Una frase que aún se recuerda...

El Sevilla de Manolo Jiménez había remontado in extremis ante el Valencia y le tocaba medirse en semifinales de la Copa del Rey al Athletic. Partía como claro favorito, gracias a la superioridad de una plantilla de relumbrón que aún tendría muchas cosas que decir y quedaría tercera en la Liga. Jesús Navas, Kanoute, Palop, Adriano, Luis Fabiano, Perotti, Diego Capel, Romaric... Pero se encontró en la ida con el inconveniente de un fortísimo aguacero. El 4 de febrero de 2009, el Sánchez-Pizjuán presentaba media entrada. Acudir al estadio ya era un acto de heroismo, mientras que en San Mamés se habían agotado las localidades poco después del sorteo. La vuelta se disputó un mes después y el Sevilla, con una defensa de circunstancias, cayó de la forma más estruendosa que se recuerda.

Al conjuro de la remontada y de cierta frase de José María del Nido, aquella de "el Sevilla se va a comer al león de la melena a la cola", vibró el viejo estadio del Athletic de froma tremenda. Unos días antes, en la Liga, Kanoute había soliviantado a la grada local con dos goles. Pero Caparrós, que, como buen conocedor de los secretos del drenaje del Sánchez-Pizjuán, presionó para que se jugase la ida sobre una piscina, usó todas las armas a su mano para motivar a los suyos en la vuelta. Del Nido quiso equilibrar el enfervorecido ambiente de Bilbao con aquella frase, y aún se recuerda lo del rabo hasta en el nuevo San Mamés.

El Sevilla tiene ahora la posibilidad de la revancha. De aquella eliminatoria sobreviven ocho futbolistas: Llorente y Fazio en el Sevilla; Iraizoz, Gurpegui, Etxeita, Balenziaga, Iturraspe y Susaeta, en el Athletic. En Nervión, la revolución ha sido total. Ni siquiera el delegado de equipo, entonces Cristóbal Soria, es el mismo. Caparrós rotó en la Liga dando descanso a titulares. Jiménez, con bajas en la zaga, alineó a Palop; Mosquera, Squillaci, David Prieto, Fernando Navarro; Fazio (Luis Fabiano, 36'), Romaric (Duscher, 76'), Jesús Navas, Adriano (Diego Capel, 46'), Renato; y Kanoute. En el minuto 37 ya perdía 3-0 el Sevilla, gracias a los goles de Javi Martínez, Llorente y Toquero. El león, hambriento durante 25 años de sequía, devoró a un Sevilla cansado de títulos y la grada cambió de forma hiriente la cola por el rabo. El hambre hizo mucho en aquella eliminatoria.