Un triunfo forjado en familia
Rugby | Primera Iberdrola
Cristina Casas, Gema Sánchez y Laura Gracia, capitanas de las Cocos, vocalizan el sentir del vestuario en la victoria ante la injusticia ya subsanada de la Comisión Delegada de la FER
La cordura se impuso y la Comisión Delegada de la Federación Española de Rugby (FER) dio marcha atrás. La disparidad de criterios entre la Liga Iberdrola femenina y la División de Honor masculina era algo difícil de entender. Ahora, después de que el organismo rechazara su intención de regresar a la competición, las Corteva Cocos se saben campeonas de la máxima categoría nacional. Pero lo que debería ser alegría se torna en un sentimiento agridulce: ellas querían ganar en el campo.
"Es un sabor amargo que se te queda. A nosotras nos hubiera gustado jugar esos play off", explica Gema Sánchez, una de las capitanas del equipo y una voz autorizada dentro del vestuario. "Estábamos superilusionadas porque íbamos a jugar la primera semifinal en Sevilla. Y si La Cartuja se llena para un partido normal, la gente iba a ser clave en ese día. Para nosotras era un regalo", apuntilla Lola Gracia, otra de las capitanas del equipo.
Pero el coronavirus hizo que el sueño se tornara en pesadilla. Tras más de dos meses de silencio, con la única información filtrada de que la temporada no iba a quedar en blanco, la Comisión Delegada de la FER decretó en primera instancia que la competición masculina iba a ser cancelada mientras que la femenina debía reanudarse. Por fortuna, la razón imperó en el organismo pocos días después, y el domingo, reunida de urgencia, dio marcha atrás, cancelando la categoría femenina y nombrando a las Cocos como campeonas.
"Fue un sinvivir", relata Cristina Casas. "Si en primera instancia hubieran apoyado su decisión con algún proyecto o estudio en el que se dijera cuándo, cómo y con qué medidas se iba a poder volver, lo hubiéramos hecho. Queríamos jugar", explica la capitana del conjunto sevillano.
Lo cierto es que el club defendió desde el primer momento que esto no era una batalla por el título: era una cuestión de salud y de combatir ante una evidente disparidad de criterios. "Yo, personalmente, hubiera hecho como en otros países y hubiera dejado la temporada en blanco", explica Gema Sánchez. "Pero si nombraron un campeón en la categoría masculina, lo justo es que nosotras también lo fuéramos. Fuimos las mejores de una fase regular que sí terminamos", profundizó la gaditana.
"Nos quitamos la tensión, pero ahora vienen las críticas. Ponen en duda nuestros valores y el trabajo de tanto tiempo. Hemos intentado mantenernos firmes. Que ganáramos era secundario. El principal problema era el tema de la salud y superar esta situación. Agradecemos evidentemente el título, creemos que fuimos las que más lo merecimos, pero eso tiene menos importancia ahora", explica Cristina Casas. "Quizás a la larga lo veamos diferente, pero somos personas antes que jugadoras", apostilla.
Tras la resolución definitiva de la Comisión Delegada, no hubo celebraciones. "Las circunstancias no son idóneas. Hicimos una reunión para poner punto y final a una temporada que ha sido larga y dura. Sentíamos la necesidad de estar juntas como grupo. Vernos es una de las cosas que más echamos en falta", explica la propia Cristina. "Nosotras tenemos ganas de vernos, de darnos un abrazo, de volver a correr juntas... Aunque no hubiera título, deberemos felicitarnos por lo bien que lo hemos hecho. Nos lo merecemos por haber hecho un gran trabajo dentro del campo y fuera de él", comentó Lola Gracia.
Es precisamente esa estrecha relación personal la que convierte al equipo en algo más que un simple grupo de jugadoras que compiten. Son una familia. "Por suerte todas somos amigas y compañeras. Para lo bueno y para lo malo, somos como hermanas, nos estamos cuidando. Muchas no somos de aquí, y ahora que estamos encerradas, entre nosotras nos apoyamos con llamadas, o quedamos el equipo entero para entrenar de forma virtual", concretó Gema Sánchez. "El equipo y el rugby nos da algo que hace que nos quedemos", analiza de nuevo Lola Gracia.
Este sentimiento de ir a una lo comparten, de nuevo, al hablar de lo que puede suponer el ser nombradas campeonas de la Liga Iberdrola. "No le damos la importancia que tiene porque estamos en otras cosas, pero es algo histórico. Somos un club pequeño en el que todas hacemos de todo. No tenemos un gran presupuesto, por lo que todos los patrocinios vienen bien. Los que nos acompañaban esperamos que renueven", comenta Cristina Casas. "También puede servirnos para que niñas que quieran jugar tengan un equipo de referencia y jugadoras en las que fijarse. Lo bonito es hacerles el camino más fácil de lo que lo tuvimos nosotras, que nos ha costado mucho", incidió Sánchez.
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