Opinión
Eduardo Florido
El estancamiento retórico de García Pimienta
Champions: Sevilla-Manchester City
Es frecuente leer y oír términos astronómicos relacionados con el planeta fútbol. Si a la española se la conoce como la Liga de las Estrellas y hay clubes que califican a sus jugadores con no poca pretensión de galácticos, es el denominativo de astro el más usual entre quienes con más virtuosismo manejan la pelota. No es tarea fácil alcanzar el cosmos balompédico. Algunos clubes llegan mediante planificaciones de medios y largos plazos. Otros, como el Manchester City, se transforman en celestiales gracias a las petrolibras de un jeque árabe. El dinero es a menudo el maquillaje perfecto.
Los cityzens son celestes por tradición en la indumentaria y celestiales por un capricho petrolero. "Y no éramos la primera opción. El Newcastle dijo que no", revela Sonny, un aficionado del Manchester City que ayer figuraba como avanzadilla de los 2.500 que ocuparán esta tarde los asientos del Sánchez-Pizjuán. "La fortuna de la familia del presidente asciende a 40.000 millones de libras", refiere Sonny en la puerta del pub O'Neills sobre Mansour bin Zayed Al-Nahyan, jeque de Emiratos Árabes y patrón ciudadano.
No es fácil encontrar a la hinchada celeste la jornada antes del partido de la Liga de Campeones. Y menos ayer, que parecía más Manchester que Sevilla. "Seville is not Seville today", se lamenta Roy mientras espera resguardado en el bar Las Columnas de la calle Mateos Gago. Roy, jubilado de 71 años, llegó por la mañana desde Málaga. Hoy, advierte, llegarán decenas de autocares procedentes de Faro, Marbella y la capital malagueña, distintos universos paradisíacos para la colonia británica en la península. "Mucho Betis, mucho Betis", entona el aficionado del City mientras da cuenta de un montadito y de una cerveza tamaño familiar, reservado probablemente para ingleses ociosos.
Los hinchas del Manchester no ocultan su identificación con el Betis, por palmarés histórico y por una rivalidad sobrevenida. "¿Queda muy lejos el estadio verdiblanco?", pregunta Roy antes de hacer un amago de bicicleta con un balón imaginario. "Así las hacía Denilson", relata este inglés retirado con ínfulas más bien cósmicas. "¿Que nuestro presupuesto es más del doble que el sevillista? Cierto", acepta con deportividad, "pero el dinero no lo es todo en fútbol. Mira el Chelsea", replica acordándose de aquellos clubes más pobres que el blanquirrojo.
Vestida de seda, hay monas incluso resultonas. El equipo inglés sobrevuela el cielo europeo impulsado por una pátina multimillonaria. "Si no fuera por ese dinero, estaríamos en la mitad de la tabla. O más abajo", explica Sean desde el O'Neills de la calle Adriano. De Bruyne costó 75 millones de euros; Sterling, 68, por citar sólo dos caros productos cosméticos que hacen del City un equipo temible. Así lo atestiguó el gol del futbolista belga del City en los últimos instantes de la ida.
Y del celeste del Manchester al celeste del cielo, que ayer era gris tirando a plomo. Entre los primeros expedicionarios ingleses en Sevilla se encuentra Steve. Cerveza en mano, cigarro en la otra, este inglés nacido en Leicester asegura no tener planes. "Éste", sonríe señalando el acceso al pub O'Neills. Este hincha cree que el encuentro será muy igualado y no tiene tapujos a la hora de elogiar el equipo de Unai Emery. "Soy un amante del fútbol español y la primera parte del partido de ida fue una exhibición propia de un equipo español. Rapidez, jugadores virtuosos, táctica, atrevimiento...", enumera Steve ante de predecir un empate esta tarde.
Interesado en la relación entre las aficiones bética y sevillista, Steve defiende a los suyos cuando la conversación torna a gris oscuro. "Los aficionados que se pelearon contra los sevillistas en Manchester no eran nuestros. Lo ha dicho la Policía", asegura antes de mostrar su sorpresa por las muestras de cariño que reciben por la calle. "Nos paran los béticos y nos desean suerte. No tanto los sevillistas, pero es lo normal en estos casos", dice quien conoce en la máxima rivalidad de su equipo frente al United, el más grande y más bello en Manchester. Otra cosa es que haya quien gaste en cosméticos.
Aquella goleada del Sevilla de Arza al City en 1952
Jamás ha recibido Nervión al Manchester City en un partido oficial. Eso sí, hay un precedente amistoso que data de marzo de 1952, hace más de 60 años. Aquel Sevilla era, entre otros, el de Juan Arza, una de las figuras legendarias del Sevilla en las décadas de 1940 y 1950. De excursión por España, el equipo inglés recibió los parabienes del club sevillista, que organizó "una fiesta campera y una cena", aseguran las crónicas de la época. El encuentro amistoso se resolvió con un claro 5-1 a favor del cuadro blanquirrojo. El partido no defraudó la expectación generada, contaban los cronistas, que dieron fe de los dos goles de Herrera y dos goles de Araújo con el que se llegó al final del primer tiempo. Con un 4-1 en el marcador, el gol inglés fue anotado por Hart, el sevillista Guerrero puso el definitivo 5-1. El City de entonces salió escaldado en su única visita a Nervión. Queda por presenciarse la función más de 63 años después.
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