Un deportista con el waterpolo como pasión
Los Nuestros | Javier del Pino, jugador del Waterpolo Sevilla
Javi del Pino (29-7-1991) es una de esas personas que lleva toda su vinculada al mismo deporte, el waterpolo, que le ha otorgado grandes satisfacciones a lo largo del camino recorrido y al que agradece haber podido encontrar tanto los valores de responsabilidad, respeto y amistad, como a todas aquellas personas que, a día de hoy, son importantes en su vida.
Desde la temprana edad de 8 años lleva Javi practicando un deporte en el que ha sido jugador de un solo club, el Waterpolo Sevilla. Un club que le ha permitido estar con la selección andaluza en multitud de ocasiones e, incluso, ser convocado en una preselección para un campeonato europeo con el combinado nacional.
Su carrera deportiva siempre estuvo marcada por una pasión que tuvo claro desde que era muy pequeño. Cuando todavía era un niño, el médico le recomendó que practicase natación, deporte en el que se desenvolvía con bastante facilidad, pero en el fondo había algo que no le llenaba del todo, le hacía falta algo más. Al mismo tiempo que él nadaba, en la piscina también había chavales que practicaban con un balón y eso le llamó la atención. Desde ese preciso instante, el waterpolo empezó a convertirse en la pasión de Javi, que desde que lo probó supo que era para él.
“Es un deporte que engancha nada más que lo pruebas”, asegura. Un deporte que reúne coordinación, resistencia, fuerza y agilidad, todo eso unido a una gran disciplina, ya que el entrenamiento es más que sacrificado. “Entrenamos tres horas durante todos los días y hay que saber compaginarlo con estudios o trabajo y, a veces, es muy complicado llevarlo todo a la vez junto a tu vida laboral”, señala.
Además, Javi asegura que lo mejor de este deporte es el compañerismo que aporta, el ambiente o el hecho de poder competir. Según él, ahora la competición ha cambiado y se vive de otra manera pues la competencia es mayor. “Ahora ves como el nivel ha crecido, el waterpolo es más conocido, viajas a muchos sitios donde antes te podías esperar un partido medianamente cómodo y ahora te pasan por encima o tienes que lucharlo mucho, la competencia ha aumentado”, sentencia.
En el aspecto negativo sólo hay un contra; el tiempo que te quita. El waterpolo es uno de esos deportes que, por no estar en primera plana, no te permite vivir de él por lo que todo el tiempo que saques para entrenar a diario te lo estás quitando de otras cosas ya sea tiempo de ocio o de trabajo. “De pequeños nunca queríamos faltar a entrenar y eso acarreaba discusiones con los padres, pero con el tiempo esto te obliga a organizarte de mejor manera”, indica.
En cuanto al recorrido para llegar hasta aquí, Javi asegura que ha sido muy bueno pero que “no ve mucho más allá” de esta temporada simplemente por compatibilidad laboral, aunque le augura un gran futuro a un equipo repleto de jóvenes.
Por último, agradece a todos sus compañeros que le han ayudado en su camino hasta el día de hoy al igual que haber sacado a verdaderos amigos gracias al waterpolo.
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