De la Fuente: "Me inquietaba que los futbolistas no me vieran como un líder"
Selección española | Entrevista
El riojano considera clave para su evolución como seleccionador que sus futbolistas lo reconocieran y creyeran en su proyecto
"¿Inglaterra? Nos adaptamos a todo y es lo mejor; desde posesiones largas a ser cuchillos en ataque”
La crónica del España-Francia (2-1)
De la Fuente y la pulsera sevillana más significativa del seleccionador
Donaueschingen/A horas de una cita con la historia, la disputa de la quinta final de la Eurocopa, Luis de la Fuente realiza la mayor defensa posible a un futbolista. A su capitán Álvaro Morata, con el deseo de que no sea su último encuentro como internacional por el hastío. “Sería un mito en otro país con un prestigio reconocido”, asegura.
Alejado de la presión de ruedas de prensa multitudinarias, De la Fuente gana en el cara a cara. Su mensaje es más directo. Es cercano en una larga entrevista con EFE en la que no elude ningún tema. Ni los que tanto dolor provocaron y crítica tan despiadada por un aplauso que, asevera, le fortaleció. Se siente mejor entrenador.
Con el deseo de retomar el testigo de Luis Aragonés, a quien rebate su máxima de que del finalista nadie se acuerda si no es campeón, y de Vicente del Bosque, uno de sus maestros. “Faltaba más pegada y saber transitar hacia un juego más rápido”, confiesa profundizado en la evolución del estilo de una selección que ahora tiene “más registros”. Pide el Balón de Oro para Rodri o Carvajal y, como no, habla sobre la perla que tiene entre manos, Lamine Yamal, al que aconseja “humildad”.
–Nadie puede decir que a España se lo hayan puesto fácil. El grupo de la muerte, el reto del anfitrión con Alemania, Francia y ahora Inglaterra en la final...
–Estos caminos nunca son fáciles. Independientemente de que el nombre del rival nunca es sencillo, es verdad que nos hemos medido a equipos muy difíciles.
"Tanto Rodri como Carvajal llevan años ganándolo todo y podrían ser candidatos al Balón de Oro”
–Sólo los que le conocían de su trabajo en la base de la selección sabían de lo que podía ser capaz. A la gente le ha costado reconocer su labor. La ausencia en un proyecto de élite ha provocado que tenga que demostrar más que otros. ¿Siente ahora el reconocimiento?
–A mí lo primero que me inquietaba era que me reconocieran los futbolistas, que estuvieran convencidos de que yo iba a ser un líder en el que podían confiar y que les iba a dar la posibilidad de conseguir cosas importantes. Esa fue mi primera y única inquietud. Era el motor para conseguirlo. Luego, mediáticamente o popularmente, que se me valore más o menos es consecuencia. Créeme que siempre me he sentido muy querido y valorado, pero faltaba ese reconocimiento más mediático para que la gente se diese cuenta. Pero lo que te da fuerza es que los jugadores crean en ti.
–No tengo intención de volver sobre hechos del pasado por los que ya pidió perdón y que tanto daño le causó pero, ¿no cree que otros seleccionadores no habrían tenido que pasar lo que usted pasó?
–Es un aprendizaje importante, una prueba de superación y de superar situaciones límites que me han hecho mucho más fuerte. He tenido que pasar eso y otras circunstancias que me han hecho mejor entrenador y mejor persona. Me ha venido hasta muy bien para tomar decisiones con más seguridad. Ahora las tomo con mucha más tranquilidad que hace un año. Son cosas de la vida, luego cada uno tendrá que hacer su análisis y ver si fue justo a la hora de decir informaciones que hoy igual se tienen que arrepentir. Yo tengo la conciencia muy tranquila.
–¿Se siente mejor entrenador?
–Sí, por supuesto. Es la frase que digo a mis jugadores, mañana hay que mejorar, esto se puede hacer mejor y me lo aplico. Si no lo digo desde el convencimiento no lo puedo decir. Soy mejor entrenador que hace un año, pero es que mañana quiero ser mejor. Puedo mejorar y es mi actitud en la vida.
Tratamos de seguir formándolos a todos, a Yamal con 16 años y a Jesús Navas con 38 que es un ejemplo de todo”
–¿Qué piensa cuando le nombro a Luis Aragonés?
–Un referente. Abrió la puerta de un estilo, una idea, una mentalidad para poder ser campeón en un futuro. Fue ese germen que necesitaba para cambiar dinámicas que no fueron positivas a nivel internacional.
