No hay más demoras
La previa
El Sevilla inicia el último tramo con la obligación ineludible de sumar ante el Levante su segundo triunfo como forastero. Los hombres de Emery han agotado el cupo de fallos
Se cierra el paréntesis por los dos últimos partidos clasificatorios del curso de la selección y se reanuda el campeonato nacional liguero con la obligación ineludible para el Sevilla de sumar su segundo triunfo como forastero en su visita al Levante. Los hombres de Unai Emery, antes de Míchel, han agotado, y de sobras, el capítulo de fallos, sobre todo cuando han jugado lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán y por ello tal vez se encuentren ante la última estación en la que se detiene el tren en el que se deben subir para tratar de retornar a las competiciones europeas.
Ésa es la importancia de este partido precisamente ante el rival que tuvo mucho que ver con que los blanquirrojos no estuvieran en el presente curso en la competición que mayor gloria les dio en su historia contemporánea, en esa Liga Europa cuya copa fue mostrada desde el Ayuntamiento de la ciudad nada más y nada menos que en dos ocasiones en épocas nada lejanas. Precisamente el Levante fue quien se interpuso en ese objetivo de manera casi decisiva. Y encima lo hizo a través de un futbolista cedido por el Sevilla, de un delantero cuya mayor parte de su remuneración económica salía de las arcas nervionenses en esos momentos. Porque fue Kone el autor de cierto empate a uno que puso las cosas ya casi imposibles para el grupo que entrenaba Míchel.
Parece ya la prehistoria, pero no lo es, fue hace poco más o menos un año y el Sevilla ahora tiene la obligación de tomarse el desquite en su visita al que denominan estadio Ciutat de Valencia, incluso con alguna tilde un poco extraña para el castellano parlante en la palabra que cita a la ciudad de origen del club granota. Es un Sevilla desconcertante, capaz de realizar actuaciones más que convincentes cuando ejerce como local, tanto que suma los triunfos con cierta solvencia incluso, pero igualmente incapaz de corroborar esas sensaciones cuando está inscrito en el acta arbitral como segundo equipo del litigio.
Por ello, y porque esto no admite ninguna demora más, el Sevilla está obligado a comportarse ante el Levante como si estuviera jugando al calor de los suyos, es decir, tomando la iniciativa desde el minuto uno y yendo a buscar al rival a través de una presión adelantada para recuperar la pelota lo más cerca posible de Munúa. Aunque Emery no ha tenido tiempo apenas para preparar el encuentro debido a esa diáspora de internacionales que dejó al técnico vasco sin ocho de sus futbolistas durante la mayor parte de la semana, está claro que ésos deben ser los parámetros marcados a la hora de ofrecer la charla táctica.
Hay que tener en cuenta, además, que el Levante no le hace ascos precisamente a ese papel de dejar que el rival tome la iniciativa para tratar de golpearlo en la primera contra que se le pueda presentar. Por ello, el Sevilla tiene que ser valiente y sobre todo debe mostrar más efectividad de la que suele enseñar fuera de casa. Siempre suele ser así, pero si hay un partido en el que ponerse por delante en el marcador es trascendente, tal vez sea éste frente a un equipo acostumbrado a manejarse a la perfección a la hora de dominar el juego. Conste que esto no se refiere al toque de balón que tanta admiración despierta cuando juega la selección española o el Barcelona. Hay otros fútbol posibles y en ese sentido el Levante se maneja a la perfección para sacar rédito.
Claro que Juan Ignacio Martínez tendrá ausencias importantes en la noche de hoy, pues no podrá contar con Ballesteros, Pedro López y El Zhar por sanción, perdió a Martins por su huida en busca de dólares y hasta hay algún futbolista, como Barkero, entre algodones. Esto se une también al cansancio acumulado por una Liga Europa que se cobrará factura, pero, sobre todo, no estará Ballesteros, el alma máter sin duda de este equipo.
Habrá que ver cómo están los internacionales sevillistas a la hora de que Emery pueda efectuar hoy el recuento definitivo de los efectivos. El desgaste físico, con tantos viajes y entrenamientos escasamente exigentes, es importante a estas alturas de la temporada, pero todos deberán aparcar esa fatiga para dar lo mejor de sí durante este partido. Los Jesús Navas, Negredo, Rakitic, Medel, Kondogbia y demás tienen que elevar, sí o sí, como diría su presidente en sus proclamas para subir la moral de la tropa, la segunda victoria fuera de casa del Sevilla a la tabla clasificatoria. Restarán partidos por delante, pero no hay más demoras.
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