Un estreno muy esperanzador

La expectación era máxima para asistir al debut de Jesús Navas con la camiseta de la selección española. Se hizo esperar, pero a ocho minutos del final Del Bosque decidió darle entrada con el dorsal número 9 a la espalda, el de los goleadores, el que pasará a la historia por ser el que sirvió para que el extremo del Sevilla hiciera realidad uno de sus sueños.

El palaciego tuvo 12 minutos de brillo. Un intervalo de tiempo que bastó para que dejara señales de su indudable valor. La presencia de un rival agresivo no varió la actitud natural de un futbolista llamado a desequilibrar y buscar siempre la verticalidad. No se arrugó cuando en la primera acción que protagonizó vio cómo Ansaldi se acercó. Tiró su primer intento de desborde. No salió, pero avisó a su marcador acerca de sus intenciones.

El tono sevillista que tuvieron los últimos minutos del encuentro España-Argentina fue fructífero. No sólo porque la selección aprovechó la presencia de Negredo y Jesús Navas en el terreno de juego para marcar el gol de la victoria, sino también por la constante búsqueda de protagonismo de ambos hasta el final.

Por si la fiesta sevillista no era suficiente con la entrada de los dos atacantes, también Perotti hizo acto de presencia debutando a las órdenes de Diego Armando Maradona y sustituyendo a Messi. Pero el día destinaba su brillo especial para Jesús Navas, cuyo dorsal 9 tardó poco en relucir cerca de la cal de la banda derecha. Su compañero Negredo, hasta ese momento demasiado solo en sus intentos ofensivos, tuvo más protagonismo con la aparición de Navas. El madrileño fue factor importante en la jugada del penalti que supuso el tanto de la victoria. El triunfo de España ya era más cercano y el adelantamiento de líneas de Argentina comenzó a dejar un escenario ideal de contragolpes. En casi todos ellos apareció la figura del extremo sevillista, que no dudaba en devolver balones de tacón o hacer controles orientados ante la impotencia de los defensores argentinos. En una brillante acción, se asoció con maestría con el valencianista Juan Mata y estuvo cerca de bordar su debut con un tanto, pero la salida del portero argentino impidió sus intenciones.

Quedaba tiempo para la acción sevillista por excelencia. Navas profundizó por la banda derecha y sirvió al área un centro medido a la cabeza de Negredo, que remató a las manos de Sergio Romero. Fue el guiño a la actuación de ambos, a su asentamiento en una selección magistral que no cesa de ganar. El debut de Jesús Navas con la selección española deja el sentimiento del triunfo como colofón a un día que subrayará en rojo en su calendario futbolístico. Olvidados los problemas que impidieron que este día se adelantara en el tiempo, el futbolista de Los Palacios comenzó su periplo con el combinado nacional con buena nota, cerrando cualquier debate inexistente sobre sus merecimientos. La indiscutible calidad de Jesús Navas es, como siempre fue, su mejor pasaporte para ser internacional.