–“Del subcampeón nadie se acuerda”, les dijo Luis antes de la final de 2008...
–Ahí tengo cierta discrepancia con él. Las finales son para jugarlas. Ya es un éxito estar. No muchos han llegado y pueden decir lo que ha costado alcanzarla. Sólo llegan dos de muchísimas selecciones. El mérito ya está en llegar a la final y te enfrentas con un rival tan bueno como tú. Quiero desdramatizar la situación porque el perder parece que es un fracaso y no puedo con esa palabra. No la entiendo. Si lo das todo, si no te guardas nada y pones todo tu empeño, das toda tu capacidad, no puedes fracasar. Dicho eso, igual no vale para ganar. Ganar o perder es una línea muy fina, sobre todo en una final. Por eso una final es para disfrutarla, jugarla, valorar lo que has hecho para llegar hasta allí, que te dé seguridad y pelear por ganar, pero no se puede tachar de fracasado a quien deja todo y no consigue la victoria porque el rival ha sido mejor. Incluso a veces te gana sin serlo.
–¿Toca lo emocional en esa última charla a los jugadores?
–Los futbolistas son personas, algunos ya tienen experiencia en esta situación y para otros es nueva, tendrán un estrés al límite. Hay que valorar el aspecto emocional. Les conozco bien y son personas con mucha sensibilidad. Hay que tocarles la cabeza, la inteligencia y el corazón también. Se toca de manera natural, porque si fuera un momento excepcional no creerían en mí. Lo que les diré el domingo ya me lo han oído porque es el motor de este grupo unido y generoso. Son gente que anteponen el bienestar colectivo al individual.
–De Luis a Del Bosque como seleccionadores que se vieron en su situación del presente...
–Vicente ha sido otro referente, para mí más en lo personal también porque he trabajado con él y tenemos muy buena relación. He aprendido mucho de él, me fijo mucho en la pausa con la que manejaba las situaciones, necesaria en momentos de máxima tensión en partidos de estas características. Siguió mejorando y reforzando la idea que comenzó a germinar con Aragonés. Lo hizo todavía mejor, de manera magistral consiguiendo Mundial y Eurocopa. Tocó el cielo en lo futbolístico y he sacado muchas lecciones de él.
–¿De qué partido se siente más orgulloso en el torneo?
–Del primero, porque era muy importante empezar muy bien ante un rival muy difícil como Croacia, donde realmente fue nuestra tarjeta de presentación: “Aquí estamos nosotros”. Fue reforzar la idea que teníamos ya durante la fase de clasificación y los días previos. Fue un momento de mostrar el poderío de una selección que vino aquí a darlo todo.
–La evolución del estilo se le atribuye como mérito, ¿era planificada u obligada desde la irrupción de bandas como Lamine Yamal y Nico Williams?
–Hay varios aspectos. El primero es el convencimiento, tener la idea de que en mi opinión el fútbol va evolucionando y necesitábamos dar un salto en nuestras fortalezas. Somos reconocibles en el mundo por el fútbol control y combinativo, pero nos faltaba más pegada y saber transitar hacia un juego más rápido, a los contraataques y necesitábamos dar a nuestro fútbol otros registros. Para eso tienes que tener futbolistas, y mi ventaja es que los conocía muy bien para que encajaran en esa idea. Hemos sido capaces de hacer el equipo más imprevisible, tener más registros ofensivos y defensivos. Caminar en una idea que no es mejor ni peor que las otras. Cada uno se hace fuerte en la idea que tiene, la clave es tener futbolistas para ello.
–Solemos valorar más lo que viene de fuera y nos vemos más pequeños de lo que somos. Lo traslado a premios individuales. No se pronuncia ningún nombre de un jugador español en los candidatos a Balón de Oro...
–Es un problema del país, pasa mucho porque es histórico. No me canso de reivindicar el producto nacional. Sé que los futbolistas españoles son los mejores del mundo. Nuestro estilo es reconocible, intentado de plagiar y copiar en muchos lugares del mundo. Por algo será. Es el momento de decir sin timidez, vergüenza ni complejo que en España somos los mejores en muchas cosas. No tenemos nada que envidiar en muchos aspectos, uno de ellos es en los futbolistas que tenemos que son excepcionales. Habría que reconocerlos y ponerlos en valor como merecen con premios individuales. Están cualificados para ser valorados mejor en el exterior que en España. Es otro punto de mejora que tenemos en nuestra casa.
