Un debut de campanillas
Atletismo l XXVI Maratón de Sevilla
El extremeño Pablo Villalobos acaba segundo en su primer maratón y logra la mínima para acudir en verano al Europeo de Barcelona · El keniano Biwott gana la prueba, quedándose a 8 segundos del récord, y la etíope Tadesse lo hace en chicas
Ni en sus mejores sueños imaginaba Pablo Villalobos un debut mejor. El extremeño, en su primer maratón, pudo con una legión africana algo devaluada este año que quizá se vio afectada por el intenso frío de la mañana en la capital a, y acabó segundo en el Maratón de Sevilla únicamente superado por Phillip Biwot, que impuso de nuevo en la prueba la supremacía keniata que el año pasado se saltó, con récord de por medio, el etíope Haylu Abebe.
El atleta de Almendralejo logró, además, el objetivo que tenía marcado entre ceja y ceja : la mínima para el Europeo de Barcelona. Villalobos tenía que correr por debajo de 2:15 y le sobró: 2:13.33. Junto él obtuvieron el mismo premio el malagueño Javier Díaz Carretero (quinto en la general con 2:13.47), y el canario José Carlos Hernández (sexto en la general con 2:14:19). Y todo gracias a una segunda mitad de carrera en la que el grupo de españoles, junto con el portugués Jose Moreira, tercero a la postre en Sevilla, fueron dándose intensos relevos con los que iban dando caza a la mayor parte de los africanos.
Así, lo que al principio parecía que iban a ser dos careras distintas, una por el triunfo en la prueba y otra por obtener la marca que valiera un billete para los Europeos, se convirtió en una sola en un tramo final que dejó un dulce sabor nacional.
Unos y otros se beneficiaron del trabajo de unas liebres de lujo. Los africanos aprovecharon el trabajo de Antonio David Jiménez Pentinel, que tiró del grupo de cabeza hasta el kilómetro 15,5. Cuando el sevillano se retiró, ocho atletas (tres kenianos y cinco etíopes) comandaban la prueba con Biwot siempre en primera línea, mientras que a un minuto y medio, aproximadamente, venían los europeos. Éstos también se aprovecharon de la labor de Rafa el Iglesias, tercero el año pasado, y David Solís, que los llevaron a tren hasta la media maratón. Y eso que por momentos los corredores tenían problemas para saber qué tiempo hacían en cada kilómetro. Tomando de referencia los puntos dispuestos por la organización, la diferencia entre un paso y otro distaba a veces entre 20 y 30 segundos, algo anormal en deportistas acostumbrados a clavar los tiempos en la primera parte del recorrido.
Siguiendo con la carrera, si en la media maratón se bajaban del carro las liebres españolas, por delante también lo hacía uno de los favoritos al triunfo, el keniano James Moiben, que había tomado la responsabilidad tras la retirada de Pentinel. Por delante quedaban siete, y por detrás comenzaban a darse relevos de 1.000 metros en una segunda parte de la carrera en la que el viento dificultaba la marcha en las zonas más abiertas.
Biwot, ganador del Maratón de Cannes 2009, no tardó en cambiar la marcha y se marchó en compañía de su compatriota William Biama y el etíope Adem Jemal Hussem. Los tres pasaron en solitario por la Gran Plaza, donde el termómetro marcaba 4 grados sobre las 10:30, aunque, cada vez más cerca, los Villalobos, Hernández y Carretero les venían recortando tiempo.
La marcheta impuesta por Biwot hizo que se fuera en solitario entrando solo en la meta, instalada en el estadio de La Cartuja, cruzando la meta a tan solo ocho segundos del récord de la prueba. Por detrás, Villalobos venía como un tiro y fue dejando atrás a cuantos africanos se encontraba por el camino, seguido de Moreira. El luso, noveno en el pasado Mundial de Berlín de 2009, no pudo con el ritmo del de Almendralejo, a la entrada en el recinto, donde superó a Biama para obtener un segundo puesto de campanillas en su debut en los 42 kilómetros de un maratón.
En la categoría femenina, el triunfo de la etíope Desta Girma Tadesse, con un tiempo de 2:34.53, fue incontestable. Su compatriota Gebremeskel Tigist Kifle (2:35.46) fue segunda y tercera, la madrileña Tamara Sanfabio (2:36.37), que no logró la mínima para el campeonato de Europa, como Villalobos, en su primer maratón.
En la categoría de discapacitados la victoria se dirimió en un ajustadísimo y espectacular sprint (con el mismo tiempo 1:35.53) que cayó del lado de Roger Puigbo Verdaguer (ganador en 2009) ante Jordi Madera Jiménez (también subcampeón en la pasada edición).
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