El extraño caso de Manu del Moral

El jiennense se ha creado una imagen de delantero inocente que no concuerda con sus registros goleadores de las últimas campañas. Emery apunta a su reciclaje.

Manu del Moral, junto con Negredo en un entrenamiento del Sevilla.
Manu del Moral, junto con Negredo en un entrenamiento del Sevilla.
Jesús Alba / Sevilla

12 de febrero 2013 - 05:02

Tiene cara de bueno. Una candidez en el rostro que la afición sevillista terminó por tomarla como la imagen que mejor podía ilustrar el derrotismo de su equipo en determinados partidos en los que, como el pasado sábado en el Santiago Bernabéu, parece como empequeñecido, cohibido... desde que sale por el túnel de vestuarios.

A Manu del Moral, prometedor delantero que llegó hace dos veranos con una por entonces flamante internacionalidad absoluta por bandera, le ha pasado en el Sevilla que ha ido poco a poco escurriendo tanto su figura con muchas insulsas actuaciones que la propia afición acabó por no tomárselo en serio, lo peor que le puede pasar a un futbolista. Todo quizá comenzó en el inicio de la pasada campaña, cuando, todavía con Marcelino en el banquillo, el jiennense protagonizó errores muy llamativos en claras ocasiones de gol que le costaron puntos al Sevilla.

En Villarreal, en el Calderón, también en Pamplona... tuvo Manu fáciles uno contra uno con el portero rival que lo dejaron marcado. Luego, apariciones que llegaban a exasperar a la grada, remates mal ejecutados, disparos inocentes, caídas en el cuerpo a cuerpo... Y hasta se le resistía su mejor arma, un disparo seco desde fuera del área con el que consiguió muchos goles con la camiseta del Getafe. Tuvo alguna buena racha, empezaron a entrarle, como un disparo que le valió al Sevilla los puntos ante el Sporting... pero nada comparable al delantero que fue en el Coliseo Alfonso Pérez y de la mano de Míchel, quien se suponía que era el que mejor partido podía sacar de sus condiciones aprovechando esa presunta apuesta por los goles de los jugadores de segunda línea.

Ha sido, sin embargo, Unai Emery el que parece haber dado con la tecla. Los minutos de Manu del Moral el pasado sábado ante el Real Madrid, siendo muy escasos, suponen un rayo de luz a la esperanza y recuerdan a ese futbolista por el que el Sevilla, fiado al catalejo de Monchi, pagó 4,5 millones de euros.

Quizá la clave pueda estar en la posición que ocupa en el campo. ¿De qué juega Manu del Moral? En el Sevilla siempre lo hizo de extremo izquierdo cuando no fue esa posición la que más tuvo en el Getafe, donde sí jugaba más como segundo delantero y, a veces, como punta de referencia. Y es esa demarcación intermedia, la de segundo delantero la que, por sus características, mejor podría brillar... pero ¿juega el Sevilla con dos delanteros?

Manu del Moral, un chico tremendamente atento y sencillo en el trato, no logra quitarse el sambenito de delantero cándido e inocente que se ha ganado a pulso entre una afición que fácilmente se exaspera viendo su juego pegado a la banda. Y eso sólo podrá hacerlo a base de goles y con actuaciones como las que apuntó brevemente en el Bernabéu, aunque es cierto que cuando ya no había partido y el Sevilla perdía por 4-0.

Pero la verdad es que su caso es extraño, pues sus números en la Liga BBVA no son como para que dé esa imagen de cara al exterior. Ocho goles en la temporada 09-10 con el Getafe; nueve en la 10-11 también con el Getafe y, pese a todo, diez con el Sevilla la campaña pasada. En el presente curso el pasado sábado estrenó su cuenta.

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