Un 4-4-2 que dispersa referencias

Almería - Sevilla · informe técnico

El mando de Iborra y Cristóforo lo encauzó todo ayudados por una zaga valiente y unos atacantes solidarios. Brillante juego al espacio de Reyes hacia el desmarque de los puntas.

Foto: J. Alonso
Foto: J. Alonso
Juan Antonio Solís

10 de marzo 2014 - 07:26

Como bien dejó caer este periódico el pasado miércoles, Unai Emery decidió reservar en Almería a la pieza en torno a la que gravita el juego sevillista esta temporada, Ivan Rakitic. ¿La inminencia de ese derbi europeo? Puede ser, aunque el vasco metió en el campo al suizo en el minuto 70, cuando el encuentro ya iba 0-2 a favor del Sevilla, en lugar de evitar riesgos en forma de lesiones. Antes de que el formidable jugador rubio saltara a la hierba, maniobraron los sevillistas con jerarquía, prestancia y, a veces, hasta suficiencia. Esta vez optó Unai por un 4-4-2, que no es su dibujo más habitual. Con dos pivotes defensivos, dos extremos que se cuidaron de que el dibujo no degenerara en un peligroso y descompensado 4-2-4 y dos puntas que trabajaron mucho sin la pelota. Era clave la implicación defensiva de Vitolo, Reyes, Gameiro y Bacca para no dejar vendidos a Iborra y Cristóforo. Y se remangaron. Completó la notable actuación colectiva una defensa que, lejos de acusar las bajas, se acopló y empezó lejos de Beto, para evitar las andanzas del Almería entre líneas.

Defensa

El Almería recuperaba a Soriano, un jugador atípico y difícil de sujetar cuando actúa en la mediapunta. Irrumpe en zona de remate desde atrás con su físico y sorprende a poco que Suso y Aleix Vidal, con calidad en el golpeo, lo buscaran desde posiciones más abiertas. Pero el Sevilla no dio lugar a esa posibilidad. La zaga tiró la línea lejos de Beto, con los laterales muy atentos y anticipándose siempre y los centrales muy valientes y coordinados. Carriço volvió a demostrar que está más cómodo viendo el fútbol desde atrás que en el medio, con manejo, oficio y el punto de rudeza que hace falta en esa posición clave. Fernando Navarro, por su parte, se cruzó con rapidez y también esa agresividad controlada -su tarjeta amarilla fue excesiva- que sofoca los intentos del delantero.

Ataque

Cuando Reyes está enchufado, el ataque del Sevilla es otro. Y ayer lo estuvo. Le basta con controlar, levantar la cabeza y lanzar. O con tocar de primeras. Ayer tenía dos puntas que le ofrecían constantes líneas de pase con sus buenos desmarques a la espalda de la temblorosa defensa local. Y el utrerano lo aprovechó. Por el otro costado, el derecho, Vitolo también abrió el campo y multiplicó el trabajo defensivo del Almería, que tuvo que vigilar toda la anchura del terreno de juego. El canario hizo daño a su estilo, con conducciones.

No tener a Rakitic derivó en un Sevilla más directo, más al espacio, y la alternativa funcionó. Y muy bien. Hasta Cristóforo e Iborra aportaron ese pase profundo y que rompe líneas que suele brotar de las botas de Rakitic. Éste salió con todo bien encauzado, pero con espacios por la claudicación del Almería tardó poco en aparecer descolgado desde la mediapunta para asistir a Gameiro.

Virtudes

Emery se sacó otra variante táctica muy eficaz. Un 4-4-2 sin Rakitic, pero sólido y profundo. Cristóforo se postula para un puesto que reclamaba algún recambio.

Talón de Aquiles

Tiró la línea defensiva demasiado atrás tras el descanso y corrió riesgos.

Uno por uno

Beto Ágil ante un par de lanzamientos duros. En las salidas se jugó el físico.

Coke Muy concentrado atrás, no arriesgó ni cometió errores. En ataque, de más a menos.

Carriço Oficio, rudeza y mando. Oportunista en el gol.

F. Navarro Tras su respuesta ante la Real, otro buen partido como central, rápido al cruce y en la anticipación.

Figueiras Toda una papeleta. Y lo hizo con serenidad y tomando buenas decisiones: al ser diestro en la izquierda, no se complicó. Apareció arriba.

Vitolo Trabajó la banda derecha con y sin la pelota. Una pena esa pachorra canaria en alguna jugada que pedía viveza.

Iborra Barriendo atrás o unos metros más arriba e iniciando ataques con peligro, con pases rasos precisos y profundos. Coberturas en las bandas.

Cristóforo A su ritmo, que es más bien tibio, juntó las líneas, ganó balones divididos y desahogó el tráfico en el medio.

Reyes Un excelso lanzador.

Gameiro Su visión vertical del fútbol es una virtud que sería aún mejor si tuviera pausa y más calidad en los controles.

Bacca Un incordio constante para los centrales. En el gol, astuto golpeo con la puntera.

Rakitic No necesitó apretar para brillar: otro pase de gol.

Trochowski No se acopló.

Marin Pasó de puntillas.

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