Entre ilusiones y realidad (3-1)

Amistoso

El Sevilla deja más sombras que luces en el debut de Konoplyanka. La planificación optó por la dureza y el equipo que visualiza la afición no apareció, sólo detalles del ucraniano y de N'Zonzi.

Entre ilusiones y realidad (3-1)
Entre ilusiones y realidad (3-1)
Jesús Alba

25 de julio 2015 - 19:19

Werder Bremen: Wiedwald; Gebre, Vestergaard, Lukimya, Ulisses; Kroos, Fritz, Junuzovic, Eggestein; Ujah y Bartels. También jugaron Husic, Gálvez, Makiadi, Aycicek, Oztunali, Hajrovic, Pavlovic, Zarder y Husing Sevilla FC: Sergio Rico; Carmona (Mariano, 60'), Carriço (Rami, 77'), Kolodziejczak, Matos (Tremoulinas, 77'); Coke, N'Zonzi; Reyes (Konoplyanka, 60'), Denis Suárez (Krohn-Dehli, 60'), Vitolo; e Immobile (Juan Muñoz, 77'). Goles: 1-0 (27') Kroos, de penalti. 2-0 (32') Ujah. 3-0 (83') Husing. 3-1 (84') Juan Muñoz. Árbitro: Thorsten Schriever. Amonestó a Vitolo, Fritz y Junuzovic. Incidencias: Partido disputado en el Weser-Stadion ante 25.000 espectadores.

Con todas las mentiras que encierra el fútbol de verano, el Sevilla subió otro peldaño en su preparación para la temporada en general y para la cita de Tiflis en particular de una manera un tanto abrupta. Derrotados y goleados, los de Emery comprobaron que ponerse delante de un rival alemán con sólo dos semanas de trabajo y en plena fase inicial de acoplamiento de los nuevos no podía de ninguna de las maneras ser un entrenamiento con público.

El Sevilla ha optado en su planificación por probar el acero desde muy pronto -que luego habrá que discutir si es mejor o peor que los ensayos verbeneros- y en la frustración del sevillismo más recalcitrante pueda estar quizá la consecuencia negativa. La positiva es que obliga a familiarizarse pronto con la tensión de un oponente con mayúsculas y que los jugadores entienden que la exigencia les pasa por encima si no llegan como tienen que llegar a un grupo que no parte peras con nadie.

El sevillismo, porque además la televisión del club ofreció la señal del partido, se quedó con los primeros detalles de Konoplyanka, que tuvo su primera media hora de juego, y con la presteza de N'Zonzi en el centro del campo, aunque el francés ya había jugado los dos amistosos de La Manga, pero también vio a su equipo estar a merced del Werder Bremen y eso no le gustó tanto por mucho que le expliquen que el verano es el verano y que las cargas deben repartirse equitativamente.

Porque ahora mismo este nuevo Sevilla ilusiona más que nada. El aficionado visualiza en su imaginación el Sevilla que quiere o el que se ha ido dibujando conforme iban cayendo fichajes, pero eso no es fútbol. El fútbol es verde, es el balón, es trabajo, entrenamiento, un ejercicio, otro, el descanso -que en esta fase es más beneficioso incluso que el trabajo-...

En Alemania no apareció el Sevilla que presume de tener dos jugadores por puesto. Primero, porque hay puestos en los que no los tiene. Por ejemplo, no tiene cuatro centrales; por ejemplo, no tiene otro medio centro como Krychowiak; al margen de que otras demarcaciones en las que los que completan cupo aún se recuperan, como Escudero o, en menor medida Kakuta, porque ahí se pueden adaptar varios futbolistas.

En la primera prueba en la que el cuerpo técnico dio más volumen de carga a varios futbolistas -las acumulaciones de minutos se repartieron en bloques de 90, 75, 60, 30 y 15- las sensaciones no fueron malas en general. Lo fueron más en particular, en que Krychowiak no puede faltar en este sistema defensivo, pues al menos dos de los tres goles se generaron por deficiencias en el centro, donde Emery vistió un santo desnudando a otro dándole todo el partido a Coke como pivote junto a un N'Zonzi que es una maravilla con el balón en los pies pero que necesita músculo a su vera para que el equipo se equilibre como es necesario.

Estos encuentros están para definir y detectar carencias, ¿no? Pues entonces será mucho mejor que éstas aparezcan ahora y no cuando la competición esté aquí y ya no tengan remedio. Ésta debería ser una reflexión para aquellos a los que les encanta dramatizar, el deporte preferido junto con el de emitir sentencias que afectan a personas, algunas de ellas aún muy jóvenes y por formar.

Eso sí, a los grandes jugadores, a las estrellas millonarias es fácil verles (o intuirles) detalles de calidad. Había ganas de ver a Konoplyanka en acción y es verdad que el ucraniano tiene un don especial para desequilibrar. Además coincidió con los mejores minutos del Sevilla e hizo un esbozo de lo que es su fútbol a pierna cambiada. Conducciones hacia adentro para abrirse hueco al disparo con la derecha, una acción que veremos mucho esta temporada en el Sánchez-Pizjuán, ayudaron a visualizar esa ilusión que se ha creado el sevillismo y que no tiene paciencia para esperarla.

De Mariano o de Rami poco se puede decir. Al brasileño se le intuyeron cosas en ataque como alguna duda en defensa, aunque le queda ponerse al día con el resto y Rami (menos tiempo aún) sorprendió con un zapatazo de los que hacía tiempo que no se veía a un central en el Sevilla.

Marcó otra vez Juan Muñoz en una acción de nueve puro cuando ya la goleada había tomado un valor desagradable para los nervionenses, un 3-0 que el utrerano, que suplió a un Immobile luchador pero peleado con la línea de fuera de juego, maquilló para reivindicarse ante un Emery que no lo tiene claro del todo. Igual que el aficionado con la portería. Sergio Rico no estuvo mal, pero tampoco bien, aunque evitó el cuarto. No se asusten, es fútbol de verano.

stats