Una charla que surtió el fruto deseado
Maduro reconoce que el lunes, tras el palo de Del Nido, la plantilla habló para "cambiar las cosas".
El lunes pasado fue un día clave para que la plantilla del Sevilla tomara consciencia de su pésima faceta como visitante. La goleada del Vicente Calderón produjo una cascada de reacciones entre las que destacó la de José María del Nido, quien se saltó el guión y zamarreó al equipo durante un acto de la Fundación del Sevilla. Horas después, los jugadores se hablaron a la cara y se comprometieron a cambiar radicalmente.
Míchel ya anunció en la víspera del partido en Cornellà que no había visto hasta ahora a los jugadores hablarse y comunicarse entre ellos como aquella dura tarde de resaca negativa. Y Maduro reconoció ayer que fue una charla clave: "El equipo tiene mucha confianza. Ya hablamos el lunes todos los jugadores y queríamos cambiar cosas. Vimos la demostración ante el Espanyol, nos salió un partido completo".
El holandés incluso vio positiva la regañina del presidente, que usó duros calificativos como lamentable o desastroso: "Me parecieron bien, es una reacción lógica tras un mal partido nuestro. Hicimos un gran encuentro y ahora estamos contentos. Hay que seguir en la misma línea. El lunes tenemos un partido importante ante el Valladolid. Quedan muchos partidos y hay que ganarlos", dijo el medio, que elogió a Perotti: "Estamos muy contentos con Diego. Está entrenando muy bien, con muchísimas ganas. Tiene mucha calidad, es veloz… Espero que siga así".
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