¿La herencia de Bielsa?

Ganar al Barcelona es un aval inmejorable en la actualidad. Lo hizo este Athletic Club en la pasada jornada, sorprendiendo a los de Martino con un fútbol intenso y muy vertical y enseñando esas armas que comenzaron a evidenciarse ya hace dos temporadas cuando Bielsa construyó un equipo capaz de asombrar a Europa. El técnico argentino avisó antes de dejar su sitio a Ernesto Valverde del enorme potencial que mostraría este equipo en años venideros y algunas demostraciones comienzan a darle la razón.

El Athletic tiene argumentos de inmejorable optimismo. Laporte o San José ya no son promesas eternas, Muniain está obligado a cargar responsabilidades, Ander Herrera debe comenzar a convertir en real tanta idea genial e incluso Ibai Gómez es capaz de prescindir de la rabona en su búsqueda de protagonismo.

El proyecto de Valverde aspira a Europa y a olvidar ciertos miedos generados.

Sin balón

Son muchas las carencias del Athletic cuando el rival toma el control del juego, pero la realidad es que no es sencillo frenar su insistente presión. Laporte ha tomado un rol fundamental en el equipo y es capaz de imponer su fuerza en varias posiciones. San José y Gurpegi son centrales condicionados por la escasa velocidad, pero cumplen con rigor a la hora de adaptarse al juego de su equipo. Iraola es un seguro en el lado diestro, siendo capaz de ser ofensivo sin miedo a perder de vista su posición de lateral.

Iturraspe puede ser el pivote más puro, el centrocampista capaz de equilibrar todos los movimientos ofensivos existentes. No es fácil sostener al equipo cuando los laterales son ofensivos y tus acompañantes buscar el área rival con asiduidad.

Con balón

Las llegadas de Beñat y Mikel Rico aportaron calidad y profundidad al centro del campo y muchos se preguntan hasta qué nivel llegaría este equipo si un delantero como Llorente siguiese en sus filas. Este dúo es capaz de mover los muñecos con habilidad, aunque siempre siendo más lanzadores de juego que creadores en estático.

Los atacantes son los encargados de encender las mechas para quemar al rival. Hay muchas piezas creativas y es ahí donde radica la valía de un equipo capaz de generar juego por muchas vertientes. Muniain es un puñal insistente en cualquiera de los costados e incluso por el medio, Susaeta desborda y busca el lanzamiento lejano y Ander Herrera enlaza conexiones sin perder de vista la ayuda a los medios.

Si el atasco es absoluto, De Marcos puede aportar llegada desde cualquier posición y con una garra eterna, mientras que Ibai Gómez encuentra opciones de centro sin importar el número de oponentes. Saca su golpeo.

En ataque, Aduriz no encuentra la puntería necesaria pese a estar siempre presente en el remate y Toquero aporta otros valores ajenos a los rematadores. Todos esperan a Kike Sola.

Lo mejor

El Athletic tiene mucha capacidad para crear jugadas de peligro con armas creativas e improvisarlas conforme se generan situaciones diferentes de necesidad.

Lo peor

La intensidad no siempre existe, y sin ella el nivel defensivo del Athletic sufre contratiempos.