El día de la cantera

Sevilla | real unión · la previa

El vigente campeón de Copa, que con el 0-4 en la frontera con Francia ya metió virtualmente su bola en el bombo de octavos, se da un respiro. Manzano hará debutar al esperado Luis Alberto

Manzano se cruza en la carrera de Luis Alberto, José Miguel y Dani Jiménez, los dos últimos porteros del Sevilla Atlético.
Manzano se cruza en la carrera de Luis Alberto, José Miguel y Dani Jiménez, los dos últimos porteros del Sevilla Atlético.
Jesús Alba / Sevilla

10 de noviembre 2010 - 05:02

Desde que el Sevilla FC inauguró su propia televisión, precisamente la cadena que hoy ofrecerá el partido de esta noche en exclusiva ante el desprecio de los operadores, la legión de aficionados incondicionales de la cantera ha crecido muchísimo. Si antes los valientes que acudían a la inhóspita ciudad deportiva en pleno en invierno o bajo el sol de justicia en épocas más cercanas al verano eran los únicos privilegiados que se sabían al dedillo qué jugadores apuntaban más en el filial -sobre todo en el filial- o en los juveniles los más acérrimos porque de ahí hacia abajo casi los únicos que acudían a los partidos podían ser padres o representantes pegándose descaradamente a éstos, la pequeña pantalla ha permitido que muchos más seguidores sevillistas conozcan hoy sin necesidad de pasar ni frío ni calor y con el pijama puesto cómo se mueve entre líneas tal o cual mediapunta del equipo de segundo año cadete o cómo viene el central zurdo del juvenil de Liga Nacional.

Por eso, coincidiendo además con que el Sevilla Atlético que entrena Ramón Tejada se ha colocado líder de su grupo en Segunda División B esta misma semana, el primer equipo que en esta competición es el vigente campeón ofrece esta noche un pequeño homenaje en la Copa del Rey a sus escalafones inferiores.

El 0-4 firmado en Irún, aparte de relajar esfuerzos para lo que le espera al equipo de Manzano en Zaragoza, permitirá al técnico jiennense darle la oportunidad a varios jugadores del filial a los que la afición tiene muchas ganas de ver compitiendo junto a los profesionales. Como el seguidor sevillista es un animal que devora promesas de la cantera a velocidad de vértigo y hace ya bastante tiempo que Alfaro o José Carlos despertaron su primera ilusión, es el turno ahora de otros. Si bien Rodri ya había expuesto en Almería sus credenciales confirmando con su valiosísimo gol -en su momento, porque luego los profesionales lo convirtieron en estéril ante el Braga- lo apuntado en la final de la Copa del Rey juvenil que el Sevilla le ganó al Athletic, el bautizo hoy cambia de nombre. Y a las órdenes de Tejada viene maravillando un chaval llamado Luis Alberto que en algún amistoso del primer equipo ya dio muestras de, llegado el caso, no desentonar nada de nada.

Es un chico que se mueve entre líneas con tremenda calidad y que tiene un último pase verdaderamente genial. Está claro que, por edad e inexperiencia, está verde para entrar en el primer equipo al cien por cien, pero para el aficionado que no lo conozca será un descubrimiento. Pero no será Luis Alberto el único que tenga la suerte de debutar hoy con Manzano. Por escasez de centrales también tendrá el técnico que tirar de otro hombre del filial y en este caso será Bernardo el que acompañe a Escudé. Es un defensa de origen colombiano -nada que ver con Mosquera- que destaca por su fuerza y por su anticipación. Ellos dos, por lo ensayado en el entrenamiento de ayer y porque la lógica y las necesidades de la plantilla así lo aconsejan, pueden ser los que debuten de inicio ante el Real Unión. Y es que la normativa de la Federación impide a un equipo profesional alinear a la vez a más de cuatro futbolistas que no tengan ficha del primer equipo. Como Luna y José Carlos, también titulares hoy, no la tienen, Manzano tendrá que pararse ahí para no incurrir en alineación indebida y que el Sevilla tenga que repetir el episodio que protagonizó en la temporada 89-90 en una eliminatoria de Copa ante el Espanyol (entonces Español). Cantatore, con 4-1 a favor, había metido a cuatro jugadores con ficha del filial y sustituyó a Rafa Paz por Pascual. El que después fuera futbolista del Villarreal era el quinto y la impugnación del partido llegaría en cuestión de días. La Federación decidió que el choque había de repetirse en campo neutral y se jugó en el Vicente Calderón, siendo aquello el primer precedente en cuanto a desplazamiento masivo de la afición sevillista. Ganó al final el Sevilla con un gol de Francisco de cabeza en el minuto 90, pero la norma no se olvidaría jamás en la planta noble del Sevilla.

De todas formas, el fútbol está ya mucho más profesionalizado en nuestros días y sería impensable un segundo tropiezo en la misma piedra. Manzano, que podría incluir a otros dos canteranos en la convocatoria -es decir un total de seis aunque sólo pueden jugar cuatro a la vez- medita darle un ratito a Campaña en el desarrollo del partido o, por el contrario, ver unos minutos a Rodri. Pero sólo uno de los dos, porque se supone que el portero que esté en el banquillo también tendrá ficha del filial.

El partido no tiene más interés que ése. El hecho de que desde el choque ante el Valencia no hayan pasado ni 48 horas cuando hoy empiece a rodar el balón hará que Manzano mueva a su equipo en su totalidad. Quizá tenga interés lo que puedan hacer Cigarini o Acosta. El italiano se reivindicó algo -lo justo, no hay que exagerar- ante el Karpaty con un gol de falta y al argentino vuelven a ponerle la escopeta en las manos para que queme uno de sus últimos cartuchos en su negra aventura en el Sevilla, que va ya camino de los tres años.

Y poco más. El Real Unión tendrá poco que decir porque el Sevilla ya metió su bolita en el bombo de octavos de final hace dos semanas en la frontera con Francia. El campeón se da un respiro aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. El fútbol, tan exigente por calendario y objetivos, ofrece pocas concesiones como ésta y hay que aprovecharlas. A disfrutar.

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