El lastre físico más el lastre táctico

El primer Sevilla de 2015 estuvo condicionado por haber sido el primer equipo en afrontar el parón navideño. Desde el viernes 26, Unai Emery se reencontró con sus jugadores y los sometió a varios días de dobles sesiones, con mucha carga física, para afrontar con garantías el duro mes de enero, con partidos de Copa intersemanales, y el de febrero, con el partido pendiente del Bernabéu y la eliminatoria europea. Sobre el césped, el Celta estuvo mejor puesto incluso con un jugador menos desde la expulsión de Planas. ¿O no era un problema de posicionamiento? Sin frescura es imposible la precisión. Y sin un organizador claro, el Sevilla corrió más en tareas defensivas, con buenos posicionamientos, que en las ofensivas, con muchas conducciones sin finalización por la falta de combinaciones. La duda es si fue antes el huevo de la carga física o la gallina del defecto táctico. El resultado fue el mismo: victoria gracias a un golpe franco en un partido más que espeso.

DEFENSA

Emery optó de nuevo por Aleix Vidal en el lateral derecho ya que Coke sale de una operación de nariz, y el Celta buscó su flanco, con Orellana, con Charles, con Planas hasta la expulsión, con Krohn-Dehli... La banda derecha, de la que Reyes partía para construir, fue una invitación al rival, aunque los centrales, primero Pareja y Carriço y luego el argentino y Fernando Navarro, siempre estuvieron atentos a los posibles desajustes exteriores. Y Krychowiak se fue anclando conforme el Celta se hizo dominador de la medular, lo que pobló el eje del sistema defensivo e impidió que las intentonas de los gallegos tuvieran continuidad.

Con el cambio de Tremoulinas por Mbia, el técnico recompuso la defensa, pasando Fernando Navarro a la posición de central para que Carriço se sumara al eje de la medular. Pese a jugar con uno más, Emery prefirió no trastocar su plan de jugar con dos medios de cierre y eso multiplicó las piernas para cortar y presionar. Por ello, pese a que el Celta dominó muchas fases, apenas llegó con claridad, salvo cuando Aleix Vidal descuidó su espalda o en jugadas a balón parado.

ATAQUE

El lastre físico cargó las piernas de los hombres creativos. Los mediapuntas, además de correr para presionar, tuvieron que dar algún paso atrás para hilar el juego. Lo hicieron todos, sobre todo Reyes, pero también Denis Suárez, Vitolo y Banega cuando salió. Al juego le faltó cohesión por la ausencia de un manijero claro -Krychowiak y Carriço no lo son- y por la falta de precisión para controlar y combinar con rapidez. Sólo cuando el paso de los minutos igualó las fuerzas por defecto, Reyes emergió con su clase para construir paredes, cambiar el juego, llevar contras y llegar al área con sus pinceladas. Pero pocos tuvieron la clarividencia o la precisión para acompañarlo con criterio. Bacca no supo jugar de espaldas y Vitolo estuvo espeso en el área.

VIRTUDES

Pareja fue decisivo con su gol y con sus cruces. Hay solidez.

TALÓN DE AQUILES

Tiene que tirar del equipo Reyes.