La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Eurocopa 2024
"Ganar, ganar y volver a ganar". La frase, aunque no sea digna de entrar en un libro de las mejores sentencias, tiene autor en el mundo del fútbol. Pertenece a Luis Aragonés Suárez y era una constante en la carrera del hombre que cambió el signo del fútbol español en 2008. Justo eso es lo que ha hecho España en la fase inicial de esta Eurocopa 2024, acumular tres triunfos en idéntico número de partidos con un juego más que convincente en la mayor parte de ellos. Contra Albania, con la que bastó un gol de Ferran Torres en el minuto 13, hubo de todo, una primera mitad jugada con mucho nivel y una segunda con más apuros de la cuenta por el empuje de los adversarios.
Pero la conclusión más válida es aseverar que esta España juega muy bien al fútbol. Puede ser una obviedad, pero es una realidad cada vez más tangible. La selección que ha formado Luis de la Fuente es divertida, atractiva, hace que merezca la pena encender un televisor para echar casi dos horas delante de él, aunque esta vez lo limitara al primer periodo. Es algo que parece que es lo que no cala en la juventud actual, según los expertos en los análisis de las tecnologías. Pero en el caso de este grupo de futbolistas no se cumple ese aserto, por supuesto que sería mejor verla en el estadio, con el desarrollo de los diferentes movimientos, pero hasta con las cámaras siguiendo el balón gusta presenciar sus partidos.
La cita con Albania no fue una excepción. Ni siquiera el hecho de que el cuerpo técnico optara por la sabia medida de dosificar los esfuerzos, como ya hiciera Luis Aragonés en la Eurocopa de 2008, la que abrió el camino a la gloria, impidió que el espectáculo fuera tan atractivo. Laporte, que necesita recuperar el tono físico a base de partidos, era el único titular contra Italia que repetía en la alineación, el resto era completamente nuevo con David Raya, Jesús Navas, Vivian, Grimaldo, menudo futbolista, Zubimendi, Mikel Merino, Ferran, Dani Olmo, Oyarzabal y Joselu. Menudo equipazo, de cualquier manera.
La selección que ha formado Luis de la Fuente es divertida, atractiva, hace que merezca la pena encender un televisor para echar casi dos horas delante de él
Fue un inicio complicado, pero no se iba a convertir en un muro imposible de saltar. Los albaneses, con el apoyo de su irrespetuoso público en Düsseldorf, salieron con mucho ímpetu, eran agresivos para tratar de recuperar el balón pronto y ponerles de esta manera las cosas complicadas a los españoles. Eso, al menos, fue lo que pareció en el arranque, pero iba a durar poco ese afán por encerrar a los hispanos.
0 Albania: Strakosha; Balliu, Djimsiti, Ajeti, Mitaj; Asllani, Ramadani, Laçi (Berisha, 70'); Asani (Muçi, 81'), Bajrami (Hoxha, 70') y Rey Manaj (Broja, 59').
1 España: David Raya: Jesús Navas, Vivian, Laporte (Le Normand, 46'), Grimaldo, Zumimendi, Mikel Merino, Ferran Torres (Lamine Yamal, 71'), Oyarzabal (Fermín, 62'), Dani Olmo y Joselu (Morata, 71').
Gol: 0-1 (13') Ferran Torres marca con la izquierda tras un gran pase de Dani Olmo, quien recibe también otro servicio excelente de Laporte.
Árbitro: Glenn Nyberg (sueco). Amonestó a Bajrami (66’), Berisha (89’) y Vivian (90’).
incidencias: Partido de la jornada 3 del Grupo B de la Eurocopa 2024 disputado en el Merkur Spiel-Arena de Düsseldorf.
Bastó con que el eje Laporte-Zubimendi-Dani Olmo se asentara para arriesgar en los pases, superar líneas y crear peligro con el balón raseado. Minuto 13 y el central zurdo arriesga por el medio. Lo hace con calidad superando la presión de algunos albaneses, el excelente servicio le llega a Dani Olmo y éste lo convierte en algo aún mejor al ver la internada de Ferran por la derecha. Balón perfecto, con toda la ventaja para el valenciano y éste concreta también con muchísima calidad con su pierna izquierda. El esférico toca en el palo y entra.
España se había colocado con el marcador a favor antes del cuarto de hora y fue algo así como si se hubiera ejecutado la suerte taurina del tercio de varas. Los futbolistas de Albania perdieron todo el ímpetu de golpe y los futbolistas de la selección empezaron a sentirse realmente cómodos con el balón. Ni siquiera les iba a hacer falta tener muchas oportunidades para marcar, el control era absoluto.
Los cambios en la segunda mitad, sin Laporte y con Broja en los albaneses, variaron la tendencia y España se vio obligada a defender mucho más atrás con un par de paradas de mérito de David Raya
Pudo llegar el segundo en un robo de Jesús Navas, que batía una marca de longevidad en la selección española, junto al banderín de córner. Pero su pase fue demasiado fuerte y Dani Olmo tuvo dificultades para controlarlo (36'). Después hubo otro disparo del propio Dani Olmo tras un córner (37') e incluso un cabezazo de Ferran con mucha intención (41'). Y todo parecía que se iba a cerrar antes del descanso con un precioso pase atrás de Grimaldo que no aprovechó Mikel Merino (44'). Lo que llegó, sin embargo, después fue una gran palomita de David Raya en un tiro de Asllani (45').
La segunda mitad también arrancaba igual con un gran remate de Joselu (47'). España parecía que seguía metida en el partido, gustándose, disfrutando del juego, pero los cambios, de unos y otros, iban a alterar el discurrir de los acontecimientos.
Albania, con la entrada de un tanque llamado Armando Broja, se fue arriba y comenzó a pelear más los balones a una selección que echaba de menos también la salida que le da a la pelota Laporte desde atrás. De la Fuente sustituyó al central zurdo por un Le Normand amenazado por la posibilidad de una suspensión por acumulación de tarjetas y nada fue igual desde entonces.
Tampoco Fermín, otro de los sustitutos en el bando español, se metió en el partido de forma instántea y la selección retrocedió algunos metros en su defensa. Tanto que David Raya se vio obligado a hacer dos buenas paradas a Broja (64' y 92'). Fue más apariencia que otra cosa, dominio territorial sobre todo, pero nada se movió en el marcador. Incluso Lamine Yamal pecó, por una vez, de ingenuo cuando debió encarar la portería rival después de un gran control orientado. Pero tampoco era una cuestión de vida y muerte, España se ha acostumbrado al bendito hábito de ganar y lo hizo por tercera vez en esta Eurocopa a pesar de jugar con la denominada unidad B. Mejor así.
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