Jannick Sinner es el rey mientras Carlos Alcaraz no diga lo contrario
Tenis | Circuito ATP
El italiano, con su segundo triunfo en el Abierto de Australia, se consagra como dominador del tenis por su poderío sobre pista dura, en espera de que el murciano tenga más regularidad
Sinner consigue su tercera corona 'slam' en la tercera final perdida por Zverev

Madrid/Jannik Sinner dejó claro que el presente es suyo y el futuro también. Al menos el más inmediato, el que está por venir en este 2025 que ha iniciado con una incuestionable autoridad y firmeza. Tiene pinta de que el jugador de San Cándido, de 23 años, va a implantar un absolutismo difícil de cuestionar. Especialmente en pista dura. El primer italiano que logra tres trofeos del Grand Slam (dos Abiertos de Australia y un Abierto de Estados Unidos) ha transitado por Melbourne de manera impecable, sin que viera peligrar partido alguno a lo largo de su trayecto por el cuadro.
El número uno del mundo, que solo perdió dos sets en su camino hacia el segundo trofeo en Australia, ha dado el salto esperado. Hace un año, en este mismo lugar, conseguía su primer título del Grand Slam. Ahora cuenta ya con tres, y presume de un total de dieciocho trofeos, entre ellos, además, unas Finales ATP y cuatro Masters 1.000. El 2024 fue el de su explosión definitiva. Fue el mejor en ocho campeonatos, además de la Copa Davis, que ganó como líder de Italia.
El quinto jugador de la Era Open en ganar tres torneos de Grand Slam seguidos en superficie dura y el primero desde Novak Djokovic en el 2015-2016, ha adquirido una ventaja significativa frente al resto. Su contundente victoria en la final frente Alexander Zverev, en tres sets, por 6-3, 7-6 (4) y 6-3, en dos horas y cuarto, ha dejado en evidencia al resto. El germano, firme representante de la generación intermedia entre el ‘big three’ y la que abandera el italiano junto al español Carlos Alcaraz, ha vuelto a quedarse a las puertas de un gran éxito.
Sinner acelera hacia el futuro mientras sus perseguidores vacilan. Carlos Alcaraz, el último capaz de ganar al campeón de Australia, en la final de Pekín en el pasado mes de octubre, el único con trazos de poder llegar a cuestionar el absolutismo del transalpino, volvió a quedarse a medias, superado por la experiencia y la astucia de Novak Djokovic que distrajeron otra vez al murciano.
Sinner, que lleva veintidós sets consecutivos contra adversarios top ten, ha logrado una estabilidad mental de la que carecen el resto. Sin contar Novak Djokovic que lucha, en solitario, contra el empuje de la juventud y el paso del tiempo.
Desconectado Alcaraz
Carlos Alcaraz se marchó de Melbourne superado por las circunstancias y por la experiencia de Novak Djokovic, que se impuso en el choque entre ambos en los cuartos de final. El español alcanzó el mismo tramo que en el 2024 en el primer Grand Slam del curso, el único que le queda por ganar.
Acaparador de registros de precocidad en el tenis –número uno, conquistas de torneos del Grand Slam–, Alcaraz no ha iniciado el ejercicio con la brillantez esperada. En el lado más complicado del cuadro tuvo un transitar impecable el murciano, que fue de menos a más y que llegó a la segunda semana como uno de los aspirantes al éxito.
El último jugador en ganar en esta superficie a Sinner trastabilló en el primer compromiso serio, ante Djokovic, con el que había perdido sobre tierra en la pasada final olímpica después de haberle ganado semanas antes en hierba, en Wimbledon.
Reconoce Alcaraz estar todavía a veces condicionado por desconexiones en los partidos que le cuestan caras. En esta ocasión, ante el ganador de veinticuatro Grand Slam perdió la concentración por la argucia del serbio que interrumpió el partido para ser asistido todo lo necesario. No encontró la estabilidad. Ni en el juego ni emocional el español que terminó por dejar que su rival, diez veces campeón en Australia, diera la vuelta a la situación, remontara y apartara al murciano del cuadro del primer major del curso.
El año acaba de comenzar para el jugador de El Palmar, con un montón de desafíos por delante y con tiempo para madurar. Y con cuatro Grand Slam, uno más que Sinner, en su historial. Australia ha sido una nueva enseñanza.
Alcaraz comparte con Sinner los desafíos y la generación. Ambos se reparten la gloria por venir. El italiano ha sido el más fuerte en el segundo tramo del 2024 y en el arranque del 2025. El español dominó el arranque del pasado curso. La tierra, la hierba. Son los dos que más condiciones tienen para competir con las leyendas, para cuestionar los logros del big three.
Cuenta atrás de ‘Nole’
Retirado, víctima de las carencias físicas que acelera el paso del tiempo, Novak Djokovic está abocado a la cuenta atrás, al tramo final de su carrera. Sin Federer ni Nadal, el serbio, el ganador de veinticuatro Grand Slam, de casi 38 años, hace tiempo que no logra un trofeo grande con la que ampliar sus pobladas vitrinas. El último gran título de Djokovic fue el Abierto de Estados Unidos de 2023. Cerró de vacío el 2024 sometido por el empuje de la nueva generación de Sinner y Alcaraz.
El oro olímpico de París compensó cualquier frustración en un major. Ahora se le ha escapado el Abierto de Australia, el evento que más ha ganado (10 veces). No le dio para más y dimitió de la competición, lesionado, en las semifinales contra Alexander Zverev. Las posibilidades de elevar su récord se agotan.
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