El derbi genera los otros indignados

Un grupo de aficionados reprende a los jugadores y dirigentes béticos en un entrenamiento al que acudieron cuatro policías para templar el caldeado ambiente.

El derbi genera los otros indignados
El derbi genera los otros indignados

La mañana se presentó movida en la ciudad deportiva desde el primer segundo del entrenamiento, cuando un grupo de aficionados béticos -unos 25 al principio, casi un centenar al final- reprendió tanto a los jugadores como a los dirigentes béticos, con el presidente, Miguel Guillén, y el director deportivo, Vlada Stosic, como espectadores de la situación. No fue una protesta organizada propia de otros tiempos, sino una muestra de la indignación de un grupo de béticos después del ridículo del equipo en el derbi y la nula respuesta de los dirigentes en el día después del mismo.

Cuatro miembros de las fuerzas de seguridad acudieron al entrenamiento, después de la llamada realizada por un empleado de seguridad del club, pero la intervención de los mismos apenas se produjo para templar los ánimos caldeados de los aficionados, ya que en ningún momento existió un conato de violencia. Incluso acabaron como unos meros espectadores de los gritos de los hinchas a los jugadores.

La mayor parte de las críticas se personalizaron en Nelson. "¿A cuántos cubatas te invitó Reyes?", "El sábado jugarás con Cristiano, que es lo que te gusta" o "Vete a Pamplona, chivato", fueron algunas de las frases que los aficionados dedicaron al caboverdiano, quien incluso fue objeto de mofa mientras participó en los ejercicios del entrenamiento, coreándose sus goles o sus recortes.

La tensión subió por momentos tras un cruce dialéctico de Jonathan Pereira con otro grupo de aficionados que se ubicaban detrás de una portería. "Pepe, échalo del entrenamiento, que nos ha insultado a los béticos", le espetó ese grupo de hinchas a Mel desde la distancia. Incluso a la salida de la ciudad deportiva, ese mismo grupo de personas detuvo al entrenador para hacerle ver su enfado con el gallego. "No te preocupes que tendrá lo suyo", le contestó el preparador madrileño.

No sólo la plantilla se llevó la bronca de los aficionados. "¿Dónde están las entradas, Guillén?", "Enséñanos el número de carné" o "Has entrado en la historia, no nos metían cinco desde hace 70 años", fueron algunas de las frases dedicadas al presidente, que presenció el entrenamiento junto al director deportivo. "No nos han dicho nada, no sé si lo harán luego", señaló posteriormente el capitán Cañas, el encargado por el club de dar la cara ante los medios de comunicación, sobre la visita de los dirigentes, aunque el club sí pretende reunirse con los capitanes para conocer su versión.

Únicamente Rubén Castro se llevó los aplausos de los asistentes a la ciudad deportiva, aunque luego el meta Adrián también recibió el apoyo de los aficionados que esperaban a los jugadores en la puerta de salida. "Pepe, mételos dentro ya, que llevan una hora entrenándose y estarán cansados", ironizó un aficionado, que llegó a enseñar su entrada del derbi: "Yo pagué mis 30 euros y no fui en el autobús de Guillén. Aquí la tenéis para que la firméis y pongáis 5-1 por detrás".

"Ante todo, tenemos que pedirle disculpas a la afición por el resultado y por el partido. Estamos ya pensando en el Madrid y esperamos que el sábado nos den todo el apoyo para que entre todos saquemos un resultado positivo. También hay que mirar que vamos sextos, tenemos 19 puntos por algo. Si la afición se ha molestado por eso, la plantilla le pide perdón", señaló Cañas tras el entrenamiento, cuando también explicó su sustitución y la polémica generada con su lanzamiento del brazalete de capitán: "Un cambio en el minuto 28 no le sienta bien a nadie y menos a mí, que represento a una entidad como el Betis, que respeto con todo mi corazón. Si ese gesto lo ha entendido alguien mal, no era de desprestigio, sino de rabia. El que lo entienda mal, no me conoce y se equivoca".

Posteriormente, el presidente atendió a la radio oficial para pedir perdón a los aficionados. "Hay que asumir la responsabilidad, pedir disculpas a la afición por el desarrollo de un partido tan importante. Desde el utillero hasta el presidente vamos a trabajar para que no vuelva a ocurrir. El presidente del Betis se encuentra jodido, como es lógico y normal, al igual que todos los que formamos parte este club. Fue una derrota muy dolorosa y nosotros lo sentimos al igual que la afición", señaló Guillén.

El regreso al trabajo tras el bochorno del derbi exhibió el enfado de los béticos y la versión verdiblanca de los indignados así se lo transmitió en el entrenamiento a la plantilla y los dirigentes.

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