13 de diciembre (22:07)

El Betis libre que ansían los béticos, desde que las sospechas de lo que hoy es ya una presunta realidad recayeron sobre Manuel Ruiz de Lopera, pudo comenzar en la noche del 13 de diciembre, concretamente cuando pasaban siete minutos de las diez de la noche y Rafael Gordillo Vázquez era nombrado oficialmente presidente de la sociedad anónima, paradójicamente con el aval de las acciones de quien anoche mascullaría en Jabugo la suerte que se labró a pulso con su forma de malgobernar el club.

Quien fuera mítico futbolista verdiblanco regirá los destinos de la nave verdiblanca asistido por el también admistrador judicial José Antonio Bosch y otros seis tecnócratas, en su mayoría catedráticos universitarios, gente del Derecho y la Economía. Luis Huidobro, el otro admisnitrador, formará sólo parte del futuro consejo asesor que trabajará paralelamente a éste, ejecutivo.

Fue una Asamblea que se desarrolló según el guión previsto. Gordillo recibió el apoyo del 60,6% de la sala. Hubo 12 votos en contra de su nombramiento y 45 abstenciones, aunque muchas de éstas obedecieron a una estrategia para agilizar la elección del gran ídolo bético. Los 314 asistentes representaron el 69,39% del capital social.

El presidente saliente, Jaime Rodríguez-Sacristán, que se había ganado un sonoro abucheo a su entrada al salón, fue el primero en intervenir, sentado junto al presidente de la Junta, Antonio Jesús González Díaz, para impugnar la misma por "prejudicialidad penal", al considerarla anticonstitucional.

Tras la negativa de González Díaz, fue Bosch quien tomó la palabra y propuso abordar el punto 15 del orden del día, el cese del anterior consejo de administración y nombramiento de uno nuevo. Lógicamente fue aprobado.

Tras votar el cese del anterior consejo y verse sus representantes, principalmente Sacristán y Castaño, y algunos empleados del club fuera de la mesa presidencial, los nuevos consejeros fueron presentados. Dos momentos emotivos se apoderaron de la sala, un recuerdo al fallecido Juan Manuel Gómez Porrúarecuerdo al fallecido Juan Manuel Gómez Porrúa, unánimemente aplaudido, y las palabras de Cayetano García de la Borbolla, portavoz de Por Nuestro Betis (PNB), la plataforma convocante de la Junta. Éste manifestó el total apoyo de su grupo al nuevo consejo, a la par que apoyó que se votara en contra del resto de los puntos del orden del día a fin de aligerar la asamblea y por la pura lógica de que el nuevo consejo poco puede informar de la situación real de la sociedad anónima.

No obstante, quiso aclarar que será en la proxima Junta General, fijada para el 29 de este mismo mes, cuando su plataforma insista en esos ajustes presupuestarios que incluía en el orden del día de la que ayer culminó con esa votación en contra del resto de puntos del orden del día, aspecto obligatorio según los actuales estautos del club. Y es que las formas se guardaron en todo momento para evitar cualquier tipo de impugnación.

Las previsiones inmeditas marcan que Gordillo visitará hoy mismo a la plantilla de futbolistas en la ciudad deportiva de Los Bermejales y que José Antonio Bosch ofrecerá también con brevedad, quizá mañana, una rueda de prensa para explicar la hoja de ruta del nuevo consejo y, quizá, hablar también de esos asesores externos que los ayudarán. No es descartable la opción de que la Junta General Ordinaria del 29-D sea pospuesta hasta que los consejeros nuevos se hayan documentado de la situación real de la entidad, con déficit, en principio de 88 millones de euros y unos fondos negativos de 15 que la colocan en situación de disolución por quiebra.

Al término de la Junta, a las 23: 15, resonaba en el hotel y sus aledaños, en el mismo corazón de Heliópolis, el grito de "¡Betis!, ¡Betis!". Fue un grito de esperanza, la que viste de verde, para anunciar la regeneración.

"Y no pueden con él y no pueden con él..."

Rafael Gordillo pasó casi toda la tarde en el Salón Triana del hotel Al Andalus junto a los otros dos administradores, José Antonio Bosch y Luis Huidobro, siempre acompañados por varios números de las fuerzas de seguridad de paisano, quienes los escoltaron hasta que estuvieron en el interior de la sala. Fueron los últimos en bajar las escaleras que daban acceso a la sala en la que se celebró la Junta Extraordinaria.

A la entrada de quien fuera excelso lateral del equipo verdiblanco, los asistentes empezaron a corear aquella famosa frase que se oía en Heliópolis en su etapa de jugador: "Y no pueden con él y no pueden con él...". Los vítores contrastaron con los abucheos a los actuales consejeros, el presidente, Jaime Rodríguez-Sacristán; Manuel Castaño y los dos amigos que éste colocó a raíz de las dimisiones habidas, los apellidados Roldán y Rementería, cuya labor en el Betis durante la etapa de Oliver ha sido la misma de los dos anteriores, es decir, ninguna. O, mejor dicho, decir que sí a todo y, en el caso del presidente, firmar contratos, algo de lo que se ha librado de forma inteligente Oliver, quien por ello nunca quiso ser presidente.

Por cierto, los propios de Lopera anduvieron infiltrados por todo el hotel. Paradójicamente, los cuatro guardas de seguridad que velan por su integridad estaban controlando las mesas y alredores y empleados de última hora de Oliver también estaban acreditados como tales. Pero nada pudieron.