El gran dilema de Slutsky

El regreso de Dzagoev ha motivado un cambio de sistema para hacerlo encajar en el once sin que de él salga Honda · El técnico ruso utilizó el pasado viernes un 4-1-4-1

El entrenador del CSKA, Leonid Slutsky, tras el portero internacional ruso Akinfeev.
Jesús Alba / Sevilla

15 de marzo 2010 - 05:02

La recuperación de Alan Dzagoev, la gran estrella junto a Krasic del equipo, tras la lesión muscular que le impidió completar la fase final de la pretemporada del CSKA ha motivado que su entrenador, Leonid Slutsky, haya variado ligeramente su sistema táctico para hacerlo compatible con el japonés Heisuke Honda, que ha causado gran sensación en pocos partidos con su nuevo equipo. El nipón, el hombre más activo en el partido de ida y el fichaje estrella del equipo ruso, había ocupado la posición de la joven estrella local durante su ausencia bajo ese 4-2-3-1 sagrado en el que Krasic y Mark González ocupaban los extremos y un hombre se colocaba con libertad por detrás del punta, el gigante checo Tomas Necid.

Pero la presencia de Dzagoev en su primer partido en el once titular el pasado viernes con motivo de la primera jornada de la Liga rusa motivó que Slutsky le hiciera hueco en el equipo sin sacrificar a Honda, quitando del once un medio centro y dejando solo a Semberas en esa posición. Un 4-1-4-1 en el que Dzagoev y el japonés aportan mucha calidad por el centro, abortando de paso la tendencia de Krasic a abandonar la derecha y buscar el centro. De todas formas, a este planteamiento recurrió Slutsky en un partido como local ante el débil Amkar Perm, al que ganó con gol de Honda en el minuto 93, y habría que ver si se atreve a jugar de manera tan ofensiva en el Sánchez-Pizjuán. No obstante, el técnico ruso tiene su idea de cómo atacar al Sevilla desde que presenció in situ aquel primer tiempo del Getafe en Nervión en el que dominó al Sevilla creando superioridad en el centro del campo. La noche del famoso cambio de Romaric por Negredo.

Sea como fuere, el punto fuerte del CSKA se encuentra en el ataque. Tanto con un sistema como con otro, es un equipo con calidad, potencia física y muy buen disparo del centro del campo hacia delante. La aportación de Honda en el golpeo a balón parado es una gran baza tanto en faltas directas como indirectas, mientras que Krasic aparte de ser un jugador muy desequilibrante que desborda con potencia, tiene un gran disparo, igual que Mark González, como ya evidenció en la ida. Dzagoev aportaría calidad y visión de juego, aparte de mucho gol.

El punto débil sí está en la defensa, donde los centrales son bastante lentos y con tendencia a sufrir con balones a sus espaldas como los que suele poner Jesús Navas en horizontal. El quinteto de atrás es fijo: Akinfeev en portería y Alexei Berezutski, Vasili Berezutski, Ignashevich y Shennikov en defensa. El lituano Semberas será el stoper bien solo o bien acompañado por Aldonin o Mamaev, mientras que en la línea de tres cuartos estarán fijos Krasic, Dzagoev y Honda. Si jugaran con 4-2-3-1 el sacrificado podría ser incluso Mark González, aunque otra posibilidad es que Dzagoev jugara en punta pese a no ser un delantero referencia.

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