En el derbi, una única idea

El derbi sevillano. Sala de prensa.

"Lo de dar una buena imagen lo cambio por ganar, hay que vencer como sea", manifiesta Poyet. "Tenemos que ser prácticos", añade el uruguayo.

La unión de Poyet
La unión de Poyet
Juan Pinto

19 de septiembre 2016 - 14:37

El entrenador del Betis, Gustavo Poyet, afronta con ilusión el primer derbi de la temporada. Un partido que encara con el objetivo de conseguir una victoria que los béticos llevan esperando mucho tiempo. "Hay que ganar. Lo de dar una buena imagen lo cambio por ganar mañana (por hoy). Si damos buena imagen y perdemos, se dirá que hemos estado horribles y somos espantosos. Hay que ser prácticos, jugar el partido que queremos ante un rival con las mismas responsabilidades o incluso más por jugar en casa. La imagen es para comentarla después del partido. Uno sueña con el partido perfecto, ganar y jugar bien, pero en general eso no se da en los derbis", dijo el uruguayo, en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Sevilla.

Además, Poyet sabe bien lo que supone jugar este tipo de partidos, una cita que entiende que va más allá de cualquier otro encuentro de Liga: "Es un partido totalmente distinto, único y especial. Entiendo que a veces los técnicos le quieren restar importancia y dicen que son los mismos tres puntos, pero no es así. Hay muchas cosas en juego, una ciudad detrás y una cantidad de cosas que afectan para bien o para mal al futuro de los dos equipos. Es un partido especial y lo estamos tomando como tal. No nos vamos a pasar ni a exagerar pero sabemos lo importante que es para la gente y como tal lo queremos jugar. Estos partidos hay que ganarlos como sea. A uno le gusta jugar bonito, que no te metan gol y hacer muchos, pero eso no pasa en los derbis. Veo al equipo preparándose bien para un partido especial".

En cuanto al equipo que pondrá en liza en el Sánchez-Pizjuán, el entrenador del cuadro bético parece tener alguna duda, como se deduce de sus palabras: "Casi, porque siempre hay algún pequeño problema después de jugar un partido como el que jugamos el viernes. Los futbolistas se desgastaron mucho, tres o cuatro terminaron con molestias. Esperaremos. Tengo el once, pero dependerá de que todo vaya bien. No diremos quiénes son. En esta época en la que casi todo se sabe por los medios de comunicación y las redes sociales, si podemos esconder algo, lo vamos a hacer".

Una de las dudas que podría tener Poyet está en el ataque, después del gran encuentro ante el Granada de Álex Alegría y la opción de poder contar, finalmente, con Sanabria. Así lo indicó el propio técnico: "¿Para quién es mejor este partido? Para cualquiera de los dos. El problema que tengo es que Álex Alegría metió un par de goles el otro día, eso complica al entrenador. Siempre digo a los jugadores que me compliquen, luego el que se tiene que romper la cabeza soy yo. No es lindo, pero tampoco me gusta tener el equipo hecho, que se haga solo sino tomar decisiones. Los dos me ponen en un problema, ya se verá quién juega".

Poyet analizó, también, al Sevilla de Sampaoli, destacando el trabajo que está llevando a cabo el preparador argentino al frente de los de Nervión: "Espero un Sevilla lanzado al ataque, no tengo dudas. Lo ha demostrado independientemente de que la gente solo se fije en los dos empates a cero o el 1-1 en Eibar. Espero un Sevilla creándonos problemas y arriesgando por el fútbol que quiere jugar. Puede entonces que haya algunos minutos que sean un poco de locura".

Por último, el inquilino del banquillo bético espera que su equipo demuestre garra en tan importante encuentro: "Se debe tener el carácter para poner lo que se debe en estos partidos y calidad suficiente para hacer daño al Sevilla, si no ponemos once guerreros y vamos a la guerra. Lo importante del derbi es ganarlo. Hasta ahora me he encontrado con muchos datos negativos: 30 años sin ganar en Valencia, varios derbis sin marcar un gol... Si podemos ir batiendo todo eso hacia el lado bueno le dará un plus a los jugadores".

Haro y López Catalán arropan al conjunto bético en Montecastillo

El Betis se desplazó ayer a Montecastillo y realizó un entrenamiento matinal que contó con la presencia del presidente verdiblanco, Ángel Haro, y el vicepresidente, José Miguel López Catalán. Ambos estuvieron departiendo con los jugadores durante un buen rato y, después, con Gustavo Poyet y Marcos Álvarez. Los dirigentes béticos viajaron desde Sevilla para arropar al equipo y al técnico uruguayo de cara a tan importante compromiso frente al Sevilla, aunque no es la primera vez que ambos acuden a una sesión matinal para ofrecerles su apoyo a los futbolistas y al cuerpo técnico, como muestra de unidad en el conjunto heliopolitano en pos de conseguir una victoria que la afición verdiblanca lleva esperando mucho tiempo.

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