"Si la gana, será el campeón de España de pleno derecho"

El ex técnico, reconocido como artífice de la clasificación para la final de Copa por Del Nido, analiza el encuentro que no podrá disfrutar desde dentro: "Lo veré con pasión"

Manuel Jiménez posa en un parque muy cercano a su domicilio en Sevilla.
Manuel Jiménez posa en un parque muy cercano a su domicilio en Sevilla.
Eduardo Florido / Sevilla

18 de mayo 2010 - 05:02

Aún no sabe si podrá estar en el Camp Nou mañana, como hubiera sido su deseo tras ser invitado por el propio José María del Nido a ver la final in situ. Algún asunto particular le podría impedir viajar hasta Barcelona. Pero sí tendrá un hueco para ver el encuentro. Es Jiménez, según le reconoció el presidente del Sevilla, un artífice principal de que su ex equipo dispute mañana la finalísima de la Copa del Rey ante todo un Atlético de Madrid. Una final con mayúsculas, la mejor de los últimos tiempos a priori en cuanto a potencial de los equipos y seguimiento social de los clubes. Y verá el encuentro, fuere donde fuere, con una extraña perspectiva, la del entrenador que llevó al Sevilla hasta la final pero no podrá disfrutar el premio. El CSKA de Moscú y el efecto dominó que tuvo la eliminación de la Champions tienen algo que ver con esta situación. Eso queda muy atrás. Mañana, Jiménez será un aficionado más, aunque no puede desprenderse de su rol de técnico al analizar el choque.

-¿Cómo va a ver la final, como un aficionado o como un técnico?

-La voy a ver con mucha pasión, porque representará el trabajo y los días y horas que le he echado a esa competición para que el Sevilla esté dónde está. Superamos al mejor equipo del mundo, a un gran Getafe y goleamos al Deportivo. Por ello pienso que el Sevilla ha sido el mejor en esta competición. Y si la gana, será el campeón de España de pleno derecho. En un torneo que depende tanto del bombo, a pesar de estar en tres competiciones y de tener muchas bajas, el equipo fue generando victorias y pasando eliminatorias. De ahí la pasión que se deriva ante el partido de Barcelona.

-Y, ¿cuál es su estado anímico? ¿Está nervioso, resignado...?

-Nervioso no estoy, estoy expectante, y me siento muy contento de todas las decisiones que tomé para pasar cada una de las eliminatorias y para poder disfrutar de una final, que es lo que se merece el equipo y la afición. Aparte, los sentimientos como sevillista están ahí.

-Cabe imaginar que tendrá una visión analítica como técnico de este encuentro con tantos alicientes...

-Analizaré el partido como analizo todos los partidos, desde una visión técnica. No puedo hacerlo de otra forma. Y sacaré lo bueno que pueda para mí mismo. Y comentaré lo que yo haría en tal o cual caso. Yo veo mucho fútbol y analizo siempre los partidos, sea del Deportivo, del Atlético o del que sea.

-¿Qué tipo de encuentro prevé, desde ese punto de vista técnico?

-Un partido con dos equipos con mucha pegada y velocidad arriba. Son equipos que son capaces de hacer y dar de sí lo mejor, aunque también se han roto en muchos partidos por en medio, en la transición defensa-ataque. Son dos equipos con mucha calidad y con mucha velocidad y pegada, en resumen, ése es el mejor análisis.

-Siendo una final, por mucha pegada que haya, lo lógico es que la tensión se imponga y se dé un partido cerrado...

-Puede ocurrir que sea cerrado por el respeto que se tienen, pero por el talento de los futbolistas de ambos equipos, será un partido con los dos yendo a atacar. Son los dos únicos equipos que llevan muchos años jugando con dos delanteros y dos extremos. Son características específicas de Atlético y de Sevilla.

-Se habla mucho de la conexión entre Forlán y Agüero, pero Reyes, al que usted tan bien conoce de hace años...

-Reyes es un gran futbolista, un jugador muy a tener en cuenta. Los otros dos delanteros son más ofensivos y es normal que salgan en la foto de la celebración de los goles. Todos son futbolistas importantes y el Sevilla debe preocuparse del Atlético como bloque.

-Una cosa en la que ambos equipos coinciden es en el peligro de la estrategia, algo que el actual Sevilla ha heredado de usted...

-Sí, tienen buenos lanzadores y el Sevilla, sobre todo, tiene muy buen juego aéreo, es peligroso por arriba.

-¿Se atreve a dar un porcentaje de favoritismo hacia uno y otro?

-Favorito doy al Sevilla, porque es lo que quiero. Pero no me atrevo a decir en qué porcentaje. Sólo sé que quiero que gane el Sevilla.

-¿Le ha sorprendido la respuesta de la afición? Con todos los problemas de desplazamiento, la crisis, las dudas sobre el equipo, que vayan cerca de 35.000 sevillistas es sorprendente...

-Los sevillistas son inteligentes y saben lo difícil que ha sido llegar a esta final. No es cualquier final, no es eliminar a equipos de Segunda y tener suerte en el bombo. Hemos tenido que eliminar al mejor equipo del mundo. Ha sido un camino muy duro y por eso quieren estar ahí con el equipo.

-¿Qué diferencia ve respecto a otras finales?

-Yo presencié en directo la de Eindhoven, en las otras no pude porque estaba trabajando con el filial. En esta final se enfrenta el Sevilla a un rival más parejo, sin menospreciar a otros rivales, el Atlético y Sevilla son muy parejos. Hay que hacer la excepción del Barcelona, que fue en una final de otro corte, la de la Supercopa. Sin embargo, hay que recordar que la trayectoria de ellos en la Liga no ha sido buena y no se puede comparar con la del Sevilla. Y también que han llegado a la final de la Liga Europa ganando apenas dos partidos.

-En ese sentido, el gol de Rodri iguala esa inyección de moral del Atlético tras ser campeón europeo, eso será importante...

-El gol de Rodri es importantísimo y lo que más me satisface es que tres de los cuatro goles más importantes de la historia reciente han sido de canteranos del Sevilla, el de Puerta ante el Schalke, el de Perotti para meternos en la Champions de forma directa y el de Rodri para repetir como cuarto en la Champions. Son los más importantes junto al de Palop en Donetsk, y tres los han hecho canteranos formados por un cuerpo técnico al que he pertenecido muchos años. Eso me enorgullece.

-Por último, una pregunta obligada. ¿Tiene la sensación de que, tras no poder dirigir al Sevilla en esta final a la que usted lo condujo y después de dos años y medios tan complicados al servicio del club, se le debe algo?

-A mí no se me debe nada, yo tenía un sueño, que es el de entrenar al Sevilla. Tuve mi contribución para que el equipo estuviera de nuevo en la Champions, para que esté ahora en una final. Pero no se me debe nada.

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