No tiene fútbol pero tampoco solidez

Por mucho que el entrenador y el director deportivo quisieran vender una mejoría, el Betis venía ofreciendo señales de alarma en cada encuentro. Sin fútbol, sin ser capaz de enlazar una jugada donde participen tres o cuatro futbolistas con acierto, los de Heliópolis tampoco tenían solidez, aunque hubiesen mantenido la portería a cero en los tres últimos partidos. En Butarque, ante un recién ascendido con jugadores con ganas de hacerse un nombre, el Betis enseñó todas sus carencias. Ese equipo mejorado defensivamente encajó un gol a falta de dos para el final, con un rival solo en el punto de penalti.

Defensa

Mantuvo Velázquez la línea de tres que ya colocase ante el Lugo, pero los problemas llegaron por los pasillos interiores, donde el Leganés encontró huecos, aunque errase en el último pase. Incluso cuando lo encontraba, Adán se mostró firme y seguro en las salidas, lo que permitía que el Betis llegase hasta el final con su portería a cero, aunque se perdiera la cuenta de los saque de esquina concedidos al rival.

El último arreón local, con un Betis desquiciado y al que le sentaron mal los cambios, hundió a los verdiblancos tras una pérdida absurda y un mal repliegue.

Ataque

Si la ligera mejoría defensiva llegó por acumulación de jugadores en esas tareas, el fútbol del equipo verdiblanco no aparece nunca y menos aún cuando los de Velázquez no realizan una presión adelantada. Se retrasa a Matilla para intentar elaborar desde atrás, pero la opción preferida acaba siendo el pelotazo de Adán. Ni cuando el técnico intercambió los roles de Reyes y el toledano el equipo mejoró, ante la enorme distancia entre unos jugadores y otros que hacen imposible la combinación.

Los cambios, tan predecibles como siempre, como si el entrenador tuviera una alarma que los señalase, sólo sirvieron para desordenar más al equipo.

Virtudes

El equipo corre, pero lo que sería positivo acaba desordenándolo ante el desquiciamiento colectivo.

Talón de Aquiles

Desorden, nula capacidad combinativa, un disparo a puerta y desde 35 metros... Otro partido para el olvido.

Uno por uno

Adán Fusilado en el gol, sí había resuelto todo lo que le había llegado antes.

Molinero Una pérdida absurda que acabó costando el partido.

Bruno Cómodo y contundente en esa línea de tres, la acción del gol lo cogió fuera de sitio.

Jordi Aciertos y errores a partes iguales.

Cejudo No encaró nunca a su marca, un central reconvertido a lateral.

Matilla De pivote para sacar el balón y el equipo siempre buscó el pelotazo. Luego dio un paso adelante antes de ser sustituido.

Reyes Fuera de sitio al inicio, desbordado después.

Dani Ceballos Intentó ponerle algo de sentido al juego y acabó engullido por el anodino ritmo del Betis.

Álex Martínez La opción que buscaron para atacar, aunque sus centros apenas llevaron peligro.

Jorge Molina Apenas bajó algún balón, tampoco halló colaboración.

Rubén Castro Sin ponerse de gol otro partido más. Un remate suyo, en un balón suelto, fue lo más peligroso.

Rennella Más ocupado en encararse con los rivales que en aportar al juego.

N'Diaye Entró para que el equipo aumentara la solidez y ocurrió lo contrario. Está fuera de onda.

Kadir Entrada tardía, pero tampoco aportó nada.