El equipo español de gimnasia sufre un percance inexplicable en paralelas y se despide de la final
A todos los gimnastas españoles se les empezaron a subir los músculos en el último aparato de la ronda clasificatoria
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No encuentran explicación, pero les sucedió: a todos los gimnastas españoles se les empezaron a subir los músculos en el último aparato de la ronda clasificatoria, las barras paralelas, y se despidieron de sus opciones de entrar por primera vez en la final olímpica por equipos, un resultado que llevan décadas persiguiendo y que no acaba de salir.
La selección concluyó en duodécima posición, como hace cuatro años en Tokio 2020, pese a un comienzo de competición prometedor que alentaba sus esperanzas de meterse en la élite mundial en uno de los deportes con más peso específico del programa olímpico.
"Hemos perdido la clasificación en paralelas. Se nos han empezado a subir los músculos y no sabíamos por qué", dijo Néstor Abad al salir del pabellón de Bercy. "Cuando te pasa eso ya no puedes hacer nada. Es como una lesión".
Junto a él, Joel Plata, Nicolau Mir, Thierno Diallo y Ray Zapata fueron quienes lo intentaron en esta ocasión, a las órdenes del seleccionador Benjamín Bango en sus primeros Juegos al frente del grupo. Zapata se clasificó para la final de suelo, en la que podrá optar a una segunda medalla tras la plata de Tokio 2020, y Abad será primer reserva en el concurso completo.
China encabezó la clasificación general en el estado de Bercy, con 263,028 puntos, por 260,028 de Japón y 256,61 de Gran Bretaña. Ucrania, Estados Unidos, Italia, Suiza y Canadá completarán la final por equipos.
Los españoles acabaron con 241,294 puntos, a seis puntos y medio de la final.
España comenzó la competición sabiendo que China, Japón, Gran Bretaña y Ucrania estaban ya clasificados, y Estados Unidos casi. Pero había un hueco de más de cinco puntos entre ese grupo y el que formaban Canadá, Países Bajos y Alemania y por ahí debía colarse.
Bango movió sus piezas para distribuir a sus hombres por los seis aparatos. Plata, Abad y Mir hicieron todos. Zapata y Diallo se turnaron como cuarto gimnasta. La peor nota de cada aparato podía descartarse.
Por una vez, los españoles había tenido suerte en el sorteo y, además de competir en la última subdivisión, conociendo ya las anteriores notas, empezaron por su mejor aparato, la barra.
Los buenos ejercicios de Diallo, Mir, Abad y, sobre todo, de Plata (13,666) colmaron al equipo de confianza.
En suelo todos cumplieron. Plata desprendía excelentes sensaciones. Zapata, el vigente subcampeón olímpico de la especialidad, que también se jugaba estar en la final de este aparato, cerró la rotación.
Ray, el hombre capaz de todo, hizo lo que debía: unas series diagonales de dificultad extrema, pero sin tomar riesgos innecesarios (dificultad 6,3) para no perjudicar al equipo. Los jueces se lo reconocieron con un 14,600.
El primer error llegó en el caballo con arcos, aparato en el que Diallo tuvo que interrumpir su ejercicio para retomar la secuencia. Pero sus compañeros no tuvieron problemas en recorrer el potro con soltura, de nuevo con Plata con la puntuación más alta (13,566).
Zapata, que había incorporado las anillas a su programa específicamente para esta competición, demostró su capacidad al ser el mejor del grupo, con 13,900 puntos muy valiosos para la clasificación general, seguidos por los 13,600 de Abad. Plata, menos seguro que en otros ejercicios, hizo no obstante una salida perfecta.
Pero Suiza, Turquía e Italia, que compartían subdivisión con España, seguían por delante a falta de dos aparatos. En el caso de España, salto y paralelas.
Nicolau Mir y Joel Plata no pudieron aterrizar bien sus saltos y los terminaron sentados en el suelo, al contrario que Abad, que lo clavó (14,500). Zapata hizo dos, para optar también a la final, el primero mejor que el segundo. Era su ultimo ejercicio de la noche y se despidió del público con alegría.
España tenía que remontar posiciones en las paralelas. Le separaban 40,266 puntos de Alemania, que marcaba la frontera de la octava posición.
Nicolau Mir se lesionó en pleno ejercicio y tuvo que abandonar el aparato. El resto, recibía masajes mientras esperaba su turno. Algo pasaba. Abad se quedó en 10,766, Diallo en 12,966, Plata en 12,433. La final se esfumó.
"Llevábamos una competición muy buena. Estamos un poco deprimidos. Currar hemos currado, por eso no ha sido", reiteró Abad.
"No nos ha pasado nunca", dijo Nicolau Mir. "Ojalá pudiera dar una explicación. Ha sido de repente. No podíamos ni coger las paralelas. Es el peor aparato en el que te puede pasar eso. Hemos tomado isotónico,¡s, hemos tomado geles, hemos tomado azúcar, de todo".
"Tensión, claro que hay tensión. Pero puedo estar media hora hablando y no encontrar explicación", insistió. "La final estaba ahí".
De cara a las finales, China aparenta llegar con más posibilidades que su gran rival, Japón, tanto en equipo como en el concurso individual. Zhang Boheng, subcampeón del mundo en 2022, se adelantó con 88,597 al japonés Shinnosuke Oka (86,865), que a su vez superó al campeón olímpico y mundial Daiki Hashimoto (85,064). Tras ellos, el chino Routeng Xiao, plata en Tokio.
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