La cuarta solución de emergencia de Del Nido

José María del Nido siempre ha querido confiar en los proyectos largos, o al menos siempre partió con esa idea. De hecho, Míchel es su séptimo entrenador en casi una década de mandato. Sin embargo, la decadencia del Sevilla después de la empachera de títulos entre 2006 y 2007, con la guinda de la Copa en 2010, ha tenido su reflejo en que, desde este último año se ha duplicado el número de inquilinos del banquillo. Míchel será el cuarto desde que Manolo Jiménez fuera destituido en abril de 2010. Aquel cambio abrió la espita del carrusel y el madrileño será la cuarta solución de emergencia.

Míchel debutará como técnico sevillista en una plaza con un sabor agridulce para él. De un lado aún recuerda la grave lesión que sufrió en Anoeta, con una curiosa concomitancia de dígitos malditos para los supersticiosos. En el minuto 13 del Real Sociedad-Madrid se le quedó clavada su bota y la rodilla izquierda giró. Ocurrió el 13 de diciembre de 1994. Hoy, 13 de febrero, espera que la suerte le devuelva de forma positiva aquel cobro tan negativo, que no le impidió continuar su carrera.

Pero también tiene un recuerdo positivo de la capital guipuzcoana, pues allí, el 21 de mayo del año pasado, concretó la salvación del Getafe (1-1).

Míchel puede agarrarse también a dos precedentes positivos en los cambios del banquillo del Sevilla. El 28 de octubre de 2007, Manolo Jiménez debutó con un rotundo triunfo sobre el Valencia (3-0) después de hacerse con el banquillo el día anterior, tras la polémica huida de Juande Ramos el viernes 27 de octubre camino del Tottenham. El Sevilla terminó quinto -empatado a puntos con el cuarto- aquel curso tan ajetreado y condicionado tras una importante remontada que no culminó con la Champions.

Gregorio Manzano también fue una solución de emergencia con un buen debut. El jiennense sustituyó a Antonio Álvarez y debutó el 30 de septiembre con un triunfo en la UEFA, al vencer con un gol de Cigarini al Borussia Dortmund en el impresionante Westfalenstadion (0-1). El domingo siguiente se estrenó en Nervión con un claro triunfo sobre el Atlético (3-1).

En cambio, Álvarez comenzó con derrota en Villarreal el Domingo de Ramos de 2010 (3-0). Relevó a Jiménez, destituido tras el empate ante el Xerez el martes 23 de marzo, aunque el marchenero fue la segunda opción para el banquillo, tras una estéril negociación con Luis Aragonés.