La fe se fue por el desagüe

Betis | murcia · informe técnico

Las limitaciones bloquean los planes de Víctor, cuyo estímulo se ha desvanecido ya · La zaga duda y no sale, queda un equipo largo y no siempre aparece Emana

La fe se fue por el desagüe
La fe se fue por el desagüe
Juan Antonio Solís / Sevilla

10 de mayo 2010 - 05:02

"El ascenso parece casi una quimera". La frase de Víctor tras el partido debió caer como un chorro de plomo fundido entre el beticismo. Destila la misma falta de fe que mostró el equipo verdiblanco en el campo. Este Betis, ayuno de fútbol, está perdiendo ya hasta el convencimiento de que puede revertir la situación. El método no cuaja, atrás quedó ya el estímulo inicial que trajo el técnico maño.

Defensa

Los defensores béticos salieron con dudas, muy poco tardaron en destaparse. Ese error de Melli al medir mal en un salto y provocar un dos contra uno a su espalda lo dice todo. La línea verdiblanca se siente vulnerable y no se atreve a dar el paso adelante, a apretar arriba, a anticiparse. Quedó sobre la hierba un Betis demasiado largo, y a los murcianistas Mejía y Pereyra no les hizo falta el ritmo que no tienen para recibir balones y tocar con cierta comodidad.

En la segunda parte persistieron las dudas atrás hasta que llegó el error fatal, esta vez de Goitia. Con el empate, Víctor metió a Capi por Melli y a Caffa por Juanma (minuto 66) y retrasó a Arzu al puesto de central diestro. Entonces llegó el esperado paso adelante de la zaga, no quedaba otra, y ayudó que el Murcia, con las entradas de Mario Rosas y Kike García, se quedara sin salida. La defensa bética no volvió a padecer.

Ataque

Todo se fía a las arrancadas de Emana o, como ayer, a que aparezcan dos piezas ofensivas inopinadas: Mehmet Aurelio con sus incursiones por dentro, trazando alguna triangulación cargada de veneno, y Fernando Vega con sus briosas, aunque contadas, penetraciones por la derecha. Fue durante un ratito, en la primera mitad. Y eso no da ni para derrotar a ese catálogo de defectos, vestido además con una especie de pijama de verano, que ayer fue el Murcia. Aurelio puede ser un recurso ocasional, pero sólo eso. De hecho, el turco no puede sostener el ataque. Lo deben hacer Emana o Jonathan Pereira, pero el camerunés se dejó arrastrar por la desazón colectiva y el menudo delantero deja claro que fuera del área aporta poquito, sólo trifulcas. Capi y Caffa ayudaron... al caos.

Virtudes

Las matemáticas están vivas.

Talón de aquiles

Parece que a Víctor se le ha ido esto.

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