La guerra táctica comienza en el aire

sevilla f.c.

Jiménez expone su plan anti-Llorente en público con Fazio de central y Caparrós sólo quiere hablar del partido del sábado

Fazio salta con fuerza para despejar un balón aéreo rodeado de jugadores en el ensayo de ayer.
Fazio salta con fuerza para despejar un balón aéreo rodeado de jugadores en el ensayo de ayer.
Eduardo Florido / Sevilla

26 de febrero 2009 - 05:02

Manolo Jiménez y Joaquín Caparrós frente a frente y en estado puro. Ambos entrenadores, que, además de trabajar de la mano en el Sevilla durante cinco temporadas al mando de los dos primeros equipos coincidieron en el Villarreal durante un breve periodo -justo antes de llegar a Nervión-, se conocen perfectamente y coinciden en un aspecto fundamental del fútbol, la guerra táctica y psicológica. Especialistas como son en sacar las virtudes propias e intentar menoscabar las ajenas, el doble duelo entre Athletic y Sevilla se presenta como una ocasión inmejorable para comprobar cuáles serán sus movimientos estratégicos. Y la guerra ya ha comenzado.

Ayer, por ejemplo, Jiménez expuso ante luz y taquígrafos su presunto plan para frenar el poderío aéreo de Fernando Llorente. No se cortó el técnico sevillista a la hora de programar un ensayo en el que primó el juego áreo y en el que situó una línea defensiva formada por Mosquera, Fazio, Squillaci y Fernando Navarro. El argentino es el más alto de la plantilla sevillista con sus 1,95 metros de altura, la misma envergadura que luce el jugador más alto que tiene Joaquín Caparrós, el mencionado delantero internacional navarro. Así pues, no es extraño que Jiménez piense en Fazio para frenar el bombardeo que se prevé en San Mamés en seis días, en la vuelta de las semifinales de la Copa. No sería extraño que lo de ayer, en cambio, no fuera sino una cortina de humo para despistar, puesto que el técnico de Arahal no es dado a descubrir sus cartas . De hecho, lo visto ayer no fue sino un tímido ensayo en el que no se pudo atisbar un equipo de titular, ante la mezcla de jugadores profesionales con los del filial, entre los que estaba Fali, espigado delantero del Sevilla Atlético usado como referencia aérea (el chaval, que mide 1,95, se llevó un fuerte golpe en la boca por un involuntario codazo de Dragutinovic).

Hoy y mañana se encerrará Jiménez con los suyos a puerta cerrada y ahí sí trabajará con el equipo que dispondrá el sábado en el partido de Liga, al que no quiere que se le cuelgue el cartel de trámite por lo mucho que hay en juego en la zona alta del campeonato de la regularidad.

Joaquín Caparrós tampoco da pistas. Ayer programó una doble sesión de entrenamiento, siendo la matutina a puerta cerrada. Por la tarde sí hubo medios y público presentes en Lezama, aunque no desveló sus planes para el sábado, día en el que medita realizar algunas rotaciones importantes, como un más que posible descanso para Fernando Llorente. Eso sí, su discurso va encaminado a darle toda la importancia del mundo al encuentro de Liga y así se ha manifestado en diversos medios de comunicación, en los que tampoco ha querido desvelar si planea darle descanso a su mayor valor ofensivo.

El respeto que hay en el Sevilla por Fernando Llorente está más que justificado. El flamante internacional con España acumula 11 goles en 22 partidos de Liga y tres en siete de Copa. Su aportación al fútbol del Athletic va más allá de los datos objetivos de los goles, puesto que crea muchas opciones con su juego de espalda y descolgándose fuera del área, donde también hace daño con sus conducciones y su corpulencia.

La utilización de Fazio como central, por mucho que no juegue ahí desde el curso pasado, es más que probable teniendo en cuenta que Escudé tiene difícil llegar a la cita del miércoles, al igual que le ocurre a Luis Fabiano -ayer apenas hicieron algo de balón y carrera continua-. Y el sábado podría ser un buen ensayo para el argentino aunque no juegue de partida Fernando Llorente. Las cartas, no obstante, están boca abajo.

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