7, un dorsal de leyenda en activo
Jesús Navas, con 355 duelos oficiales y sólo 26 años, va camino de superar el próximo curso a Pablo Blanco como jugador con más partidos de la historia. Está a 100 de Jiménez en Primera.
José María del Nido, en uno de sus gestos más elogiados y que ha logrado convertir en una loable y exitosa tradición, decidió hace unos años iniciar una serie de homenajes a figuras que le dieron gloria al Sevilla a lo largo de sus 107 años de vida. Juan Arza fue el primero y lo siguieron Busto, Marcelo Campanal, Achúcarro y muy pronto, Antonio Valero. Todos, leyendas del pasado, de fotografías en sepia y tardes inolvidables en el viejo Nervión. Pero el presidente tendrá que replantearse algún día si no es justo que en esta serie figure un jugador en activo, un futbolista que va camino de la leyenda a una velocidad vertiginosa y cuya lealtad al Sevilla hace inimaginable que decida cambiar de club y, por tanto, alterar el lógico y predeterminado discurrir de la historia.
Jesús Navas, con sólo 26 años, devora registros en las estadísticas que manejan los historiadores de la entidad. El palaciego acaba de cumplir 254 partidos en Primera División, justo 100 menos que Manolo Jiménez, quien ostenta el récord de encuentros en la máxima categoría. Pero es que el futbolista internacional, con una media de 40 partidos por curso salvo el posterior al Mundial por su lesión en el tobillo, acumula 355 encuentros oficiales con la camiseta blanca, va a superar en esta campaña a Antonio Álvarez (370) y Curro Sanjosé (372) y probablemente el próximo ejercicio arrebate a Pablo Blanco el honor de ser el futbolista que más ha defendido los colores del Sevilla en partidos oficiales (415). Y todo ello, con la diferencia de no haber disputado ni un solo encuentro en Segunda División y siendo ya, además, el futbolista de la historia del Sevilla que más citas acumula en competiciones europeas, 58, aparte de ser el sevillista con más entorchados internacionales tras superar esta temporada a Francisco.
Y todo esto puede asegurarse porque, encima, no hay ninguna duda de que a Jesús Navas le quedan muchas tardes -o noches con los horarios de la LFP- en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Pese a que en los últimos dos años se han producido momentos en los que el sevillismo tuvo dudas sobre si su estrella iba a terminar fichando por un grande, la realidad es bien distinta.
Mucho de eso se habló cuando Navas cambió de representante o cuando decidió dar el paso de vencer sus miedos a la ansiedad y acudir a la selección absoluta, con la que al final ha acabado ganando un Mundial y una Eurocopa. La renovación con el Sevilla hasta 2015, hecho del que en enero se cumplirán dos años, fue una demostración de su lealtad, aunque algunos vieran en el descenso de su cláusula de rescisión a 35 millones una puerta abierta para el futuro.
Otro momento en el que se especuló con su salida fue este verano, cuando el Sevilla se quedó fuera de cualquier competición europea tras ocho años de presencia ininterrumpida. De clubes se habló mucho (el Real Madrid, el Arsenal, el PSG...) y algunos llegaron a hacer oferta, pero la realidad siempre fue que Jesús Navas está muy a gusto en Sevilla y en el Sevilla y, aunque él lo repite una y otra vez, no siempre se le cree.
El estado actual del palaciego en ese aspecto no ha cambiado. Casado, con un hijo en el mundo de pocos meses, su familia y Los Palacios ocupan su mundo fuera del fútbol y ser feliz en el Sevilla y en la selección española colma sus deseos. La situación, evidentemente, puede cambiar en cualquier momento por múltiples circunstancias. Porque al Sevilla le haga falta el dinero, porque pierda la ilusión o porque el destino así lo marque, pero todo eso parace ciertamente difícil.
Esta temporada, su ilusión está renovada con un nuevo socio, Cicinho, que le hace recordar sus comienzos con Daniel Alves. Y con un técnico, Míchel, que está sacando mucho partido de su juego. Cosas así, como también renovar su discurso público de autosatisfacción en el club en el que debutó hace nueve temporadas, declaró el palaciego este martes ante la prensa. Como era de esperar, tuvo que sacar el capote ante la pregunta de la posibilidad de abandonar el club, en este caso con la broma de si algún jugador del Barça le había dicho que tenía un hueco en el Camp Nou. "Yo estoy centrado en el Sevilla, que es mi equipo, y en hacer las cosas bien", dijo para mostrar la seguridad en su juego y su buen momento: "Estoy contento con el trabajo que estoy haciendo. Estoy disfrutando en el campo y muy a gusto. Uno lo que quiere es estar ahí en todos los encuentros y estar en la selección, que es lo máximo".
Ésa sí es la filosofía de un jugador que no olvida su obsesión por mejorar. Y ya no es el canterano acobardado ante los micrófonos. Mucho más suelto, Navas sabe responder lo que mejor le conviene: "Estoy contento, pero no me quedo en eso. Uno tiene margen de mejora y hay que hacerlo día a día. Míchel también tiene que ver. Él ha estado en esa posición y sabe lo que es la banda. Me ha dado consejos para que juegue por dentro. El fútbol es cada vez más táctico y tienes que buscártela, pero no voy a perder el sello de la banda".
Jesús Navas es historia del Sevilla junto a Kanoute, que también, con el tiempo, tendrá su dorsal de leyenda. Pero la diferencia es que el palaciego sigue agrandando esa leyenda.
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