El escándalo de la descalificación de Elena Congost, bronce paralímpico: "Estoy destrozada"
Juegos Paralímpicos de París
Soltó la cuerda casi en la meta un segundo para evitar que se cayera arrastrado su guía, que tenía calambres; el Comité Paralímpico Español reclamó porque llegó con casi cuatro minutos de distancia sobre la cuarta
"No me han descalificado por hacer trampas, sino que me han descalificado por ser persona", dice la campeona paralímpica de Río 2016
Alberto Suárez, plata en el maratón; Elena Congost, descalificada
El mundo del deporte tiene que revisarse por completo. No puede ser que el espíritu de la ley quede enterrado por el rigorismo de la normativa. No puede ser que no se premie el esfuerzo supremo y la deportividad extrema. No puede ser lo que le ha pasado a Elena Congost en los Juegos Paralímpícos de París. Fue descalificada tras ganar el bronce en el maratón T12 femenino por soltar por unos instantes, a dos metros de la meta, a su guía, que está en teoría para ayudar, no para ser un lastre.
La carrera la dominó por completo la marroquí Ezzhara El Idrissi, que registró en meta un tiempo 2h48:36, récord del mundo, por delante de su compatriota Meryem En-Nourhi, que llegó a 9:42.
Tercera entró Elena Congost, junto con su guía Mia Carol Bruguera, que cruzó la meta tras sufrir calambres en los últimos metros y pararon el crono en 3:00.48, marca personal de la barcelonesa, campeona paralímpicia en los Juegos de Río 2016.
En esos últimos metros, Elena soltó un segundo la cuerda como acto reflejo para que no se cayera su guía, lo que provocó una descalificación que, en un primer momento, se pensó desde el Comité Paralímpico Español que podía ser porque Mia hubiese entrado a meta antes que ella. No fue así. Los jueces terminaron descalificando a la atleta española en aplicación a un artículo del reglamento, el 7.9.5, que prohíbe soltar la cuerda del guía.
Reclamación del CPE desatendida
La pareja española llegó a meta en un crono de 3h:00.48, marca personal de la campeona olímpica de Río, aventajando en casi cuatro minutos (3h:04:23) a la japonesa Misato Michisita, algo que está fue usado como argumento para la reclamación puesta por el Comité Paralímpico Español, que también alegó que con esa diferencia no hubo ni ventaja añadida ni perjuicio para su perseguidora en carrera.
La reclamación fue desatendida y Congost pierde el merecido bronce ganado a lo largo de 42 kilómetros y 193 metros de ilusión y sacrificio a los que se añadieron esos dos malhadados dos metros antes de llegar a la meta que fueron la excusa para su descalificación.
"Estoy destrozada porque tenía la medalla. También súper orgullosa de todo lo que he hecho, aunque al final me descalifican porque a diez metros de meta dejo ir la cuerda un segundo porque una persona a mi lado se va de morros al suelo y vuelvo a coger la cuerda y entramos a meta", declaró la atleta catalana al conocer la descalificación.
Una descalificación "surrealista"
"La siguiente aleta viene a tres minutos de mí, o sea, que ha sido un acto reflejo de cualquier humano, el de aguantar a una persona que a tu lado se está cayendo. Cuando no hay ningún tipo de ayuda, ningún tipo de beneficio y cuando se ve claramente que yo me paro en seco, por esa situación", confesó.
"Sólo dicen que he soltado la cuerda un segundo y como la he soltado pues ya está, no hay vuelta atrás. No entiendo que nadie pueda razonar ni entender la situación, que no es por hacer trampa ni para arrastrar a un atleta como se ha dado en la pista", manifestó.
Para Elena Congost es "injusto" que la descalifiquen por "aguantar a una persona que se está cayendo" y con la que ha ido "un montón de kilómetros poco a poco porque ya no podía".
"Después de eso, por dejar ir la cuerda un segundo, me descalifican. Para que una persona no se caiga al suelo me pase esto y me quede sin nada no me parece bien. No le encuentro explicación alguna. Me parece injusto y surrealista", admitió. Efectivamente, la palabra es surrealista.
"Es triste porque además venía de estar sin beca y estar en la estacada y era uno de mis objetivos. No voy a volver a conseguir beca y estar en el plan ADOP y me volverán a dejar fuera de todo cuando creo que he demostrado lo que podía hacer", comentó.
"También me gustaría que todo el mundo sepa que no me han descalificado por hacer trampas, sino que me han descalificado por ser persona y por un instinto que te sale cuando alguien se está cayendo, que es ayudar y aguantarlo", finalizó.
Ésta era la quinta participación en unos Juegos Paralímpicos de Elena Congost, que no competía desde Río de Janeiro 2016 tras un parón por maternidad que la ha llevado a tener cuatro hijos en este periodo.
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