso, físico y con la confianza que le dan sus resultados en Rusia y el tricampeón de este torneo, impulsado por su gente y su histórica racha. El Zenit es un equipo de Champions que ansía reverdecer su gloria europea, que alcanzó en 2008 dándole relevo en la UEFA al Sevilla. Las bajas el jueves de Danny, Hulk, Criscito y Smolnikov, todos titulares de André Villas-Boas, le dan cierta ventaja técnica al Sevilla en la ida. La vuelta será durísima y el equipo de Emery bien haría en aprovechar su actual impulso.

Los suplentes del Sevilla, los que más marcan, con Gameiro líder: 6

Una de las claves de la gran temporada del Sevilla es la aportación fundamental de los hombres de refresco. Más allá de la importancia de tener a suplentes de lujo como Reyes, Mbia o Gameiro, los tres que salieron ante el Barcelona con participación decisiva de los dos atacantes, la plantilla sevillista es la que cuenta con más jugadores que marcan saliendo desde el banquillo. Según el especialista Pedro Martín (@pedritonumeros), el Sevilla ha logrado 10 goles gracias a la aportación de hombres que han salido durante el partido, más que ningún equipo de la Liga. El que encabeza esta envidiable estadística es Gameiro. El francés marcó ante el Barcelona su séptimo gol en la Liga, habiendo marcado seis como suplente. Sólo ante el Levante marcó como titular Gameiro, que suma 14 goles en los tres torneos (2 en Europa).