La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Informe táctico
En el fútbol el mejor equipo no es el que mejor juega, ni el que lo hace más bonito ni el que más efectividad muestra en el área rival, sino el que domina todos los elementos posibles que aparecen en este bendito deporte que es tan apasionante también en parte porque es colectivo y tiene un punto de cooperación que lo hace distinto a los demás.
España es el mejor equipo de la Eurocopa sin lugar a ningún género de dudas. La ganará o no, pero ha demostrado que sabe manejar todas las situaciones. Sabe sufrir cuando hace falta, sabe ser directo y vertical como en el primer partido ante Croacia, sabe combinar como ante Italia y en muchas fases del partido de semifinales ante Francia, y sabe mandar a sus rivales un mensaje claro: nunca lo verás rendido. Tiene un trío defensivo que es roca por el centro y ya si encima ha encontrado a dos jugadores que están en un nivel físico superior como son Lamine Yamal y Dani Olmo, la candidatura, con todos los argumentos del mundo, al título está servida.
Los de De la Fuente pasaron ante Francia por varios minipartidos y casi todos los ganaron. Perdió el norte en una pequeña fase en la que el enemigo encontró una vía en un momento de genialidad de su estrella y alguna duda por parte de su par, Jesús Navas, pero ni en la fase final de asedio de los franchutes España perdió la sobriedad, el sitio y el norte de lo que estaba haciendo.
El plan salió perfecto. Francia intensificó el ataque por los costados buscando las cosquillas a Jesús Navas y a Cucurella con Mbappé y Dembélé, pero el bloque respondió como nunca. Las ayudas fueron constantes y las coberturas de los centrales fueron sencillamente imperiales. El trío que forman Nacho, Laporte y Rodri es impenetrable. Francia no acosó ni una vez el pasillo central y ni siquiera en la fase final en la que acumuló hombres para tratar de forzar la prórroga hizo perder los nervios a los de rojo. En este sentido, la labor de Fabián, con menos brillo pero muy efectivo, fue fundamental.
Y mención aparte merece el desgaste de Morata, que se sacrificó por el equipo cuajando un partido colosal en defensa. Primero presionando arriba la salida de balón de los centrales galos y en la segunda parte defendiendo, robando y provocando faltas y tarjetas cerca del área propia.
Los laterales, los que más sufrieron, recibieron casi siempre la ayuda de los centrales en el cruce en una perfecta sintonía de trabajo colectivo.
España fue menos directa en iniciación. Unai Simón no tiró tanto del pase largo y el fútbol por dentro se convirtió en la mejor arma de los hombres de De la Fuente. Deschamps se preocupó de esperar a los rápidos extremos españoles y éstos lo que hicieron fue meterse hacia dentro para sorprender. Fue Yamal el que mejor encontró ese camino, burló a Theo más que Nico a Koundé y desde ahí, desde dentro, rompió el partido, primero con un golazo de crack y luego iniciando la jugada del segundo gol, dejando además el pasillo a Jesús Navas.
Suena a frase hecha, pero viendo a este grupo en el campo se nota que es verdad. La unión es un arma mortífera y el mayor tesoro de la España de De la Fuente.
Los laterales, particularmente, Jesús Navas, sufrieron en alguna fase. Pero era algo predecible. El sevillista salía en frío en una competición en la que no venía jugando y además tenía posiblemente al mejor jugador europeo enfrente. Demasiado.
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