'Tres leones' para merendar (4-1)
Octavos de Final · Alemania-Inglaterra
Alemania pasa a cuartos con justicia tras golear a una Inglaterra con más corazón que juego. El árbitro se comió un 'gol fantasma' de Lampard que entró y no subió al marcador con 2-1.
Si algo está haciendo el fútbol en este Mundial es justicia. La hizo con Francia en primera fase y la ha hecho en octavos con Inglaterra. Hace 44 años, un gol de Geoff Hurst en la prórroga de la final del Mundial de Inglaterra 1966 que en realidad no entró fue dado por bueno para que los ingleses ganaran ante Alemania su primer Mundial. La historia se ha vengado este domingo con saña de ese tanto. Alemania ganaba 2-1. Upson acababa de hacer el empate y un disparo made in Lampard se estrellaba en el larguero y botaba medio metro dentro del marco alemán. Todo el mundo lo vio, pero quienes lo tenían que ver no. Podía haber cambiado el partido, pero éste quedó al punto para que Özil y compañía hicieran sangre a la contra y acabaran disfrutando humillando a los ingleses con un 4-1 que les da el pase a cuartos. Excesivo, pero justo.
Las tripas de Capello tienen que estar buenas después de lo que ha visto en Bloemfontein. No sólo por el gol fantasma que se le negó, sino por el despropósito en que se ha convertido su equipo en un aspecto del juego capital para él: la defensa. Al italiano le gusta el olor del napalm por la mañana en la retaguardia y su principal mando no ha estado muy fino.
Terry falló en los dos primeros goles alemanes y el equipo entero en los dos últimos, en los que transformó jugadas de ataque en los tantos de la sentencia al contragolpe. Además, un tipo de 37 años como Klose ha ganado en velocidad cuando y como ha querido al central del Chelsea y a su pareja, Upson. Lo dicho, un despropósito acrecentado si se tiene en frente a Alemania, y más a esta Alemania.
El equipo de Löw conjuga un juego vivo y descarado con Özil, Müller y Podolski y la tradicional eficiencia germana. Un máquina de fabricar ocasiones que a poco que encuentre un 9 que pueda jubilar a Klose en años venideros amenaza con hacer leyenda si sigue así. Sí gana un Mundial superando a Inglaterra en octavos, a la Argentina que le puede tocar en cuartos y a los que toquen en semifinales y la final. Eso sí que sería ganar un Mundial por derecho. Pero tiene como rémora su zaga y a ratos la portería, y eso puede echarlo todo a perder.
Cuando los pross han apretado un poco a base de orgullo -aunque sin juego-, los centrales germanos y su guardameta han temblado. Ya dieron muestras de inseguridad ante la presencia de Gyan contra Ghana, pero el gol de Upson ha sido la prueba irrefutable. Un balón claro en el área pequeña y Neuer, un tío de 1,90 centímetros, no llega ni a tocarlo y deja la portería vacía para que se remate a placer. Luego, en una falta lanzada por Lampard desde 35 metros ni mete las manos y deja que se estrelle en el larguero, para su afortunada salvación. Con el empate, Alemania seguramente no habría matado como lo ha hecho al contragolpe. Löw tiene que buscar una solución a eso.
El duelo, por historia, las deudas pendientes de dos países que han luchado en bandos diferentes en dos guerras mundiales, por fútbol ... prometía y ha sido el mejor partido visto en Sudáfrica hasta ahora. Olía a fútbol añejo y los goles empezaron a caer pronto. Un pelotazo largo de Neuer cuyo bote se tragaba Terry era aprovechado por Klose en el minuto 20 para batir a James -lento también en la salida- tras ganarle la posición a Upson.
En el 32, una jugada en la parte derecha del ataque seña de identidad de esta Alemania, rápida y letal en las inmediaciones del área, acababa con el balón en las botas de Podolski en el segundo palo, que se lo colaba a James entre las piernas tras un mal control. Pero para que la pelota le llegara al delantero de origen polaco, antes Terry había perseguido a Klose hasta la banda, dejando un agujero tremendo detrás que era aprovechado por Müller, el letal asistente del tanto. Otra vez Terry...
Los ingleses tiraban de orgullo y llegaba el gol de Upson en un corner en el 37. Acto seguido, la polémica jugada del gol fantasma de Lampard. Hasta Capello lo había celebrado en la banda. La renovada fe inglesa en el gol hacía presagiar una segunda mitad intensa. Así comenzó. Acoso inglés y los alemanes replegados para golpear en la salida.
Tras una falta al larguero de Lampard, otro tiro libre fue estrellado en la barrera y propiciaba el contragolpe del primer derechazo a la mandíbula británica. Tres toques y Müller con posición de disparo franco. James tapaba mal su palo y servía el tercer gol germano en el 67.
Sin tiempo para la reacción, en el 70, otro contragolpe, éste comandado por Özil por la izquierda, finalizaba en otro gol de Müller. Esta vez la culpa no la tuvo James, que se quedó vendido. Fue Barry al que no se le ocurrió derribar pegado a la cal al alemán de origen turco.
Estaba todo hecho y Löw se permitía el lujo de cambiar a Müller, Özil y Klose para bajar una marcha y reservar sus piernas de la impotencia rival. A bailar a los ingleses al toque y a digerir a los tres leones –como también se conoce a Inglaterra por los leones de su bandera- que se acababan de comer. Ahora Alemania si que asusta. No come minucias, come de verdad.
4 - Alemania; Manuel Neuer; Philipp Lahm, Arne Friedrich, Per Mertesacker, Jerome Boateng; Sami Khedira, Bastian Schweinsteiger, Thomas Müller (Piotr Trochowski, m.72); Mesut Ozil (Stefan Kiessling, m.83; Lukas Podolski, Miroslav Klose (Mario Gómez, m.72).
1 - Inglaterra: David James; Glenn Johnson, Matt Upson, John Terry, Ashley Cole; James Milner (Joe Cole, m.63), Steven Gerrard, Frank Lampard, Gareth Barry; Wayne Rooney y Jermain Defoe (Emile Heskey, m.72).
Goles: 1-0, m.20: Klose. 2-0, m.32: Podolski. 2-1, m.37: Upson. 3-1, m.67: Müller. 4-1, m.70: Müller.
Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Tarjetas amarillas a Friedrich, por Alemania, y a Johnson por Inglaterra.
Incidencias: partido de octavos de final disputado en el estadio Free State de Bloemfontain. Lleno. 40.911 espectadores.
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