Judo | Los españoles 'Tato' Mosakhlishvili y Ai Tsunoda Roustant entonan el 'mea culpa'

París/'Tato' Mosakhlishvili y Ai Tsunoda Roustant rozaron este miércoles el metal olímpico en París, pero dos errores puntuales, asumidos por ellos mismos, dieron al traste con las esperanzas españolas de engordar su medallero.

El madrileño Fran Garrigós es, de momento, el único que ha conseguido una presea para el judo español en los Juegos, el pasado sábado en la categoría de los -60 kilos. Resta todavía otra baza, la de Niko Shera -georgiano nacionalizado español-, quien este jueves saltará al tatami del Campo de Marte en a categoría de -100 kilos.

En su debut olímpico, Mosakhlishvili, de 26 años, llegó a las semifinales en los -90, en las que cayó ante el georgiano Lasha Bekauri, quien terminó revalidando su título olímpico, pero tropezó en la pelea por el bronce ante el griego Theodoros Tselidis, decimoquinto del mundo.

"Lo tenía bien estudiado (a Tselidis), sabía lo que iba a hacer, pero un (falso) paso que di y cometí un error", declaró a la prensa Mosakhlishvili, respecto al waza-ari que concedió a su rival heleno y que a la postre significó su derrota en el pabellón del Campo de Marte, en las inmediaciones de la Torre Eiffel.

Mientras, Tsunoda, de 22 años, entró en el repesca por el bronce de los -70 kilos tras en caer en cuartos frente a la croata Barbara Matic, quien se consagró campeona olímpica, pero terminó cediendo, de manera inopinada, ante Michaela Polleres, tercera del mundo, por un ippon por la técnica de proyección sumi-gaeshi.

"He cometido un error que hago a veces en los entrenamientos y lo he pagado caro en el combate para el bronce", dijo a la prensa la catalana, sobre la maniobra en la que se dejó al descubierto y propició el agarre de su oponente.

Experiencias formadoras

Tato, georgiano nacionalizado español por decreto gubernamental en 2022, aseguró sentirse, a pesar del revés, "contento y muy orgulloso" de su recorrido. "Muchísimas gracias a los que me han ayudado y apoyado", declaró.

Con su judo exuberante, especialmente en las tres primeras eliminatorias, Mosakhlishvili se va de París como uno de los activos confirmados de España. El luchador, quien había llegado a España en 2020 de la mano del laureado Dojo de Brunete (Madrid) de Joaquín Ruiz 'Quino', preparó estos Juegos al abrigo de la Federación Valenciana de Judo en el club de Sogoi Uriarte, antiguo judoca olímpico español.

Tsunoda aseguró que sus primeros Juegos han sido una "experiencia enriquecedora", a pesar del mal trago de la lucha por el bronce. La judoca defendió también su estilo ofensivo en el tatami.

"Cuando mi mejor judo sale, es cuando estoy con luz, con energía, que nadie pueda pararme", indicó. La luchadora dijo que hablará con sus padres para ver en qué puede mejorar.

Tsunoda ha bebido judo tanto de su padre Go -maestro japonés de este deporte y entrenador olímpico de Portugal en Rio y del Reino Unido en Tokio- como de su madre Céline, que es una antigua judoca francesa y su actual entrenadora.