El duro ejercicio de pasar página
Marcelino dirige una sesión marcada por las caras largas por el varapalo europeo y la responsabilidad de cambiar la dinámica en el debut liguero · Negredo intentará estar ante el Málaga y Spahic lo tiene difícil.

Le ha tocado a Marcelino García Toral tener que sacar a relucir sus habilidades psicológicas al frente del grupo antes de lo esperado. La tempranera eliminación europea sufrida el pasado jueves a manos del Hannover 96 ha dejado tocado al vestuario y también al cuerpo técnico, aunque a los que conforman este equipo les toca disimular la sensación de angustia y contagiar los ánimos renovados con los que el Sevilla necesita urgentemente que reactivarse.
La sesión de trabajo que dirigió ayer por la tarde el entrenador asturiano estuvo marcada por las caras de circunstancias de todos los componentes del primer equipo ante las consecuencias de quedar apeado de la Liga Europa, pero también por el deseo de reparar el desastre de alguna forma -al menos en lo que se refiere al mensaje a una desilusionada afición- en el estreno liguero. Así, la visita mañana mismo del Málaga al Ramón Sánchez-Pizjuán se ha convertido ya en la obsesión del vestuario en esa difícil tarea de tener que pasar página cuanto antes tras el desastre consumado en los dos primeros partidos de competición de la era Marcelino.
Los rostros visibles, no obstante, en el entrenamiento vespertino celebrado ayer en la ciudad deportiva fueron los de los que no fueron titulares el pasado jueves ante el Hannover. Éstos permanecían en el interior del vestuario con trabajo suave de recuperación y fisioterapia. Marcelino no pierde tiempo y ya tiene en la cabeza el choque ante el Málaga, para el que aún mantiene algunas dudas. Lógicamente, el mayor interés lo suscita el estado físico de Álvaro Negredo tras tener que abandonar el terreno de juego lesionado cuando el partido ante los alemanes no estaba decidido.
El vallecano, con una fuerte sobrecarga en el isquiotibial de la pierna derecha, ha mejorado bastante, se ha visto que no hay rotura e intentará estar finalmente en el once ante el Málaga. Ayer hizo trabajo de recuperación y la idea es que hoy se pruebe con el grupo. Las sensaciones son buenas y hay cierto optimismo en el cuerpo médico, aunque todo dependerá de cómo se encuentre hoy.
Más difícil lo tiene Emir Spahic, que no pudo jugar ante el Hannover a causa de una fortísima contusión en el pie que ha estado muy cerca de romperle el tercer dedo. El bosnio no está descartado, pero no parece probable que vaya a llegar a tiempo porque el golpe fue bastante fuerte. Ayer hizo trabajo sobre el césped junto a uno de los recuperadores.
Tampoco se prevé que pueda reaparecer Ivan Rakitic pese a que su latosa lesión en el quinto metatarsiano parece que está cerca de pasar a la historia. El suizo-croata no va a forzar, pero ya ha entrado en el grupo y la idea es que esté disponible después del parón liguero...
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