–¿A quién le daría el Balón de Oro?
–Tanto Rodri como Carvajal llevan unos años ganándolo todo. Podrían ser dos de los candidatos y con méritos muy merecidos.
–El nombre de Yamal se está poniendo a la altura de los Pelé, Maradona o Messi en los récords que va superando con 16 años. ¿No da vértigo?
–Seguramente si pensamos y nos retrotraemos a esa edad de Maradona, Cruyff, Pelé o Messi, vivirían una situación similar. No quiero meter presión para que sea un jugador futuro de este perfil y nivel. Que puede hacerlo, pero lo que hay que hacer es tener calma, no meterle ninguna presión. Además de entrenador hay que ser formador con gente tan joven con la que me encanta trabajar. Hay que educarle. Es nuestra responsabilidad, dirigirlo futbolísticamente, pero también enseñarle cosas emocionales, personales, de inteligencia, de interpretación de la vida. Eso le va a ayudar a ser mejor futbolista. Es infalible y va a pasar que los mismos que hoy dicen que es el mejor del mundo serán los que dirán que está acabado o que no es el futbolista que parecía.
–¿Qué consejos le da?
–Le trato de explicar eso, que con los pies en el suelo, que la humildad es la clave y le hará más grande. Si se equivoca un día y va más acelerado de lo que le corresponde, podrá tener algún problema.
–¿El éxito Lamine es compartido con Xavi?
–Doy las gracias a todos los clubes porque nos beneficiamos del trabajo que hacen estos futbolistas en sus equipos. Nosotros seleccionamos a los que entendemos que son los mejores. Lamine tiene una base fantástica y Xavi ha hecho un trabajo excepcional. Tratamos de seguir formándole. A Lamine con 16 años y también a Jesus Navas con 38, ejemplo en todo, que puede seguir mejorando con nuestros consejos. Tuve su edad y sé lo que está pensando.
–Apuestas personales que le han salido bien junto a Lamine son Cucurella, la fe ciega en Laporte ante la crítica, Fabián, Nico... No hay debates. ¿Cuál ha sido la gran sorpresa en su grupo que compite por encima de lo que pensaba?
–Eso es el conocimiento de la materia prima. Fabián, Cucu, quitando a Laporte, que lo conocí cuando llegué a la absoluta, con el resto llevo trabajando desde que tienen 15 años y sé el potencial que tienen. Fabián fue el mejor jugador del europeo sub-21, Cucu sé lo que puede dar, fue capitán conmigo. El éxito radica en conocer la materia prima. He hecho bien mi trabajo de controlar esos talentos especiales. Luego transmitir al futbolista la seguridad que necesita para desarrollar su potencial. Mérito mío es seleccionarlos pero el de ellos es ser capaces de demostrarlo.
–Morata ha sido un volcán en el torneo, capitán perfecto dentro, pero con declaraciones que generaron mucho revuelo antes de grandes partidos. ¿Será su último partido con España la final?
–Refuerza la teoría de que en España desgraciadamente nos cuesta reconocer lo bueno que tenemos. Morata es un ejemplo claro. Tiene números de súper crack mundial. Cuarto goleador de la historia de España, tercero de las Eurocopas, ha ganado títulos a todos los niveles en clubes de máximo nivel. Este jugador sería un mito en otro país con prestigio reconocido. En el nuestro nos cuesta. De vez en cuando hay que sacar la patita y decir que estoy aquí por esto, nadie me ha regalado nada. Su reivindicación me pareció muy bien y estoy al cien por cien con él. Con respeto decir a la gente quien es, lo que ha hecho y tiene que seguir demostrando, pero es su histórico. No ha creado ningún conflicto dentro. Tiene el apoyo de todos los compañeros. Le entienden y se sentían mal con la actitud de cierto sector de la prensa con él. Tiene el apoyo de todo el cuerpo técnico. Todos somos Morata.
–¿Viene peor Inglaterra por estilo que Países Bajos?
–Hemos jugado con equipos que juegan con distintos estilos y diferentes planteamientos. Nos toca Inglaterra, que es una gran selección, pero lo más importante es que nos adaptamos a cualquier situación para llevar el partido donde nos interesa. De posesiones más largas a ser cuchillos en ataque. Es una final y estamos convencidos de que al éxito nos llevarán nuestras fortalezas.
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