Italia - España: Otro gran desafío para Luis Enrique
Liga de Naciones
España busca la final de la Liga de Naciones ante una campeona Italia con los pronósticos a su favor
No pierde desde hace 93 años en San Siro
La vigente campeona de Europa, Italia, dueña de un récord mundial de imbatibilidad que ya alcanza 27 partidos, representa un gran desafío para la selección española, que busca su primera Liga de Naciones en una final a cuatro a la que llega condicionada por importantes bajas, pero con el descaro para buscar el éxito en la segunda fase final con Luis Enrique Martínez.
Castigada por las lesiones, España se reencuentra con la selección que le dejó a puertas de la final en una Eurocopa que confirmó un crecimiento indiscutible del grupo de elegidos de Luis Enrique. Desde aquella noche de Wembley a inicios de julio, la exhibición futbolística sin premio y los fallos en la tanda de penaltis de Morata y Dani Olmo, han pasado tres meses en los que se ha metido en problemas en la fase de clasificación al Mundial 2022.
Y Luis Enrique dio un nuevo giro en búsqueda de una regularidad en los resultados que no encuentra, optando por los jóvenes valores, representados por Gavi, 17 años, y Yéremi Pino, 18, como últimas apuestas personales del seleccionador, antes que por la experiencia de futbolistas habituados a jugar partidos de grandeza. Los Dani Parejo, Iago Aspas o Ander Herrera no han tenido hueco en un grupo con numerosos cambios por las lesiones.
España encara el reto de conseguir el primer triunfo oficial ante Italia en su terreno, sólo venció en dos amistosos, con bajas de la importancia de Jordi Alba, Gayá, Raúl Albiol, Carvajal o Marcos Llorente en defensa; el factor desequilibrante en el que se convirtió Pedri y su sustituto, Carlos Soler, en un centro del campo al que no se pueden sumar Thiago, Canales ni Brais Méndez; y con una delantera que añora a fijos como Dani Olmo, Morata, Ansu Fati o Gerard Moreno.
Hasta catorce ausencias por problemas físicos que son una losa, condicionan los planes de Luis Enrique en una fase final que España ganó con brillantez, con un broche inolvidable en el 6-0 a Alemania, y muestran que el fútbol actual debe dar un giro a su calendario para rebajar el número inasumible de partidos por los futbolistas.
El plan del seleccionador pasa por repetir la estrategia del último duelo ante la bella Italia que acabó siendo campeona de Europa y salir por el partido. En Londres logró desdibujar a su rival presionando arriba y pretende robarle el balón a Italia en su casa para mejorar la fase de finalización que faltó para poder ser campeón de la Eurocopa 2020. Lo hará sin un 9 puro en la convocatoria, con Ferran Torres como referencia ofensiva y goleadora, escoltado por el máximo artillero nacional de la Liga, Mikel Oyarzabal, y la opción de Sarabia de desquitarse del amargo sabor de boca que le dejó perderse la cita de julio por una lesión en cuartos de final. Yéremi Pino es la alternativa.
La entrada de Reguilón en el carril izquierdo y Mikel Merino en el centro del campo, con la opción de que Gavi se convierta en el debutante más joven de la historia de la selección a sus 17 años y 60 días, completarían a una España que sólo ha perdido uno de sus últimos nueve partidos contra Italia.
Tras el crecimiento de la Eurocopa 2020, encara el reto mayúsculo de volver a conseguir un título nueve años después. Desde la exhibición en Kiev, en la final de la Eurocopa 2012 con la goleada precisamente a Italia (4-0), el final de la generación de oro dio un paso a una transición en la que camina la selección con Luis Enrique al mando.
Italia llega a la cita de San Siro con la obligación de reinventar su delantera ante las bajas de Immobile y Belotti, que se suman a las de otros tres campeones de Europa, Spinazzola, Pessina y Castrovilli.
Sin nueve puro, será Federico Chiesa el líder de un tridente ofensivo dinámico, sin posiciones fijas, que se completará con Lorenzo Insigne y con uno entre Lorenzo Pellegrini, Domenico Berardi y Federico Bernardeschi.
El sufrimiento vivido contra España en Wembley podría convencer a Roberto Mancici a apostar por Pellegrini, que vive un gran momento de forma en la Roma y que garantizaría más posesión del balón en el centro del campo, algo que faltó por completo a los azzurri en la cita de la Eurocopa.
Pellegrini protegería, además, una línea de tres del centro del campo en la que jugarán Marco Verratti, Jorginho y Nicoló Barella, mientras que en la delantera Insigne alternaría su posición en el centro con Chiesa. El extremo de la Juventus ya vio puerta contra España en la Eurocopa y lleva dos goles decisivos esta temporada, ante el Spezia, para darle a su club la primera victoria liguera, y ante el Chelsea, campeón de Europa. Su velocidad, poderío físico, técnica y personalidad lo convierten en la auténtica estrella ofensiva de una selección que ve en la unión del grupo y en la identidad táctica dada por Mancini su punto de fuerza.
Los azzurri, que superaron en septiembre el récord de partidos sin derrotas de España (35), al llegar a 37, se encomendarán al fortín de San Siro, donde no pierden desde hace 93 años y 28 partidos. Eso sí, los últimos cinco encuentros de Italia en Milán acabaron con empates, incluido el de la repesca mundialista contra Suecia que impidió la clasificación al Mundial de Rusia 2018.
Ningún triunfo español en un partido oficial en Italia
La selección española desafía la estadística en las semifinales de la Liga de Naciones, con el objetivo de vencer en Italia 50 años después, como logró en dos partidos de sus catorce visitas, ambos de carácter amistoso, y romper el récord mundial de la selección azzurri, que enlaza 37 encuentros consecutivos sin perder. La igualdad marca uno de los grandes duelos europeos, once triunfos para cada selección y 16 empates en 38 enfrentamientos, pero la balanza cae del lado italiano en los encuentros disputados en su país, donde España sólo fue capaz de vencer en dos amistosos, en Bolonia en 1930 (2-3) y en Cagliari en 1971 (1-2). Nunca en partido oficial.
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