La España eléctrica y desbordante de Nico Williams y Lamine Yamal
España-Italia | Informe técnico
Con 20 remates, el equipo de Luis de la Fuente se estrelló en Donnarumma y hasta en el larguero y necesitó un autogol para plasmar su excelsa panoplia ofensiva, desequilibrante por fuera y sutil por dentro
Sólo sufrió muy al final cuando Italia se fue arriba a tumba abierta, pero Unai Simón apenas intervino
Así jugaron los futbolistas de España contra Italia
España se clasificó como primera para los octavos de final de la Eurocopa con un triunfo sobre Italia en el que tuvo momentos de gran brillantez y concluyó con emoción. Las estadísticas reflejaron su superioridad ante el cuadro de Luciano Spalletti, que apenas inquietó en un tramo final en el que la cortedad del resultado, por la falta de eficacia española y el acierto de Donnarumma, dio inquietud. Hasta 20 remates, nueve a portería, realizó España, que llegó a estar por encima del 60% de posesión, pero que fue menos España cuando Luis de la Fuente cambió el frente del ataque. Ahí echó de menos las vías de Nico Williams, sobre todo, y Lamine Yamal.
Esta España es distinta a la del ciclo exitoso del tiquitaca. Tiene otro perfil de centrocampistas, con más contundencia sin que eso menoscabe su calidad para el juego ofensivo, muy vertical por dentro gracias a la visión de Fabián y la ubicuidad de Pedri y sobre todo por fuera, merced a la velocidad con el balón de Yamal y Nico. Sólo al final Unai Simón vio mucha gente en su área y ni así intervino. Los dos únicos córneres italianos llegaron al final, el último incluso con el portero subiendo a rematar, un Donnarumma que le sacó dos manos providenciales a Ayoze que evitaron que se finiquitase el choque poco antes, después de haber realizado paradones en el brillantísimo primer tiempo. En éste se expuso toda la panoplia hispana, aun sin acierto final en los muchos ataques que propició: por fuera, con desborde y centros, o por dentro, con combinaciones y permutas o disparos de larga distancia, como los de Fabián o Rodri.
Defensa
España arriesgó con una puesta en escena valiente y muchísimos jugadores en el campo contrario ante una Italia que buscaba los espacios con Scamacca entre los centrales. Le Normand y Laporte mantuvieran la tensión y también fue clave la elasticidad de Carvajal y de un Cucurella generosísimo en ataque con Nico y que se replegó rapidísimo con cruces clave. Incluso robó más en el campo contrario y estuvo firme en los uno contra uno de Rodri y Fabián o los centrales. Sólo sufrió cuando Italia se fue a tumba abierta muy al final.
Ataque
España atacó con todo, y no especuló nunca. Fue elástica, eléctrica y veloz. Y alternó los ataques rápidos -balones verticales por dentro o por fuera- con conducciones o posesiones largas, ya avanzada la primera mitad, cuando se replegó Italia empujada por el brío español. Contar con dos extremos como Lamine Yamal y Nico Williams, además, le permite abrir por dentro espacios al requerir una vigilancia especial ambos.
Ni en las posesiones largas manoseó el balón España, con buen pie para combinar con sutileza y rapidez y controles orientados con los que perfilaba los persistentes ataques. Faltó rematar los muchos centros, pese a que las primeras llegadas, de Pedri (2’) y Nico (10’) prometieron peligro en el juego aéreo. De un centro llegó el autogol de Calafiori (55’). También lo intentó por abajo o con tiros desde fuera (al larguero Nico en el 70’). Sin embargo, sin Nico ni Yamal, faltaron las referencias para dar continuidad a su ofensiva: Italia respiró, defendió mejor y empezó a salir.
Virtudes
Confirmó su versátil ideario de juego, con fútbol combinativo y vertical y conducciones externas. Y además lo hizo con muy buen pie y a mucha velocidad e intensidad.
Talón de Aquiles
Necesitó un gol en propia puerta pese a lo muchísimo que generó. La eficacia es fundamental si quiere llegar lejos en la Eurocopa.
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