El curso de doctorado

El Sevilla ha sido un alumno aplicado durante todo el curso. Tanto que ha merecido la clasificación de sobresaliente para todos sus seguidores, para aquellos que tuercen por la fe balompédica radicada en el sevillanísimo barrio de Nervión, que son muchos por cierto, pero ahora se le presenta la oportunidad de añadirle el cum laude a esa evaluación inicial. Para ello, le restan cuatro partidos en el Campeonato Nacional de Liga y un máximo de tres en la Liga Europa, el torneo que más engolosinados tiene a sus hinchas. Pero la lucha con el Valencia por la cuarta plaza se ha puesto tan hermosa que también ha enganchado a una masa que prefería pensar en la Fiorentina casi exclusivamente. Por ello, el litigio fijado para esta tarde en el Ramón Sánchez-Pizjuán con el Real Madrid en el otro rincón del campo ha cobrado una fuerza inesperada incluso por los excelentes resultados ligueros del equipo de Emery.

Cuando se produjo, hace ocho días, el sorteo de la Liga Europa después del celebrado gol de Gameiro en San Petersburgo todos los sevillistas preferían centrarse en la ilusión de eliminar a la Fiorentina. Había varios motivos para ello: la posibilidad de hacer historia al convertirse en el equipo con más títulos en esta competición; el premio extra de una clasificación para la Liga de Campeones que parecía más asequible en ese momento; los esfuerzos que estaba exigiendo las excursiones europeas, que habían llevado a un empate en Granada en un partido engullido por la eliminatoria contra el Zenit; y, por qué no decirlo, que el Valencia partía con la doble ventaja de jugar domingo a domingo y de tener más puntos en la clasificación. Pero el equipo de Emery ha sido capaz de saltar todos los listones, por muy alto que se le hayan ido colocando y eso ha provocado un estado de orgullo superlativo en su hinchada que lo conduce a pelear por lo que sea, por todo, sin desdeñar absolutamente nada.

Desde aquel sorteo, el Sevilla, a pesar de venir de un larguísimo viaje desde San Petersburgo, con una noche agotadora en el avión, fue capaz de derrotar al Rayo Vallecano, primero, y al Eibar, después. Lo hizo, además, con una superioridad insultante y con la sensación de que cada pieza que va saliendo para darle descanso a la anterior funciona igual de bien. Tanto es así que la ventaja que tenía el Valencia se ha visto reducida hasta quedarse únicamente el goal average por los duelos directos entre ambos equipos.

No es extraño, pues, que el sevillismo se haya emocionado y haya colocado este duelo contra el Real Madrid casi, sólo casi, al mismo nivel que el fijado el próximo jueves contra la Fiorentina. El Sevilla quiere más, no se conforma con nada y hoy tratará de pelar de tú a tú contra una escuadra que se permite el lujo de invertir 100 millones de euros en un futbolista como quien no quiere la cosa. Ahí están los Cristiano Ronaldo, los Bale e incluso el futbolista de moda, el colombiano James Rodríguez, que llegaron previo pago de esas cifras. Es el contraste brutal con una entidad que se ve obligada a vender todos los veranos a los Rakitic, Alberto Moreno, Jesús Navas, Negredo, incluso Fazio, aunque éste se marchara por una puerta distinta, para después reinventarse a través de mucho trabajo y también, por qué no decirlo, del ingenio para seguir manteniendo el mismo nivel de competitividad un año tras otro.

Por ello al Sevilla, al Sevilla de Emery, de Monchi y desde hace ya más de un año de José Castro, le va la marcha y está dispuesto a dejarse hasta la última gota de sudor por alcanzar el reto. Es cierto que la próxima semana también exigirá otro esfuerzo grande, pues llegará a Sevilla la Fiorentina, pero eso será el jueves, restan aún muchos días por tanto y habrá tiempo para que este equipo pueda recuperarse del esfuerzo. No hay más que ver el estado físico con el que han llegado los blanquirrojos a este tramo del campeonato para estar prácticamente seguro de ello. Algo puede tener que ver aquella pretemporada invernal con un trabajo durísimo para cargar las pilas de nuevo.

La referencia tal vez sea la visita del Barcelona hace un par de semanas, incluido el cero a dos que llegaron a tener los azulgrana en el marcador, pues le va a hacer falta al Sevilla estar metido en el partido desde el primer minuto hasta el último. El Real Madrid aún tiene al alcance la Liga, ya que sólo depende de un pinchazo del Barcelona, y el cuadro de Ancelotti no se quiere dejar nada en esta visita al Sánchez-Pizjuán. Las pruebas más fehacientes de ello fueron que Sergio Ramos se buscó la amarilla en Vigo para asegurarse su presencia hoy y que Bale ha forzado hasta el punto de arriesgar con su recuperación para poder jugar un partido marcado en rojo en el calendario de los madridistas por el reto que supone para ellos.

También estará, por supuesto, un Cristiano Ronaldo al que se le da particularmente bien Nervión, pero al final se enfrentarán 11 contra 11 y también Emery, salvo Pareja, podrá utilizar a toda su artillería para combinar las piezas de tal manera que le puedan hacer daño al coloso. El vasco, desde que se convirtiera a la fe del doble pivote defensivo, es una garantía de acierto en el planteamiento de la mayoría de los partidos. Así que qué más da si sale Bacca o lo hace inicialmente Gameiro cuando la gran suerte de este Sevilla es precisamente contar con dos delanteros de este nivel. Y con un montón de extremos, de centrocampistas y de muchos jugones más...

¿Pero ganarle a un Real Madrid que se juega seguir con opciones de título en Nervión supone alcanzar esa cuarta plaza que ahora están peleando los nervionenses? No necesariamente, pero sería un paso interesante para ver la respuesta en el pulso de un Valencia que también puede invertir más de 20 millones en algunos futbolistas para confeccionar su plantilla. Ése es el mérito de este Sevilla tan bien dirigido desde el banquillo, desde la dirección deportiva y desde su consejo. Por ello, hoy comienzan los cursos de doctorado en busca de la excelencia, del cum laude.

Vuelve Vitolo tras dos partidos ausentes por lesión

Emery ha facilitado este sábado la lista de convocados, en la que ha incluido al extremo Vitolo después de perderse las dos últimas citas por lesión. El técnico guipuzcoano, tras una suave sesión de trabajo en el escenario del partido de esta noche, ha citado a dieciocho futbolistas, entre ellos el internacional Vitolo, quien se lesionó en el isquiotibial izquierdo el jueves de la pasada semana en el encuentro de San Petersburgo ante el Zenit ruso y que por ello fue baja el pasado domingo ante el Rayo Vallecano y el miércoles en Eibar.

No está en la convocatoria el portero portugués Beto ni el central argentino Nico Pareja, también lesionados en Rusia, el defensa con una rotura de ligamentos cruzados que le tendrá de baja entre seis y siete meses. Los otros lesionados son el centrocampista uruguayo Sebastián Cristóforo y el portero argentino Mariano Barbosa, mientras que por decisión técnica se quedan fuera de la cita el central Alejandro Arribas y los delanteros Gerard Deulofeu e Iago Aspas.

La lista la forman Sergio Rico, David Soria, Coke, Diogo Figueiras, Fernando Navarro, Tremoulinas, Carriço, Kolodziejczak, Mbia, Krychowiak, Éver Banega, Aleix Vidal, Denis Suárez, Reyes, Iborra, Vitolo, Gameiro y Bacca