Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
Las Tres Gracias del presupuesto andaluz y Séneca
El sorteo de la UEFA, celebrado ayer en Mónaco, emparejó al Sevilla con el Salzburgo austriaco, rival con el que tendrá que jugar el día 18 de septiembre en el Sánchez-Pizjuán para terminar buscando el billete a la fase de grupos el día 2 de octubre en la ciudad de Mozart.
No era el rival más sencillo para el plantel de Manolo Jiménez, pero tampoco puede decirse que fuese el más incómodo, ya que otros como Wolfsburgo o Vitoria Guimaraes también eran viables. El sorteo también deparó que el conjunto nervionense dispute el primer partido de la eliminatoria en casa, por lo que se tendrá que jugar la clasificación en el estadio Wals Siezenheim, el mismo en el que España ganó a Grecia en la última Eurocopa, aunque con la peculiaridad de que sea la hierba artificial la que se encuentre sobre el terreno de juego. Ya sufrió el Valencia esas circunstancias hace dos temporadas, cuando se le cruzó el equipo austriaco en la previa de la Liga de Campeones.
El resultado final del sorteo pudo verse, eso sí, desde varios lados positivos. El primero, relacionado con la a priori inferioridad del rival pese a todo, ya que los extraños coeficientes de la UEFA dejaron en esta primera ronda enfrentamientos como los que protagonizarán Borussia Dortmund y Udinese o Nápoles y Benfica. El Salzburgo es, sin duda, un rival muy inferior a los mencionados, por lo que el favoritismo del Sevilla se antoja más que evidente.
También puede resultar positivo que el primer partido se juegue en el Sánchez-Pizjuán, sobre todo a sabiendas de que la eliminatoria podría decidirse en la ida y que sólo tres días después el derbi sevillano marcará la correspondiente jornada liguera. Existiendo una clara diferencia de potencial entre ambos planteles, probablemente las cuestiones de desplazamiento tomen roles de más importancia de cara a mirar de reojo a la Liga.
Tras levantar el trofeo europeo en sus dos últimas participaciones, parece imposible que los austriacos, entrenados por Co Andriaanse, estén capacitados para dar la sorpresa pese a tener a su favor el factor campo en la vuelta.
Si se clasifica, el Sevilla entraría en la fase de grupos (ocho de cinco equipos) para seguir su camino hacia una nueva final de la Copa de la UEFA, en la que los otros españoles tampoco tuvieron suerte contraria con sus emparejamientos, ya que Valencia, Racing y Deportivo se enfrentarán respectivamente al Marítimo portugués, Honka finlandés y Brann noruego.
Tres días antes del esperado derbi ante el Betis, iniciará el Sevilla su camino en la UEFA ante un rival que, lejos de ser incómodo, debería servir como piedra de toque.
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