Los hombres de Maciá
El valenciano apuesta por su gente de confianza y caras nuevas en el nuevo organigrama.
La primera consigna del consejo de administración comandado por Juan Carlos Ollero fue la de reformar el organigrama deportivo de la entidad. Así y tras múltiples reuniones, Eduardo Maciá fue el elegido para afrontar ese reto, al considerar la cúpula deportiva de la entidad que su experiencia en el fútbol internacional lo convertía en la persona ideal para este nuevo Betis. El valenciano, que formalizó su llegada el pasado 1 de mayo, no sólo está preparando la planificación del primer equipo, sino que ha comenzado a estructurar un equipo de trabajo, en el que tienen cabida gente de su confianza junto con otras caras nuevas, además de contar con los trabajadores que ya participan en el área técnica del club.
Los primeros contactos del Betis con Maciá se remontan al pasado verano, cuando al club verdiblanco le surgió la posibilidad de disputar un amistoso ante la Fiorentina. El director general, Federico Martínez Feria, el consejero José Miguel López Catalán, el abogado del club, José Ruiz Maguillo, y Alexis Trujillo conocieron en primera persona a Maciá, con el que posteriormente negociaron la cesión de Cristiano Piccini. En esa operación, como luego en la llegada del propio Maciá, también participó el intermediario Fran Porras -en su día fue delegado del Málaga-, un habitual en los negocios del Betis desde que apareciese en el fichaje de Paulao, en los tiempos de Vlada Stosic como director deportivo. Meses después y tras los movimientos que se sucedieron tanto en el Betis como en la Fiorentina, Maciá ha comenzado a definir su organigrama de trabajo con la alta disponibilidad económica que le ha dispuesto el consejo para crear su red de ojeadores.
Su grupo de confianza
Desde que se conoció que Maciá abandonaría la Fiorentina al finalizar esta temporada, la prensa italiana aseguró que su gente más próxima lo seguiría. Así ha ocurrido con Jakob Friis-Hansen y Vasiliki Pappa. El primero ejercía de jefe de scouting del equipo viola y ya había trabajado con Maciá en el Liverpool. Hansen es un ex jugador con amplia experiencia -militó en el Lille, el Girondins y el Hamburgo, entre otros- y, curiosamente, pertenecía al Girondins que eliminó al Betis en la Copa de la UEFA de la temporada 95-96, aunque no llegó a jugar los partidos ante el equipo bético. Vasiliki Pappa, más conocida como Vicki, también cuenta con la plena confianza de Maciá, que la considera una colaboradora fundamental para manejar su base de datos. Como ocurre con Hansen, la griega, que tiene un amplio dominio de los idiomas, acompaña al valenciano desde anteriores etapas. Incluso los medios italianos siempre la han calificado de invisible, por esa labora en la sombra que realiza para conocer cualquier aspecto de un jugador.
Las nuevas caras
Otras dos incorporaciones que Maciá realizará para su equipo de trabajo no han tenido una vinculación directa nunca. Son los casos de Carlos Vargas y Adrián Espárraga. El primero ya ha comentado en su círculo más cercano en Mallorca que trabajará en la distancia con Maciá. Con un pasado en el Xerez y el Almería, Vargas dio el salto a la Juventus, aunque apenas aguantó temporada y media en el club italiano. Actualmente se encontraba sin equipo.
En el caso de Espárraga, un joven de 25 años, su comienzo está vinculado al Málaga, donde trabajó de analista de partidos hasta que se convirtió, tras la salida de Mario Husillos, en secretario técnico. En su propia página web, Espárraga define su filosofía y sus conocimientos. Actualmente trabajaba para el Tottenham como ojeador en España -se incorporó hace unos meses-, aunque abandonará esa labor para incorporarse al equipo de trabajo de Maciá en el Betis.
Vlada Stosic
La incorporación del serbio merece un capítulo aparte, por la polémica generada tras conocerse su regreso al club como miembro de la secretaría técnica, apenas año y medio después de su destitución como director deportivo.
La relación entre Maciá y Stosic es desconocida, aunque ambos sí comparten amistad con el mencionado Fran Porras, al mismo tiempo que empleados del club cercanos al valenciano también han mantenido una excelente relación con el serbio.
En principio, Stosic se incorporará esta semana definitivamente al organigrama técnico del club como responsable de fútbol internacional -especializado en los Balcanes y Alemania-, según comentan miembros del consejo bético, aunque los fichajes que el conjunto verdiblanco realizó en esos mercados durante su etapa como máximo responsable no fueron positivos.
Stosic se encontraba ahora mismo sin equipo, aunque sí mantenía relación con Branko Milovanovic, quien ha ejercido tanto de representante como de director deportivo, siendo su último club la Unión Deportiva Las Palmas.
Alexis y su equipo
Desde el primer día, Maciá señaló que contaba con Alexis Trujillo como su mano derecha para comenzar su trabajo en el club verdiblanco. El canario, que había ejercido como secretario técnico y director deportivo la pasada temporada, se vio relegado en sus funciones, aunque su sintonía con Maciá ha sido absoluta desde el primer momento. De esta forma, Alexis será un colaborador directo del valenciano, con el que compartirá el día a día.
Con el canario habían venido trabajando los ex jugadores Juan José Cañas y Jaime Quesada -éste lo alternaba con su labor de entrenador de la cantera-, Keke Durán, Pedro Morilla -quien también dirigía a un juvenil- y Tino Luis Cabrera, hombre de confianza de Alexis, que realizaba los análisis tácticos de los rivales del primer equipo. Todos estos empleados del club se encuentran a la espera de que Maciá les asigne unas tareas específicas dentro de la reestructuración del área deportiva.
Un amplio organigrama
Desde un primer momento, Maciá cuenta con la luz verde del consejo de administración para reclutar al personal que considere necesario para confeccionar su equipo de trabajo. De hecho, los nombres citados anteriormente corresponden a los primeros que se han vinculado al club verdiblanco, pero Maciá sigue sondeando en su amplia agenda de contactos para completar el organigrama, que incluso podría llegar hasta los 15 ojeadores.
"Con mis colaboradores hay respeto, el diálogo, el intercambio de ideas. Me gusta darles la responsabilidad y la libre empresa porque sólo así puedo mejorar", ha señalado Maciá en Italia cuando le han cuestionado sobre su forma de trabajar. Quizá por eso muchos de estos nuevos ojeadores realizarán sus trabajos desde sus lugares de origen, aunque siempre viajando y rastreando sus respectivos mercados. Es el método de Maciá, que ya empieza a perfilar quiénes serán sus hombres en el área deportiva.
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